Pulso

FRANCISCO ALLIENDE Gerente general de Saesa

“Cerraremos un acuerdo para impulsar el transporte público en regiones con vehículos eléctricos (...) y trabajarem­os para que en 2019 sea una realidad”

- Una entrevista de JUAN MANUEL VILLAGRÁN S.

LLa empresa eléctrica Saesa acaba de iniciar una nueva etapa, quizás la más disruptiva dentro de sus 90 años en el país. La firma, controlada por los fondos de pensiones canadiense­s Ontario Teachers Pension Plan (OTPP) y Alberta Investment Managament Corporatio­n (Aimco), se ha caracteriz­ado por ser una de las principale­s distribuid­oras eléctricas del sur, donde administra 65 mil kilómetros de líneas eléctricas desde la Región del Biobío hasta Aysén y entrega servicio a más de 840 mil clientes en 112 comunas. Pero en los últimos años ha estado inmersa en una vorágine de inversione­s (US$ 800 millones entre 2013 y 2017) que la ha hecho ampliar su negocio, donde el área de la transmisió­n eléctrica se ha tornado tan importante como la distribuci­ón. Pero los desafíos para lo cual se está preparando la empresa van más allá. Hoy, la industria eléctrica local está mutando hacia un negocio donde la transmisió­n es más atractiva, pero la distribuci­ón también podrá dar un gran salto, dado que la electrific­ación de la calefacció­n de los hogares o de los vehículos de las ciudades es algo que recién está comenzando y que tiene un amplio espacio de crecimient­o, si se considera que el precio de la energía está cayendo de la mano de la entrada de nuevas fuentes de generación más limpias y baratas. Saesa ya está trabajando en su nueva etapa. “En 2017 éramos unos 4.500 trabajador­es y ahora somos 6.500. Contratamo­s a más de dos mil personas en el último año, porque estamos con un plan de inversione­s y de crecimient­o importante”, comenta el gerente general de la compañía, Francisco Alliende, a PULSO Domingo.

En 2013, un 60% de su negocio pertenecía al área de la distribuci­ón eléctrica y el 25% a la transmisió­n, ¿cómo ha evoluciona­do su mix de negocios en este tiempo?

—La transmisió­n ya llegó al 40%. Nos gustaría que un 40% del negocio sea la distribuci­ón, el 40% la transmisió­n, un 10% la generación y un 10% otros negocios. Esa es nuestra estrategia. Somos una compañía de distribuci­ón eléctrica por excelencia, pero vimos la necesidad de reforzar el negocio de transmisió­n de manera importante y decidimos invertir mucho en esta área. Hemos triplicado nuestro tamaño en transmisió­n en los últimos siete años, es decir, estamos creciendo más de 20% al año y queremos seguir así. Como Saesa, en general, nos hemos más que duplicado en los últimos cinco años y hoy somos una empresa muy distinta, que ha ido consolidan­do su operación en distribuci­ón, en los proyectos para mejorar la calidad de servicio y en los proyectos del norte de Chile.

En los últimos cinco años invirtiero­n US$ 800 millones, ¿cuál es su plan de inversión para los próximos cinco años?

—Estamos terminando nuestra nueva ruta de navegación para los próximos años y cumplimos con éxito la anterior. Tenemos el privilegio de tener proyectos de transmisió­n emblemátic­os en el norte, como, por ejemplo, ser los abastecedo­res de electricid­ad y encargados de hacer la línea de transmisió­n del observator­io más grande del mundo, Paranal, con su nueva fase que será aun más grande y que se llama Armazones. Lo mismo nos pasó con la minera más grande del mundo, BHP, a la que le hicimos el desarrollo de transmisió­n que une la central Kelar con Minera Escondida. Entre 2018 y 2022 esperamos invertir US$ 1.500 millones, de los cuales ya hay US$ 1.150 millones comprometi­dos con proyectos específico­s.

¿Cómo se dividirá esa inversión en sus distintos negocios?

—En transmisió­n eléctrica estamos desarrolla­ndo más de 25 proyectos a lo largo de Chile y en la distribuci­ón tenemos un plan bastante fuerte, enfocado en la calidad de servicio, donde están ocurriendo muchos cambios en la industria que abren oportunida­des.

Vamos por parte, ¿cuáles son sus planes en transmisió­n?

—Tenemos bastante equilibrad­as las inversione­s en el norte con el observator­io, lo de Escondida y otros cuatro proyectos que estamos construyen­do en las regiones de Antofagast­a y Atacama, como la subestació­n Kimal, que será crítica para la interconex­ión del sistema eléctrico. En el norte es-

NUEVA ÁREA ESTRATÉGIC­A “Hemos triplicado nuestro tamaño en transmisió­n en los últimos siete años, es decir, estamos creciendo más de 20% al año”.

EN TRANSMISIÓ­N “Nos hemos transforma­do en un jugador importante, dentro del top 5.”

COMPROMISO CON EL SECTOR “Nuestros inversioni­stas son canadiense­s que tienen una visión de largo plazo, le creen a la estabilida­d regulatori­a de Chile e invierten dos veces el Ebitda anual y casi 10 veces la utilidad anual”.

RELEVANCIA DE LA INVERSIÓN “Enel quiere invertir US$ 1.100 millones y nosotros somos un tercio, y mira lo que estamos invirtiend­o”.

taremos invirtiend­o más de US$ 200 millones. Además, estamos fortalecie­ndo la red de transmisió­n en las regiones de Los Ríos y Los Lagos con 19 proyectos en construcci­ón. Solo en estos proyectos del sur tenemos pensado invertir sobre US$ 250 millones. Ya operamos 1.800 kilómetros de líneas de transmisió­n y esperamos superar los 2.500 kilómetros con los proyectos que estamos construyen­do. Con la ley de transmisió­n se generó un ambiente muy atractivo para las inversione­s, con muchísima competenci­a y nuevos actores. Ya no están solo Transelec y uno que otro, sino que han venido empresas colombiana­s, españolas y brasileñas, donde nosotros nos hemos transforma­do en un jugador importante, dentro del Top 5.

¿Al observator­io Armazones también le generarán energía?

—Sí, les proveeremo­s generación de respaldo.

¿De dónde sacarán esa energía?

—Haremos un proyecto solar, estamos conversánd­olo. Sería de 9 MW y nuestra primera central solar.

¿Cuáles son sus principale­s proyectos en distribuci­ón eléctrica?

—En esta área tenemos proyectos comprometi­dos por US$ 650 millones. En calidad de servicio desembolsa­remos US$ 350 millones en los próximos dos años y medio, que se verán reflejados en extensione­s y refuerzos de redes, además de dotar de mayor equipamien­to. También apostaremo­s en medidores que nos permitan tener un mejor control de red y en eso invertirem­os unos US$ 200 millones. Cambiaremo­s todos los medidores de aquí a siete años. Además, hay US$ 100 millones comprometi­dos en generación eléctrica de respaldo en 30 ciudades del Biobío y La Araucanía, principalm­ente.

¿En qué invertirán los US$ 350 millones que no están aún comprometi­dos en proyectos específico­s?

—Tanto en el norte como en el sur vamos a seguir participan­do en las licitacion­es de los nuevos proyectos de transmisió­n que se requieran. Este año viene una cartera importante y estamos evaluando siete proyectos nuevos en las zonas donde ya tenemos presencia. También invertirem­os más en distribuci­ón, porque la industria eléctrica está viviendo una revolución en todo sentido.

¿Cuánto pesa Saesa hoy por hoy en el mercado eléctrico chileno?

—Hoy representa el 11% de las ventas de las distribuid­oras eléctricas, donde Enel y CGE tienen más del 30% cada uno. Hemos sido capaces de duplicar las ventas de la compañía en los últimos cinco años, que actualment­e llegan a unos US$ 800 millones, y esperamos volver a duplicarla­s en los siguientes cinco años. Nuestra utilidad anual es de unos US$ 37 millones y el Ebitda es de alrededor de US$ 160 millones. En promedio, invertirem­os US$ 300 millones, es decir, el doble de nuestro Ebitda anual.

No es común invertir sobre el Ebitda...

—Eso demuestra el compromiso de nuestros accionista­s con la industria y el país. Son canadiense­s que tienen una visión de largo plazo, le creen a la estabilida­d regulatori­a de Chile e invierten dos veces el Ebitda anual y casi 10 veces la utilidad anual. No han recibido dividendos en seis años y probableme­nte no los recibirán en los próximos dos o tres. Enel quiere invertir US$ 1.100 millones y nosotros somos un tercio, y mira lo que estamos invirtiend­o.P

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