Principal partido de Sudáfrica ordena destituir a Zuma como jefe de Estado
Altos dirigentes del partido Congreso Nacional Africano quieren que el nuevo líder del partido, Cyril Ramaphosa, reemplace a Zuma, a quien le dieron un plazo de 48 horas para renunciar a su cargo.
—El partido gobernante de Sudáfrica ordenó a Jacob Zuma que dimita como jefe de Estado tras maratónicas conversaciones sobre el destino del líder cuyos años de gobierno, plagados de escándalos, oscurecieron y dividieron a la “Nación del Arcoiris” de Nelson Mandela.
Altos dirigentes del Congreso Nacional Africano (ANC, en inglés) ahora quieren que el nuevo líder del partido, Cyril Ramaphosa, reemplace a Zuma como Presidente, dijo a periodistas el secretario nacional de la fuerza, Ace Magashule.
Pero el comité ejecutivo del ANC estaba dividido precisamente sobre cuándo Zuma debía irse, añadió el secretario.
Magashule dijo que se había reunido personalmente con Zuma para transmitirle la decisión. “No le dimos ningún plazo para responder. La organización espera que se vaya”, señaló.
La decisión de remover a Zuma se tomó después de 13 horas de tensas deliberaciones y un breve intercambio cara a cara entre Zuma y Ramaphosa.
Zuma, acusado de 800 hechos de corrupción, es un tradicionalista Zulú polígamo que no posee educación formal y tiene 75 años. Ha conseguido sobrevivir en su cargo aún después que Ramaphosa, un líder sindical y abogado que alguna vez fue señalado como la opción de Mandela para que tomara las riendas, fue elegido líder del centenario partido en diciembre.
Ramaphosa derrotó por estrecho margen a la ex esposa de Zuma y sucesora favorita, Nkosazana DlaminiZuma, forzándolo a conducir con cuidado la relación con Zuma por temores a profundizar las divisiones en el partido un año antes de las elecciones.
A pesar de la decisión para ordenar la dimisión de Zuma como jefe de Estado, hay especulaciones en medios locales sobre que él podría rehusarse.
La economía de Sudáfrica, la más sofisticada del continente, se ha estancado durante los nueve años de mandato de Zuma, con bancos y empresas mineras renuentes a invertir debido a políticas inciertas y a una corrupción desenfrenada.