Desafíos para la innovación y el emprendimiento
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ES DE conocimiento general el gran avance que se ha hecho en Chile en materias de emprendimiento e innovación. Sin embargo, los pilares del ecosistema no son lo suficientemente robustos como para pensar en avanzar hacia nuevos estadios de desarrollo. Esta realidad se hace evidente cuando analizamos la paupérrima inversión que se realiza en I+D como porcentaje del PIB (la que alcanza el 0,39%). Uno de los puntos importantes que debemos considerar es que exista -además de la intención política- una estrategia clara respecto a cómo focalizar dicha inversión. ¿Minería, energía y agricultura?, por supuesto. Pero también espacios donde existan necesidades más allá de la experticia local, y en las cuales Chile pueda ofrecer soluciones de clase mundial. También considerar la focalización del capital humano avanzado. Hoy muchos doctorados al retornar no tienen donde trabajar o lo hacen de forma precaria. El país debe generar los empleos y oportunidades para ese capital humano que sería un aporte valiosísimo para el emprendimiento y la innovación. Es necesario desarrollar sectores industriales adyacentes y hacerlos ro- bustos, como para que estos profesionales desplieguen su talento. Chile tiene talento y hambre para dar el salto que todos esperamos, pero falta una definición clara y la estrategia para encauzar los esfuerzos necesarios. La formación de capital humano avanzado, el desarrollo de industrias complementarias y la atracción de capital financiero de riesgo son algunos de los principales drivers que podrían hacer de Chile un buen lugar para “doblar la curva” de crecimiento y desarrollo humano.