El candidato catalán que desobedece a sus asesores y se sale del protocolo
el primer político español que asume la homosexualidad públicamente.
Valoración de la comunidad LGTBI
Jaume Collboni, concejal de Barcelona por su partido y ex diputado, recuerda como fue ese momento: “demostró coherencia entre su vida privada y su vida pública, no tenía por qué esconderlo y luchó por la igualdad y mostró mucho coraje por la valentía personal”.
Sin duda, su confesión marcó un precedente en España y ayudó a que otras personas asumieran su condición sexual, sin temor a perder importantes cargos tanto en el mundo público como privado.
Hoy, las agrupaciones que luchan por los derechos de las personas no sólo valoran su candidatura, al encontrarse a un paso de encabezar la Generalitat, sino que también por poner en la agenda la lucha contra la discriminación.
José Luis Blanco, presidente del Colectivo LGTB, Pedro Zerolo, reconoce su impulso al matrimonio igualitario en España en 2008 y asegura que como político abiertamente homosexual “no debe sentirse ni orgulloso ni inferior, sino igual al resto”.
En tanto, Luis Abolafia, del Victory Intitute señala que candidaturas como la de Iceta “nos muestran la importancia que tiene la visibilidad para poder alcanzar la igualdad”.
El líder socialista
En tiempos tan difíciles para Cataluña tras el frustrado intento independentista, liderado por Carles Puigdemont, Miquel Iceta fue ungido como el socialista que tiene la misión de llegar a lo más alto de la Generalitat, y desde allí, formar un Gobierno que permita tratar las graves heridas dejadas por el procés.
Joaquín Roy, del European Union Centre of Exellence de la U. de Miami, dice que “es una candidatura que propone no hacer nada que implique a ir a nuevas elecciones” y asegura que hará lo posible para que Inés Arrimadas, de la mano de Ciudadanos, no se convierta en la sucesora de Puigdemont.
A diferencia de lo que demuestra frente a las cámaras, Miquel Iceta no es sólo baile. Sus pares del PSC se ilusionan con la presidencia de la Generalitat, a través de su “espontaidad”, según Jaume Collboni y de “simpatía e ironía siempre a la altura”, como asegura Esther Niubó.P