La verdadera inteligencia de negocios
LA RECIENTE reforma del Sernac, que permitirá entregar respuestas más ágiles y eficientes a los requerimientos que plantea una cultura de consumo, es sin duda un avance para asegurar los derechos de los usuarios. Sin embargo, desde la vereda de la industria de las telecomunicaciones, ¿qué estamos haciendo para mejorar los índices de satisfacción de nuestros clientes? Los últimos informes de satisfacción de clientes elaborados por la Subtel y el Sernac señalan que la telefonía móvil es el servicio que lidera los reclamos de los consumidores. Teniendo en cuenta esta falencia, ya es hora de que los directivos nos pongamos en los zapatos de los consumidores y revisemos nuestras propias expectativas como usuarios en relación al “servicio extendido”. El error más frecuente en la industria es ver cómo los procesos de atención están diseñados para cubrir el riesgo que genera el 2% de los clientes en vez de resolver rápidamente los problemas del 98%. Debemos entender que la gran mayoría actúa de buena fe y espera de nosotros lo mismo, lo que obliga a tomar riesgos. Los cambios sistémicos en el comportamiento empresarial deben dirigirse a aumentar la calidad de la interacción entre colaboradores y consumidores, para descubrir sus preferencias. De ahí que el área de servicio al cliente debe ser considerada como el lugar donde se consigue información fundamental para la sostenibilidad del negocio. Es ahí donde se pueden conocer las reales necesidades de las personas: lo que quieren, qué las aqueja, lo que funciona y lo que no. Un negocio se trata de las personas, de hacer conexiones y encontrar soluciones y oportunidades para el mismo. Por lo tanto, en lugar de ver el servicio al cliente como un centro de gastos, debemos verlo como un medio para nuevos negocios.