EDITORIAL: Exigencias al régimen venezolano
Editoriales Los cancilleres de los principales países de la región advirtieron al Presidente Nicolás Maduro de que hoy no existen las garantías mínimas como para validar las elecciones del 22 de abril.
SEGÚN SE agrava en Venezuela la crisis política y económica -esta última, de hecho, ha derivado en una evidente crisis humanitaria, debido a la carencia de alimentos, insumos médicos y medicamentos-, la situación de ese país ha pasado a dominar la agenda del resto de naciones de la región.
Los cambios políticos en América Latina en los últimos años han reformulado la ecuación de apoyos al régimen chavista y hoy el Presidente Nicolás Maduro, a diferencia de su antecesor, enfrenta un escenario de aislamiento, panorama que él mismo ha profundizado con su decisión de adelantar las elecciones presidenciales, previstas en principio para fines de año, al 22 de abril, amparado en una resolución de la Asamblea Nacional Constituyente a la cual la comunidad internacional no reconoce.
La resolución del Grupo de Lima del reciente martes es en este sentido una firme advertencia al gobernante chavista. Los cancilleres, entre ellos el de Chile, han planteado que en Venezuela no puede haber una elección democrática, transparente y creíble en las condiciones de inequidad y desequilibrio en las reglas que ha impuesto Maduro. El bloque solicitó a Caracas un nuevo calendario electoral y un acuerdo con la oposición en torno a las garantías mínimas que se requieren para validar los comicios.
En el actual cuadro, no obstante, parece improbable que Maduro acceda, respuesta que sólo agudizaría el enfrentamiento interno, y que obligaría a los estados de la región a aumentar la presión. Perú ya avanzó señalando que el Presidente venezolano no será bienvenido a la Cumbre de las Américas en abril. Maduro también ha puesto en problemas a Chile, luego de que el saliente Gobierno -basado en el uso diplomático- lo invitara a la transmisión del mando. Sin duda, la posibilidad cierta de que Venezuela evolucione hacia un “Estado fallido” o a una dictadura en forma es un riesgo que se debe evaluar a nivel continental.