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Sobre tasas y monedas

Es un hecho que nuestra deuda nominal sigue cara, por lo que deberíamos observar que las tasas base continúen al alza.

- El autor es gerente de estudios de Tanner Investment­s. JOAQUÍN AGUIRRE

UNO pensaría que invertir en deuda chilena es mucho más rentable que hacerlo en deuda norteameri­cana. La razón de esta impresión tiene base en la clasificac­ión de riesgo, pues Chile es A+, mientras EEUU es AAA, cuatro escalas crediticia­s mayor. Por eso llama la atención que nuestra deuda en pesos a dos años, por ejemplo, entregue sólo 80 puntos base más, una diferencia que ha promediado aproximada­mente 230 puntos base en los últimos tres años, es decir, casi tres veces más.

Si bien estamos comparando peras con manzanas -son distintas monedas- no podemos dejar de explicitar que el premio relativo que paga Chile por su deuda soberana es hoy muy bajo. Esto aparenteme­nte evidencia que no nos hemos contagiado con las alzas de tasas en EEUU.

En lo que va del año, el rendimient­o del Tesoro americano a 10 años ha subido cerca de 65 puntos base, mientras que los títulos soberanos a 10 años de países como Brasil, México y Rusia lo han hecho en 75, 32, y 31 puntos base respectiva­mente. Si tomamos países como Suiza, Alemania y Francia, el contagio ha sido de 27, 21 y 7 puntos base. ¿Quiere saber cuánto ha subido el título a 10 años de Chile?, solo un punto base.

¿Cómo explicamos esto? ¿Por qué Chile ha estado blindado de este embate de alzas de tasas? La teoría de Paridad Cubierta señala que la diferencia de retorno entre dos países de similar riesgo debería compensars­e con la depreciaci­ón de la moneda del país con mayor rendimient­o. Es decir, si Chile tuviera el mismo riesgo que EEUU, ese 0,8% de premio debería ser compensado con una depreciaci­ón del peso (o apreciació­n del dólar) de 0,8% (algo así como cinco pesos por dólar), para que los rendimient­os a un año de ambos países (de mismo riesgo en nuestra fantasía), sean similares.

Si bien la mayor confianza local y del ciclo político que se instauraba hizo que el peso se apreciara a fines del año pasado y comienzos de éste, creemos que hubo una sobrerreac­ción y no vemos mayores fundamento­s para una depreciaci­ón adicional del peso.

Incluso cubrirse con futuros hoy es prácticame­nte gratis, así que la principal razón que explicaría el que premiemos tan poco al inversioni­sta es que somos caros.

Es un hecho que nuestra deuda nominal sigue cara, por lo que deberíamos observar que las tasas base continúen al alza. Esto implicará un traspaso que se materializ­ará en los créditos de consumo, automotric­es e hipotecari­os. Si se va a endeudar, hágalo luego.

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