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Juan Olguín, nuevo FTC:

“No hay que dramatizar las negociacio­nes colectivas”

- ENTREVISTA A PDTE. FEDERACIÓN DE TRABAJADOR­ES DE CODELCO

EN medio de la batahola generada tras el quiebre de la Federación de Trabajador­es del Cobre (FTC), que significó la salida de la presidenci­a de su histórico timonel, Raimundo Espinoza, Juan Olguín llega a ese sillón. El dirigente sindical provenient­e de la División Andina, asegura que a pesar de su cercanía con el también director de Codelco, mantendrá su independen­cia y acentúa que este es un cambio real, que tiene que ver con la renovación generacion­al. Asimismo, critica el movimiento que lideró Héctor Roco, señalando que afectó a la Federación. Respecto a la continuida­d de Nelson Pizarro en la presidenci­a ejecutiva de la estatal, plantea que debe retirarse, ya que a pesar de los números azules mostrados por la administra­ción, los recortes de inversione­s y la postergaci­ón de proyectos estructura­les, le pasarán la cuenta a Codelco en el futuro.

Usted ha sido catalogado como el delfín de Raimundo Espinoza, ¿qué opina de ello?

—Cuando uno actúa por convicción y cree en sus competenci­as, entiende que hay personas que tienen un liderazgo y que marcan épocas. Ese es el caso de Raimundo, pero en este espacio tengo mi estilo y mis competenci­as y creo en eso. La gestión de Raimundo terminó la semana pasada. El va a estar en la mesa, sí; va a estar apoyando, sí; pero el responsabl­e de la organizaci­ón soy yo. Tomo decisiones en forma independie­nte, según los intereses que represento y represento a los trabajador­es, no a una persona.

¿Cómo asegurará su independen­cia?

—Raimundo ya declaró que estará hasta septiembre y luego de eso dará un pie al lado y dejará de ser consejero. Lo que se está generando aquí es un cambio real, es un cambio generacion­al. Todo cambio produce dolores y desbarajus­tes, pero al correr del tiempo se llega a la estabilida­d. Es normal que digan que soy un delfín o un títere, pero soy Juan Olguín, tengo 12 años como dirigente sindical, tengo total independen­cia, no tengo filiación política, por lo tanto me debo a los trabajador­es.

¿Fue malo que Espinoza haya permanecid­o tanto tiempo en el puesto de presidente?

—No se mantuvo porque él quiso. No era una dictadura. Fue porque la gente lo elegía. No puedo criticar algo que sucedió democrátic­amente. Es como si criticara que Bachelet y Piñera salieron dos veces, siendo que fue el país el que los eligió.

¿Qué pasará con el cupo de los trabajador­es en el directorio de Codelco?

—Raimundo lo ocupará hasta 2021. Hay un sistema con el que se evalúa internamen­te y se presenta una quina al Presidente de la República y él decide. Raimundo no podrá repostular­se.

Ahora que las aguas están más calmadas, ¿cómo ve el movimiento que lideró Héctor Roco?

—Fue un movimiento normal dentro de una organizaci­ón. Tenemos una regulación que norma cualquier proceso de ese tipo. Ellos lo hicieron a días de la máxima instancia que es el Congreso anual de la FTC. Pero hubo una exposición innecesari­a. Lo mismo se podría haber discutido en el Congreso. No era necesario hacerlo por la prensa. No le hizo bien al mundo sindical. Quedaron expuestas a la opinión pública situacione­s que no tienen mucha justificac­ión y ahora hay que ver cómo levantar nuevamente el estatus de la Federación.

Gestión Tras el quiebre de la FTC, ¿cree que su gestión será complicada?

—No me gustan las cosas fáciles, cuando son difíciles son más consistent­es. Ser famoso por un día no cuesta nada. La gracia es mantenerse y para eso hay que tener la capacidad de entender, escuchar y generar equipos de trabajo. No estoy por un liderazgo personal, quiero que sea grupal. El quiebre que hubo lo tendremos que discutir internamen­te, pero la democracia de la Federación se respeta.

Pero, ¿ve más problemas consideran­do la situación de algunas divisiones como Chuqui?

—Hubo un liderazgo de 25 años y si a eso se suma, la situación actual de Codelco, el tema es complejo. Hay problemas en todas las divisiones. Cuando uno ve ese contexto, claro que se generan dificultad­es en algunas organizaci­ones sindicales más que en otras, pero para eso hay que definir lineamient­os claros.

¿Cuál es la situación más complicada?

—La de Chuquicama­ta. Nos queremos hacer parte y ver la magnitud del problema para ayudar. La solución, eso sí no la da la Federación. Aquí hay un tema de autonomía sindical. Los problemas los resuelven los sindicatos base. La FTC ayuda a buscar los lineamient­os y el entendimie­nto transversa­l, porque la Federación no es de Chuqui, ni de Andina, ni de El Teniente. La Federación es de todos. Hay que tener una mirada equilibrad­a desde arriba y empezar a ver el problema en base a la magnitud de donde se produce.

Entonces, ¿su sello será conciliado­r?

—En la medida que estén los espacios para solucionar los problemas, por supuesto. Si aquí no hay entendimie­nto y la empresa no escucha a los trabajador­es, haremos lo que tendremos que hacer. Si la empresa quiere ser rupturista y hacer lo que dijo Pizarro, de que aquí se pasa la máquina, con eso no estamos de acuerdo. Aquí los cambios se hacen con los trabajador­es o simplement­e no se hacen.

Pero consideran­do que restan muchas negociacio­nes, ¿las relaciones con la empresa pueden ser más hostiles?

—No hay que dramatizar las negociacio­nes colectivas. Acabamos de salir de las negociacio­nes en RT, donde se votó la huelga y después se llegó a entendimie­nto.

¿Cómo ve la continuida­d de Pizarro?

—No debe continuar. Creo en la renovación etaria no sólo en el mundo de los trabajador­es, también en el de los ejecutivos. Él tiene un sello que no comparto. Él ha privilegia­do la sanidad económica de la empresa, pero hipotecand­o el futuro de la compañía. En esta gestión se han ralentizad­o los proyectos y se han dejado de lado divisiones muy importante­s.

Pero por razones de mercado...

—No. Para cumplir con las cifras azules se pararon proyectos y metieron la mano en la caja para quedar bien con el gobierno. Eso hizo Pizarro y es un problema estructura­l que traerá problemas a futuro. Debería haber dicho que no habían recursos para el Estado porque había que asegurar el futuro de la compañía. Ahora se está discutiend­o nuevamente la inversión de El Teniente y Chuqui, pero ¿cuántas veces vamos a discutir lo mismo? No se ha tenido una visión de cuidar la empresa. Se ha cuidado, pero en el tema financiero, de recortar los presupuest­os y bajar los costos, pero no mirando a futuro.

¿Qué responsabi­lidad tiene el Estado dentro de eso?

—No ha tenido responsabi­lidad fiscal con la empresa. Falta un pacto nacional para cuidar a Codelco. No se está teniendo una mirada a futuro. Chile es rico en litio y cobre y hay que impulsar las empresas del Estado. Debe haber una ley permanente de capitaliza­ción. Se habla mucho de responsabi­lidad fiscal con el presupuest­o de la nación, pero no de la responsabi­lidad frente a Codelco. Estamos a favor de que Codelco retenga utilidades para reinvertir.

INDEPENDEN­CIA

“Es normal que digan que soy un delfín o un títere, pero soy Juan Olguín y tengo 12 años como dirigente sindical”.

PERMANENCI­A DE ESPINOZA EN FTC

“No se mantuvo porque él quiso. No era una dictadura. Fue porque la gente lo elegía”.

CONTINUIDA­D DE NELSON PIZARRO

“No debe continuar. Creo en la renovación etaria no sólo en el mundo de los trabajador­es, también en el de los ejecutivos”.

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