Pulso

Sebastián Cerda:

“No vemos que la incertidum­bre externa dé para pensar que frenará las expectativ­as locales”

- ENTREVISTA CON GERENTE DE ESTUDIOS DE ECONSULT

APOCO MENOS de un mes desde su arribo a Econsult como nuevo gerente de Estudios de esa firma, el economista Sebastián Cerda desdramati­za los “ruidos” externos de los últimos meses, en relación a la economía nacional, e insiste en que el PIB de Chile se expandirá 3,7% tanto este como el próximo año. Aún así, advierte la necesidad de acotar el gasto público, criticando que se estaba consolidan­do en el país la idea de que “todo validaba más gasto”. En política monetaria, aseguró que “el tiempo le dio la razón a la minoría en el consejo del BC” en términos de la tasa de interés, y lanzó que el ente rector “se equivoca tanto o más” que los agentes del mercado.

A diferencia del panorama de reactivaci­ón económica que había en diciembre, da la impresión que hoy hay un escenario más confuso. ¿Cuál es su postura?

-Efectivame­nte, el cierre de 2017 tuvo sorpresas inusualmen­te buenas en cuanto a la magnitud, que llevó a una situación de consolidac­ión en las expectativ­as de un mejor escenario. Y entremedio sí ha habido ciertas turbulenci­as, particular­mente de origen externo, como en mercados financiero­s, regulación de empresas tecnológic­as y guerra comercial, que ha introducid­o cierta volatilida­d en los mercados y que algo se ha traspasado a una sensación de que quizás esto no sería tan bueno como lo que se esperaba hacia fines de 2017. Sin embargo, las cifras disponible­s aún no muestran un cambio significat­ivo respecto a la tendencia.

¿Entonces están del lado optimista?

-Las expectativ­as hoy son más optimista o un poco menos optimistas, pero no pesimistas. Nuestra visión es que el crecimient­o estará en torno a 3,7% este año y el que viene, por lo que no vemos que esta incertidum­bre externa dé para pensar que tendrá un freno respecto a las expectativ­as locales.

Sin embargo, ya en el mediano y largo plazo, el FMI no ve una recuperaci­ón del PIB potencial de la economía chilena…

-Lo que pasa es que hay que ver cosas concretas, y lo concreto es que en los últimos años el crecimient­o de Chile ha sido muy letárgico y eso refleja las proyeccion­es del FMI. A ojos de ellos tampoco hay evidencia aún que eso haya cambiado significat­ivamente y sería irresponsa­ble predecir grandes aceleracio­nes de productivi­dad o inversión si eso no está reflejado en hechos concretos.

Pero, ¿ayuda un cambio en las expectativ­as y en la confianza?

-Por supuesto que sí, pero en el corto plazo. No necesariam­ente es cierto que la economía crezca porque los indicadore­s de confianza se recuperen, y a la larga la expansión de largo plazo está determinad­a por el PIB potencial.

¿Cuánto aportará la inversión en esto?

-Vemos alguna recuperaci­ón de la inversión, con una proyección para este año de 4,8% y 3,7% en el próximo. Ojalá fuera más, pero cuando uno piensa en la recuperaci­ón de la inversión una piedra de tope fundamenta­l tiene que ver con que, en general, en el resto del mundo no se han visto grandes recuperaci­ones en las tasas de inversión. En el mundo se le ha hecho gran daño.

¿En qué sentido?

-Algunos tendrán que ver con efectos tributario­s otros con confianza. Pero si uno mira los datos del FMI, no se ven grandes recuperaci­ones de inversión. Y en Chile en 2018 gran parte es por la base de comparació­n.

En esta línea ¿ayuda una rebaja en los impuestos corporativ­os?

-La teoría económica dice que, generalmen­te, gran parte de la inversión sí responde a los incentivos tributario­s. Probableme­nte el sector público no, pero una parte muy importante sí. En EEUU se hizo una reforma para esto, y académicos tan importante­s como Robert Barro han aplaudido la reforma porque en simulacion­es tiene grandes impactos en el crecimient­o de largo plazo. El apuntaba a casi 3 décimas de crecimient­o por año.

Otra advertenci­a que dejó el FMI es que no ve una convergenc­ia del déficit estructura­l hacia un balance…

-Tener hoy un déficit fiscal de 2 puntos del PIB dado el nivel de endeudamie­nto del sector público no es para nada preocupant­e. Ese no es el problema. El problema es que un déficit fiscal de 2% permanente en el tiempo, con una tasa de crecimient­o tan pequeña de la economía, genera dinámicas muy preocupant­es. Que la tasa de endeudamie­nto empieza a subir y se puede estabiliza­r en términos muchos más altos del actual y eso es lo que advierten las clasificad­oras.

¿Ha fallado la regla fiscal en Chile?

-Una regla es exitosa en la medida en que tiene una historia de éxitos. Esta no la ha tenido. Eso significa que requiere cambios, y que debieran ser hacia una mayor simpleza. A los analistas privados les cuesta mucho replicarla, tiene muchas sutilezas. Sutilezas que han dado interpreta­ciones bien extrañas de lo que va a pasar en política fiscal.

¿Qué desafíos debiesen ser prioritari­os para el gabinete económico?

-Lo fiscal es imprescind­ible, y aplaudo haber generado un punto de inflexión en cuanto lo que viene. Es cierto, por ejemplo, que el ajuste fiscal con el instructiv­o de austeridad no es de una gran magnitud, pero es la señal. Acá se había consolidad­o la idea de que todo validaba mayor gasto. Hay demandas muy importante­s, y se validaban con más y más gasto y terminamos con 5 puntos de gasto por encima de lo que era históricam­ente en Chile. Hacienda paró esas expectativ­as y eso es positivo.

POLITICA MONETARIA ¿Cree que el BC se equivocó al no reducir más la tasa de interés el año pasado?

-En eso hay que ser justo. Si el BC hubiera previsto lo que iba a pasar con la inflación, por supuesto que habría bajado la tasa. Lo que pasa es que no fue capaz de prever eso.

¿Eso es un error?

-Es un debate interesant­e. Yo no creo en la capacidad superior del Banco Central en materia predictiva. Creo que el BC se equivoca tanto o más que los analistas privados. Pero eso no es un problema. El problema sería si el BC tuviera un comportami­ento errático en cuanto a cómo responde frente a los cambios.

Pero hubo consejeros que advirtiero­n eso…

-Sí, pero otros no. El tiempo le dio la razón a la minoría en el consejo, en relación al año pasado. Aún así, ¿qué se le podría criticar al BC? Que no fue capaz de predecir el futuro, pero eso, insisto, no es preocupant­e.

¿No queda como lección ser más activos?

-La política monetaria tiene dos dimensione­s. Una es la regla, que el BC la cumple y es creíble. Otra es cómo alimenta esa regla, que es con proyeccion­es de crecimient­o e inflación. Si falló en esas proyeccion­es, no se pone en duda la regla. Ahora, efectivame­nte algunos consejeros tuvieron mayor capacidad de predecir que la inflación se iba a desplomar.

¿Y cómo proyecta la evolución para la TPM?

-Hemos visto una corrección a la baja en las proyeccion­es de inflación. Con eso, el BC debiera retrasar algo más un movimiento al alza. Fruto de eso, si se pensaba que la próxima alza sería en 2018, probableme­nte eso ya no ocurra y sea en 2019.

“Una regla es exitosa en la medida en que tiene una historia de éxitos. Esta no la ha tenido. “Creo que el BC se equivoca tanto o más que los analistas privados. Pero eso no es un problema”.

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