Exautoridades difieren de propuestas técnicas para reestructurar y modernizar la DT

El gobierno presentará en los próximos días el proyecto de ley que reformará la entidad fiscalizadora. Algunos avalan la idea de que el Director del Trabajo sea designado por el Presidente, otros sugieren que se continúe a través de ADP.

—La modernización de la Dirección del Trabajo (DT) genera discrepancias entre exautoridades de Trabajo, no por la necesidad de hacerlo, sino más bien respecto a las propuestas que se están analizando desde el gobierno para ello. En conversación con PULSO, el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, aseguró que el gobierno está evaluando algunas propuestas emanadas de la mesa técnica para la Modernización Laboral. Una de esas medidas tiene relación con cambiar la forma en que se nomina al Director del Trabajo. La idea en estudio apunta a que la designación del Director Nacional lo realice el Presidente de la República en acuerdo con el Senado, extendiendo su período por 6 años para aislarlo del ciclo político. Además se evalúa la creación de un consejo consultivo en el servicio para respaldar las doctrinas que se emitan. Desde el año pasado, el cargo de Director del Trabajo se designa por el sistema de Alta Dirección Pública (ADP). Tiene una extensión de cuatro años con prórroga por igual cantidad de años, dependiendo de la decisión del Presidente de la República.

APOYAN LAS MEDIDAS.

Entre las exautoridades que están de acuerdo con las medidas en evaluación está el exdirector del Trabajo, Marcelo Albornoz: “Me parece una excelente medida que la nominación del Director del Trabajo sea a través de propuesta presidencial con aprobación del Senado, porque es una institución sensible en la relación entre privados, trabajadores y sindicatos”. Al mismo tiempo, Albornoz aplaude la propuesta de la creación de un consejo para apoyar las doctrinas emitidas por el DT, sin embargo, ahí hace un alcance y sugiere que en vez de consultivo, esta instancia sea normativa. “La propuesta debiera ir más allá y establecer un consejo normativo, en el cual el DT, sea el presidente y quien establezca el voto dirimente, pero con participación colegiada”. Una visión similar tiene el exsubsecretario del Trabajo, Marcelo Soto, quien además de haber participado de la mesa técnica desde donde surgieron las recomendaciones para el gobierno, señaló que “estoy muy de acuerdo con la forma de designación del DT que se propone, ya que le da más categoría técnica al cargo y el consejo consultivo para ciertos dictámenes, para que el director tenga más respaldo en sus dictámenes”.

VOCES DISIDENTES.

Pero no todas las exautoridades de la Dirección del Trabajo están de acuerdo con las medidas que se están evaluando para modernizar la entidad. En este contexto, el exdirector del Trabajo, Christian Melis, planteó que “no estoy claro que lo que se propone sea lo más adecuado, porque sigue siendo una designación política, ya que participa el Presidente de la República y el Senado, que son cargos eminentemente políticos. Creo que la designación por Alta Dirección Pública (ADP), en la medida que sea una realidad, me parece una buena estrategia”. En cuanto al consejo consultivo indicó que esta medida podría más bien obstaculizar la eficaz emisión de dictámenes. En esta misma línea, el exsubdiretor de la DT, Rafael Pereira, acotó que “la designación del Director del Trabajo, es un tema que ya está en el marco de la ADP. Si de lo que queremos hablar es de autonomía, que es el tema central, habrá que considerar un cambio institucional de envergadura, pero supone un acuerdo sustantivo sobre la relevancia de fortalecer la acción fiscalizadora”. En cuanto al consejo consultivo indicó que “la creación de un órgano asesor para la estabilidad, objetividad y certeza en los pronunciamientos, parte de una premisa errada. Ya que el revés de lo que señala el informe, los dictámenes tienen una gran estabilidad y permanencia, y la modificación de la doctrina de la DT siempre debe ser fundada y justificada”.P

Este proyecto se presentará hacia fines de enero por el gobierno, junto a la reforma laboral y la modernización del Sence.