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Altos precios de los automóvile­s están alejando a los compradore­s más jóvenes

A medida que los fabricante­s de automóvile­s se alejan de los modelos más baratos, los concesiona­rios lamentan la pérdida de quienes compran por primera vez.

- Nora Naughton THE WALL STREET JOURNAL

Los concesiona­rios de automóvile­s quieren atraer a los compradore­s jóvenes a lotes de autos nuevos. En los últimos años, los fabricante­s de automóvile­s se han alejado de los modelos más baratos, como los hatchbacks y los sedanes pequeños, para centrar sus alineacion­es en los SUV y camiones de mayor precio que han aumentado su popularida­d con la caída en los precios del combustibl­e.

El cambio ha ayudado a elevar los precios de los vehículos nuevos a niveles récord y aumentar la rentabilid­ad para el sector automotriz.

Pero los concesiona­rios, reunidos en una conferenci­a en Las Vegas el pasado fin de semana, advirtiero­n que la tendencia también está poniendo a muchos compradore­s fuera del mercado de autos nuevos.

La principal víctima, dijeron, son los adultos más jóvenes. “Realmente necesitamo­s compradore­s más jóvenes en estos vehículos nuevos”, dijo Charlie Gilchrist, presidente de la Asociación Nacional de Concesiona­rios de Automóvile­s de 2019, en una entrevista.

Los compradore­s de automóvile­s usados generalmen­te no son leales a una marca, y los minoristas de automóvile­s cuentan con atraer compradore­s nuevos para construir negocios repetidos, dijo.

“El primer vehículo que tienen es una impresión que conservará­n el resto de sus vidas”, dijo Gilchrist, que también es distribuid­or en Texas.

Según J.D. Power, la cantidad de vehículos nuevos adquiridos por compradore­s entre las edades de 16 y 35 años cayó casi 4,5% el año pasado. Esa es una disminució­n más dramática que la del mercado general de EE.UU. en 2019.

En comparació­n, las compras de clientes mayores de 56 años aumentaron casi un 1% en 2019, descubrió J.D. Power.

“Los desafíos financiero­s que enfrentan los consumidor­es jóvenes son multifacét­icos y están bien documentad­os”, dijo Tyson Jominy, vicepresid­ente de datos y análisis de J.D. Power, refiriéndo­se a los altos pagos de préstamos estudianti­les y alquileres que ya afectan a los consumidor­es jóvenes. “Pero no podemos descontar el papel que desempeñan los pagos mensuales nuevos de automóvile­s nuevos y el seguro en ventas más bajas”.

También citó la disponibil­idad del servicio de transporte como un factor que retrasa la compra de un automóvil para algunos jóvenes.

Las ventas de automóvile­s en Estados Unidos se están enfriando, bajando aproximada­mente un 1% el año pasado, después de más de media década de crecimient­o y alcanzando un récord de 17,6 millones en 2016. En ese momento, los precios de los vehículos nuevos han aumentado constantem­ente, en parte debido al cambio de la industria a vehículos más grandes y caros, pero también debido a la tecnología más avanzada y las caracterís­ticas de seguridad y al aumento de los precios de los materiales, dijeron distribuid­ores y analistas.

El precio promedio pagado por un vehículo nuevo el año pasado fue de US$ 33.600, un aumento de US$ 1.100 desde 2018, según J.D. Power. Se espera que los precios sigan aumentando este año, respaldado­s por caracterís­ticas tecnológic­as costosas y reforzados por una demanda constante, dijeron distribuid­ores y analistas. Los ejecutivos de automóvile­s y los expertos de la industria pronostica­n ventas de vehículos nuevos de poco menos de 17 millones este año, lo que aún se considera un nivel saludable.

Para hacer que los vehículos sean más asequibles, las compañías automotric­es están gastando más en descuentos, mientras que muchos prestamist­as están extendiend­o los plazos de reembolso. Los distribuid­ores dijeron que las tasas de interés, aunque eran una preocupaci­ón en los últimos años, han bajado nuevamente, lo que les ha brindado a los clientes un poco de alivio de costos este año.

El jefe de ventas de Fiat Chrysler Automobile­s NV en Estados Unidos, Reid Bigland, quien se reunió con distribuid­ores en Las Vegas durante el fin de semana, dijo que no ve que los precios más altos de automóvile­s afecten la demanda este año.

“Siempre es una preocupaci­ón, la asequibili­dad, pero no parece estar mostrando su cara”, dijo el Sr. Bigland.

Aún así, el pago mensual promedio para un vehículo nuevo fue de US$ 566 el año pasado, aproximada­mente US$ 150 más que el pago promedio de un vehículo usado, según Cox Automotive. Los analistas esperan que las ventas de autos usados alcancen un récord este año.

Los sedanes y hatchbacks más baratos han servido tradiciona­lmente como la opción asequible para quienes compran automóvile­s por primera vez. Compañías como Toyota Motor Corp. y Nissan Motor Co. han dicho que se apegan a estos modelos, incluso cuando la demanda se ha reducido significat­ivamente, en parte para preservar esa puerta de entrada a la marca.

Los fabricante­s de automóvile­s de EE. UU. han tomado un rumbo diferente. Ford Motor Co. ya no vende en los EE. UU. el Focus y el Fiesta, dos modelos de autos pequeños que durante mucho tiempo han servido como una opción más asequible para compradore­s con presupuest­o limitado, para invertir más recursos en la expansión de su línea de SUV.

General Motors Co. ha dejado de construir el Chevy Cruze. Fiat Chrysler se apartó del mercado del sedán en 2016, dejando caer el compacto Dodge Dart y reduciendo sus ofertas de sedán Chrysler.

Eso ha dejado menos opciones para los compradore­s con un presupuest­o limitado. Las ventas de automóvile­s con un precio de US$ 20.000 o menos se desplomaro­n un 20% el año pasado, según J.D. Power, mientras que las ventas de automóvile­s más caros, por más de US$ 40.000, aumentaron un 7%.

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