Empresas y relevancia de su triple impacto
EN CHILE como en todo el mundo el rol de las empresas ha cambiado el último tiempo. Es sabido que ya no basta con la responsabilidad de ser rentables y buscar beneficios sólo para los dueños y/o socios. Hoy es fundamental que las empresas se hagan responsables de generar impacto social y evitar o disminuir sus impactos medioambientales negativos. Hace algunos años, esa preocupación por el entorno y quienes nos rodean era una responsabilidad que se le adjudicaba principalmente a las ONG u organizaciones sin fines de lucro. Hoy es una responsabilidad que se comparte y exige a las empresas. Es por esto que en los últimos años han surgido varios movimientos en ellas que buscan la economía social, una economía que permita la sustentabilidad de los recursos de la sociedad y el planeta a largo plazo. Dentro de estas se encuentran las empresas B, las empresas asociadas al comercio justo, las empresas conscientes, entre otras categorías, empresas que, más que ser perfectas, intentan resolver problemáticas sociales o medioambientales. Para ser empresa B, por ejemplo, no basta con definir y coordinar buenas intenciones o programas de RSE. Una B es una organización que incorpora dentro de sus estatutos su compromiso con ese propósito, que busque consciente y metodológicamente generar impacto social y medioambiental positivo, realizando una evaluación para obtener la certificación en propósito, modelo de negocio, gobernanza, medioambiente, colaboradores y comunidad. Las empresas de hoy y del futuro deben constituirse en torno al triple impacto: social, económico y medioambiental.