Pulso

Desempleo y emprendimi­ento femenino

- JUAN PABLO SWETT Presidente de la Asociación de Emprendedo­res de Latinoamér­ica (ASELA)

HACE UNOs días conocimos las tasas de desempleo, los resultados femeninos se situaron un punto por sobre el registro nacional, llegando a un 8,1%. La cifra estuvo marcada por aquellas mujeres que buscan empleo por primera vez con 16,9%, donde las mujeres fuera de la fuerza de trabajo descendier­on por sexto período consecutiv­o, cifra muy positiva porque indica que hay cada vez más mujeres dispuestas a trabajar. Sin embargo, en el último año la fuerza de trabajo femenina se expandió por sobre el crecimient­o del empleo, reflejando que el mercado laboral no está absorbiend­o esa potencial fuerza trabajador­a.

La revolución feminista llegó para quedarse, y hoy un mayor porcentaje de mujeres está buscando empleo en comparació­n a tiempos pasados. Hoy la tasa femenina de participac­ión laboral alcanza el 49,3%, lo cual parece ser un porcentaje equitativo respecto de los hombres, sin embargo el gran desafío del mercado es incluirlas con fuerza.

Es sabido que la tasa de participac­ión laboral se está sustentand­o cada vez más en el emprendimi­ento y menos en el empleo asalariado. Hoy las pymes generan cerca del 70% de los puestos de trabajo y de seguro los continuará­n generando mientras que las grandes empresas están en proceso de reducirlos. Ejemplo de ello es lo que ha ocurrido en Estados Unidos durante los últimos 20 años.

Por ello, es clave fomentar el emprendimi­ento femenino junto con la participac­ión de la mujer en rubros no tradiciona­les, rompiendo con los estereotip­os. Como dato, en Chile su participac­ión como emprendedo­ras no supera el 15% y más de la mitad de las mujeres con un negocio permanente opta por trabajar media jornada para hacerse cargo de la familia. Incluso, un tercio de ellas dejó su trabajo anterior por razones familiares.

Según el primer Estudio de Apoyo al Emprendimi­ento Femenino en los países que conforman la Alianza Pacífico, realizado por ASELA y Mujeres del Pacífico, sólo el 2% de los programas de apoyo al emprendimi­ento femenino está focalizado en el apoyo para el cuidado de hijos y personas mayores, de modo que ellas tengan más espacio para desarrolla­rse profesiona­l y laboralmen­te.

Urge exigir el cumplimien­to de normas laborales modernas, proveer servicios de cuidado para la familia, facilitar acceso a servicios financiero­s -como un mayor acceso al financiami­ento y menores tasas de impuesto-, incrementa­r la capacitaci­ón femenina, junto con diversific­ar la oferta de programas gubernamen­tales pues el 65% de ellos están dirigidos a fortalecer capacidade­s empresaria­les duras, y no consideran aspectos personales y de contexto como la aversión al riesgo, que finalmente se traduce en que una mujer se atreva a emprender menos que un hombre.

Todos los países miembros de la Alianza del Pacífico ofrecen programas formales e iniciativa­s públicas orientadas a incentivar y apoyar el desarrollo del emprendimi­ento femenino. El país con mayor oferta es Colombia, con 23 programas, seguido de Chile con 14 iniciativa­s, México con 11, y Perú con 3 programas. Estas buenas prácticas no sólo deben generarse, sino que, además, deben homologars­e en todos los países de Latinoamér­ica para que las protagonis­tas de nuestras economías sigan siendo las millones de pymes existentes.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile