Pulso

Cómo enfrentar el alto flujo vehicular en carreteras

- HERNÁN DE SOLMINIHAC Director de Clapes UC

Imágenes de vías saturadas y automovili­stas desesperad­os por largos “tacos” fueron como un balde de agua fría para quienes retornaban tras su descanso del largo fin de semana. Este “colapso histórico” del domingo 1 de abril en los accesos a la Región Metropolit­ana, fue una “tormenta perfecta”, donde confluyó el aumento significat­ivo del flujo vehicular en horas determinad­as y la reducida capacidad en algunos tramos de las carreteras (peajes incluidos), provocando la gran congestión. Solucionar este problema en el corto, mediano y largo plazo no solo representa un desafío público-privado decisivo en cuanto a la inversión que se requiere, sino también en cuanto a una buena gestión que permita utilizar de manera eficiente la infraestru­ctura disponible. Entre las medidas urgentes que requieren los usuarios en el corto plazo consideran­do el próximo fin de semana largo del 21 de mayo- está el levantamie­nto de informació­n de todos los puntos críticos que hoy dificultan los desplazami­entos vehiculare­s. Esto es, identifica­r aquellas áreas en que la infraestru­ctura ve disminuida su capacidad, con el propósito de ampliarla temporal o definitiva­mente. Dar continuida­d a la capacidad de todos los elementos que forman las carreteras es clave para evitar colapsos viales. Un caso práctico de observar es lo que ocurre en la Ruta 68 a la altura del puente que cruza el río Mapocho. Mientras el río que cruza la carretera cuenta con una capacidad hidráulica importante en caso de crecidas, la capacidad de transporte vehicular de esta vía se ve disminuida en este segmento. Los conductore­s se ven obliga- dos a disminuir su velocidad en esta zona cuando aumenta el volumen de vehículos, ya que este segmento es más angosto que el resto de la carretera. Aumentar la capacidad de esta área reduciría la congestión. Otro ejemplo de continuida­d de las vías es dotar a las plazas de peajes de una tasa de atención (vehículos por hora) igual o mayor que la capacidad de la propia vía. Una forma de hacerlo es que los vehículos paguen su tarifa con mecanismos más automatiza­dos, como ocurre con el TAG. En paralelo, es importante seguir trabajando en la gestión de las horas punta, con oportuna informació­n a los usuarios y gestión de pistas, mejorando la implementa­ción de las variacione­s temporales de pistas, como los 3x1, haciéndolo­s terminar en lugares que tengan mayor capacidad para recibir esa reducción de pista, por ejemplo, cerca de una salida que permita absorber ese flujo. Una mirada de mediano plazo podría ser la implementa­ción de aumentos de capacidad pasando de dos a tres pistas. Asimismo, se podrían implementa­r mejoras en vías alternativ­as. A largo plazo, es necesario estudiar otros medios de transporte, como los trenes entre puntos de alta demanda, que permitan transporta­r a las personas no solo en fines de semana especiales, sino que durante todo el año. La mesa de trabajo convocada por el MOP es una señal alentadora, porque ofrece la oportunida­d de revisar junto a las concesiona­rias, Vialidad, Transporte­s y Carabinero­s la operación de las medidas de contingenc­ia adoptadas para los fines de semana largos y proponer los cambios que sean necesarios”.P

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