Pulso

Nuestro sistema de pensiones, ¿un Top Ten global?

Si el objetivo es generar buenas pensiones, la percepción es de fracaso.

- RUBÉN CATALÁN

El Global Pension Index de Mercer situó a nuestro sistema de pensiones como el 8° a nivel global. Lo rankea en base a criterios relacionad­os con las pensiones generadas y a su sostenibil­idad, consideran­do ítems como cobertura o endeudamie­nto fiscal, entre otros.

Siendo francos, si el objetivo es generar buenas pensiones, la percepción es de fracaso. Que nadie se sorprenda que el ranking haya levantado cejas incrédulas.

Pero pese a ser el objetivo principal, la pensión no puede serlo todo. Hay varios países que nos superan en tasa de reemplazo: Argentina, Italia, Brasil. Todos con nota 10 en este ítem (lejos de nuestro muy bajo 4). Pero en todos ellos hay graves problemas fiscales. Argentina ha gastado en exceso por décadas. En Brasil el 55% del gasto fiscal no financiero es de pensiones, y ya vimos la reciente polémica por el presupuest­o italiano.

En el informe se hace hincapié en el balance entre sostenibil­idad y capacidad de generación de pensiones, razón por la que estos países -con mucho mejor tasa de reemplazo que la nuestra- están en la mitad inferior del ranking. De nada sirve un sistema con tasa de reemplazo 100%, que termine quebrando en una o dos décadas. Viviste una ilusión y le dejaste la cuenta a tus hijos. Un buen sistema genera incentivos al ahorro privado, evitando imponer los costos a terceros, ya sea mediante transferen­cias directas (sistema de reparto) o mayor carga fiscal (e impuestos).

Lo bueno es que tenemos más de la mitad del problema solucionad­o. No sólo tenemos un sistema sosteni- ble, sino que sabemos por qué falla (ahorro insuficien­te). Pero pensar que este o cualquier otro gobierno será capaz de solucionar­lo quizás es pecar de optimista.

La obligación de que independie­ntes coticen se viene discutiend­o desde hace cuánto, ¿una década? Pero como el costo político de ser el que ejecute la medida es alto, los gobiernos terminan posponiend­o su entrada en vigencia por largo tiempo. Otros proponen falsas soluciones, como AFP estatales, o plantean los tan necesarios aumentos en la cotización como un costo del empleador, para suavizar el costo político.

La naturaleza humana nos hace malos para corregir hoy nuestro comportami­ento (y gastos), para recibir beneficios en un futuro tan lejano como nuestra vejez. Aún así, todos estamos preocupado­s por cómo jubilaremo­s, y la cada vez mayor expectativ­a de vida.

Es hora de dejar consignas, dejar de descansar en que el Estado solucione nuestro problema y abrir los ojos. ¿Cómo lo solucionam­os nosotros? Más ahorro. Si eres independie­nte, cotiza. Si ya cotizas, genera ahorro complement­ario. Educa a tus hijos en una cultura de ahorro. Que no sean ellos los que paguen el pato por farrearse una solución que siempre estuvo en tus manos. ¿Difícil? Seguro, como todas las cosas que valen la pena. ℗

El autor es fundador de AhorrarEsS­imple.cl.

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