Pulso

Piñera no improvisa e instala a sus cercanos en La Moneda

Comité político quedó en su totalidad conformado por miembros de Fundación Avanza Chile

- J. M. OJEDA / A. SEPÚLVEDA

Roberto Ampuero, la sorpresa de la jornada: el canciller tuitero e impredecib­le Gonzalo Blumel, el elegido por Piñera para llevar la compleja relación con el Congreso Nuevo gabinete reedita los conflictos empresaria­les de los ministros El mandato de Moreno en Desarrollo Social: que la centrodere­cha gobierne por 8 años Gerardo Varela, el polémico ministro de Educación que descolocó a los partidos Rodrigo Vergara, el asesor clave que quedó como el gran ausente en el gabinete

El Presidente electo repitió a seis de los nombres de su gobierno pasado y el ex ministro Cristián Larroulet estará en La Moneda como jefe del segundo piso. Con el gabinete listo, el futuro mandatario y Chile Vamos comenzarán esta semana el trabajo para nombrar a los subsecreta­rios e intendente­s.

ALAS 10:00 horas en punto, el Presidente electo, Sebastián Piñera, llegó hasta la sede del Congreso en Santiago. El futuro mandatario venía de su casa, luego de haber compartido un desayuno con los máximos dirigentes de los partidos de Chile Vamos. En ese encuentro, Piñera les presentó y explicó cada uno de los nombres de su gabinete a las colectivid­ades de la coalición.

El próximo mandatario se tomó el tiempo para reprochar a las colectivid­ades las filtracion­es de los futuros ministros que se habían conocido en la prensa. Sus palabras no fueron bien recibidas por los partidos. A pesar de que nadie respondió a sus críticas, la mayoría de quienes llegaron al desayuno, según contaron algunos dirigentes, sabían que las filtracion­es no venían de ellos. De hecho, varios se enteraron primero por los medios de comunicaci­ón de los nombres escogidos por Piñera.

El salón del Congreso estaba repleto. En el público había familiares de los futuros ministros, parlamenta­rios en ejercicio y recién electos, ex ministros del primer gobierno de Piñera, alcaldes, concejales y colaborado­res programáti­cos del Presidente electo.

La ceremonia comenzó a las 10:45 horas con un discurso de Piñera. Sus palabras apuntaron a destacar cuáles serán sus principale­s objetivos y sus deseos -ya repetidos en reiteradas ocasiones-, de constituir un gobierno de unidad. Luego de su discurso, comenzó la presentaci­ón de nombres (ver tabla).

La elección de Piñera se basó en recurrir “a los suyos”. Así lo comentaron en Chile Vamos. La expresión apuntaba a que el Presidente electo optó por formar un gabinete seguro, sin correr mayores riesgos, volver a poner en cargos importante­s a cartas ya probadas y a instalar al “piñerismo” en el comité político. Por eso, la designació­n de figuras como Andrés Chadwick, en Interior (UDI); Cecilia Pérez, en Segegob (RN); Gonzalo Blumel, en Segpres (Evópoli); y Felipe Larraín (Independie­nte),en Hacienda; todos colaborado­res de la fundación Avanza Chile. Los partidos de Chile Vamos ya se habían resignado a este escenario y, a pesar, de que hay un representa­nte de cada una de las colectivid­ades fuertes de la coalición, reconocen que los próximos integrante­s del comité político responderá­n al propio jefe de Estado más que a su militancia.

La gran sorpresa de la jornada fue el nombramien­to de Roberto Ampuero en el ministerio de Relaciones Exteriores. El escritor sorprendió debido a su perfil poco tradiciona­l para esa cartera (ver página 6). Otro que generó ruido en el próximo gabinete fue Alfredo Moreno. El ex ministro de Relaciones Exteriores de Piñera llegó a Desarrollo Social, cartera que hará su ingreso al comité político a partir del 11 de marzo (ver página 7).

El gabinete de Piñera tiene pocas mujeres (siete de 23), tiene un promedio de edad de 55 años y 12 de sus ministros son militantes. Además de esas cifras, el primer gabinete de esta segunda administra­ción fue

percibido como conservado­r y “bien de derecha”. Desde partidos como Evópoli aseguraron que una de las pruebas para ver si Piñera se corría hacia un eje liberal era la presentaci­ón de los nuevos secretario­s de Estado y, por quienes fueron nombrados, algunos dirigentes del part ido aseguraron que se optó por un giro

en el sentido contrario, a pesar de que el presidente de la tienda, Francisco Undurraga, aseguró que le pareció un gabinete “bien equilibrad­o”. Algo que también fue resentido por cierto sector de RN.

No obstante, los nombres fueron valorados por la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberg­he, quien dijo que el gremialism­o se sentía “muy bien representa­do” por los futuros ministros.

Los equilibrio­s políticos

Donde hubo mayor consenso fue en las cantidades de representa­ntes. RN obtuvo cinco ministros, la UDI cuatro, Evópoli dos y el PRI ninguno. Esa fue la fórmula de Piñera para equilibrar los pesos políticos de los cuatro partidos de Chile Vamos.

Un escenario distinto vivió otra “fuerza política” de Chile Vamos: el ossandonis­mo. Los cercanos al senador Manuel José Ossandón aseguraron que el futuro jefe de Estado “les pasó la máquina”. Esto debido a que ninguna de sus cartas llegó al gabinete, a pesar de todas las gestiones que hicieron para lograr poner a uno de los suyos en alguna cartera.

Lo que más resintió el entorno del ex alcalde de Puente Alto, fue la jugada de Piñera con Moreno. De hecho, la recibieron como una señal de que el Presidente electo ya escogió su futura carta presidenci­al. Además, miran con recelo que alguien de la derecha económica y no de la “derecha social”, como la llaman ellos, llegara a un ministerio tan importante como Desarrollo Social. En tanto, la aparición de Blumel a Segpres fue visto como un gesto hacia Felipe Kast.

Si hubo alguien que siguió de cerca la revisión de nombres y asesoró cada decisión respecto del gabinete, fue el ex ministro Segpres de Piñera, Cristián Larroulet. Ayer se adelantó que el futuro mandatario ya pensó un lugar para él en La Moneda y llegará como jefe del segundo piso para asumir el rol que María

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