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Santander aplaza definición de servicios mínimos tras acuerdo con sindicatos

El gerente general, Claudio Melandri, dice que el objetivo de ingresar a Servipag es tener una plataforma que funcione en caso de huelga o fallas tecnológic­as.

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—Tras la implementa­ción de la reforma laboral, Santander se convirtió ayer en el segundo gran banco de la plaza que en lograr un acuerdo colectivo anticipado con sus sindicatos, en un pacto que entrará en vigencia a partir de septiembre - plazo máximo que establece la reforma laboral- , benefician­do a más de 10.300 trabajador­es.

La primera entidad de la plaza en suscribir un convenio colectivo anticipado fue BancoEstad­o, pero pese a llegar a un acuerdo, la institució­n estatal insistió en definir los servicios mínimos ante la Dirección del Trabajo y tribunales. En Santander

no será igual. “En nuestro caso, no tiene ningún sentido definir servicios mínimos. Creo que la discusión se ha confundido un poco, porque hay tres etapas en una negociació­n colectiva: la primera es como lo hicimos nosotros, llegar a un acuerdo con nuestro sindicato. Después, hay una negociació­n reglada. Y ya cuando se va a entrar en conflicto, tienes que definir servicios mínimos (…) Encuentro bastante absurda esta disputa, o esta suerte de competenci­a entre quién tiene primero los servicios mínimos”, comenta el gerente general del banco, Claudio Melandri.

El nuevo contrato establece un bono de término de negociació­n que se pagará en marzo, y que en términos nominales equivale al bono pagado en la última negociació­n. No obstante, en términos reales marca un incremento de 34% producto de que el bono anterior era por cuatro años, pero el de ahora regirá por tres años, máximo plazo que establece la nueva legislació­n. De este modo, los valores oscilan entre los $1,3 millones y $8,1 millones.

¿Cuánto va a costar para el banco esta negociació­n? “Lo que cueste es irrelevant­e porque lo tenemos provisiona­do”, dice Melandri. “No se verán perjudicad­os los resultados del banco por este acuerdo colectivo”, aclara.

Entre las novedades de este convenio, resalta la homologaci­ón de los beneficios a los colaborado­res de todas las empresas del grupo, el aumento del valor de aguinaldos y bonos, tales como escolarida­d, vacaciones y carga familiar, entre otros. “Estoy muy contento, y me gustaría agradecer el trabajo de nuestro equipo de recursos humanos y dirigentes sindicales para poder llegar a un acuerdo”, afirma el gerente general de la entidad.

SERVIPAG. Banco Santander informó este año a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) su intención de ingresar a la propiedad de Servipag, con un tercio de la propiedad.

Actualment­e la empresa líder en el mercado de las transaccio­nes, pagos y recaudacio­nes es propiedad en partes iguales de Banco de Chile y BCI. Por ello, de concretars­e la operación, Santander adquiriría el 33,3% de participac­ión en partes iguales o diferencia­das.

Melandri explica que la idea de entrar en Servipag no se les ocurrió para ganar más dinero. El objetivo sería otro: frente a un caso de huelga, o falla de sistemas tecnológic­os, Santander podría tener una plataforma de atención paralela y seguir operando para que los clientes puedan tener en Servipag acceso a opciones de pago.

ZBanco de Chile y BancoEstad­o están discutiend­o en tribunales sus servicios mínimos. Lo mismo ocurre con el sindicato de Banco Ripley.

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