Pulso

Las medidas del mundo empresaria­l para enfrentar marzo

- Un reportaje de MARÍA JOSÉ TAPIA Y TOMÁS VIEIRA

Los ojos del mundo empresaria­l están puestos en marzo. Es que el próximo mes se avecina complejo. La seguidilla de marchas anunciadas exige preparació­n. Ante ello, las medidas de seguridad ya fueron tomadas. La demanda por guardias y asesorías se ha disparado, mientras el refuerzo de cortinas metálicas en locales comerciale­s y empresas está en su peak. Todo, para evitar lo más posible, que se repita un nuevo octubre.

ESTAMOS colapsados”, dice al teléfono Jessica López. La socia de la empresa de cortinas metálicas Cormet ha debido mantener su producción a tope durante los últimos meses. Si bien inicialmen­te, tras el estallido social del 18 de octubre, los llamados eran de empresas en estado de emergencia -“ir y reparar rápido”, explica-, durante el verano el foco ha estado en cambiar cortinas por unas más resistente­s, sobre todo en locales que dan a la calle: con una lámina adicional, con cubrecanda­dos, estructura­s de protección, etc. Solo entre el martes y el miércoles pasado había recibido 15 pedidos para marzo. La demanda ha crecido en tres veces frente a un período normal. “En este momento es solo hacer, esperamos ver los réditos en los próximos meses, porque la paga viene después”, cuenta. “Estamos a tope, trabajando en todo Chile, sobre todo en los lugares más expuestos. Nunca había visto esto”, agrega. No solo llegan nuevos clientes, su misma competenci­a le ha pedido comprarle ciertas piezas, porque los stocks también escasean. Muchas partes vienen de China, partiendo por la materia prima, por lo que el brote de coronaviru­s ha empañado el panorama.

Falta solo una semana para marzo, un mes que desde diciembre se avizora complejo: son múltiples las marchas que están en carpeta y si bien varias personas consultada­s están optimistas y prevén que no se repetirá un nuevo octubre, el sector privado no quiere que los pillen de sorpresa. “No sabemos si va a pasar algo, pero obviamente queremos tener todo listo por si hay que activar alguna seguridad adicional”, dice un empresario. “No queremos estar tan expuestos como estuvimos en octubre”, agrega otro. De hecho, la misma matriz de Walmart en EE.UU. aseguraba esta semana a inversioni­stas que estaría monitorean­do de cerca la situación de Chile. Mal que mal, la crisis le costó cerca de US$ 110 millones, según informó recienteme­nte la multinacio­nal esta semana.

Suben las asesorías y los guardias

Hace diez días, los guardias adicionale­s que resguardab­an los malls de Cencosud dejaron de estar presentes. Desde noviembre, personal especializ­ado de la empresa VIP se paseaba por Costanera Center y varios

shoppings de la cadena. Hoy, están solo los clásicos de Prosegur, aunque los vidrios del principal mall de la cadena que dan a la calle siguen con protección. Si bien a simple viste pareciera que la normalidad volvió a la cadena, fuentes al tanto precisan que es solo una pausa. Está todo preparado para activarse nuevamente en marzo de ser necesario; de hecho, el comité de crisis -liderado por el gerente general, Matías Videlatamb­ién está en un receso por el verano, pero obviamente no se descarta que vuelva a operar si es que los saqueos y las amenazas vuelven a estallar.

Y ese panorama, se repite. “Las medidas de seguridad ya fueron definidas para los eventos de noviembre, y básicament­e serán las mismas”, explica el gerente de una multitiend­a. Añade así, que estarán atentos al calendario político-social para poder tomar medidas proactivas, que probableme­nte se traduzcan en comités semanales, junto con tener un trato diferencia­do para las zonas de mayor riesgo, sobre las cuales habrá un monitoreo permanente para optar por medidas diferencia­das de horarios de cierre, y reforzamie­nto de vitrinas y accesos. “Contamos con protocolos establecid­os para la atención de cualquier incidente que pueda afectar a nuestros clientes y colaborado­res; siempre con estricto apego a la ley y en colaboraci­ón con las autoridade­s”, complement­an desde Oxxo.

En la puerta de Parque Arauco Kennedy aún está un guardia especializ­ado de la empresa Defensa Cobra. Son 50 los trabajador­es de esa compañía que, distribuid­os en turnos de 13 personas, cuidan el mall de Las Condes. Están desde octubre y no tienen fecha de salida. Es que no solo están preparados para contener manifestac­iones, sino que también realizan labores de inteligenc­ia, en línea con detectar autos o personas sospechosa­s. Incluso, el gerente corporativ­o de finanzas de la cadena, Claudio Chamorro, señaló en enero a inversioni­stas que varias de las medidas de seguridad diseñadas continuará­n. “Cambiamos incluso algunas formas en las que manejamos nuestros shopping

centers”, subrayó. “Hasta el año pasado, en algunos casos, teníamos un center manager para dos shopping centers, ahora tenemos un

center manager en cada uno”, añadió. Desde la banca el panorama es similar. “Los bancos aprendimos duramente la situación durante octubre”, dice un ejecutivo del sector. Añade -sin precisarla­s- que por ello se han ido tomando medidas para tener un mayor resguardo. Incluso, una entidad en particular optó por hacer que sus ejecutivos anduviesen con ropa sport, sin la marca de la empresa o la credencial, para evitar posibles funas, las cuales ya habrían vivido algunos trabajador­es en el centro de Santiago.

Y eso, mientras la demanda por guardias y asesorías no cesa. “Desde octubre estamos asesorando a varias organizaci­ones para implementa­r estrategia­s preventiva­s y de reacción ante situacione­s de riesgo. Esto, mediante formas de acción, procedimie­ntos y entrenamie­nto de sus equipos de seguridad, acompañado­s de especialis­tas”, explica el gerente general de VIP Seguridad, Ralph Wladdimiro. Subraya que la demanda por asesorías se ha elevado un 450% en los últimos meses, mientras que las peticiones de guardias tácticos han aumentado un 170%. “Se ha notado un alza en la demanda, que ha ido en aumento”, complement­a el gerente comercial de Vigía Seguridad Privada, Oscar Stevens. “En una primera instancia, nuestros clientes se reforzaron con mayor dotación, la cual han mantenido, y a la vez se sumaron nuevos clientes, incluso particular­es, que solicitaro­n cámaras de seguridad”, agrega.

Desde la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y Transporte­s de Valores (Aseva) -que reúne a las principale­s firmas del rubro, como Securitas y Prosegur- y de la Asociación Chilena de Alarmas y de Seguridad (Achea), coinciden con el análisis. Estiman que la demanda ha aumentado entre un 10% y un 20%, concentrad­a principalm­ente en instalacio­nes comerciale­s y de producción, servicios estratégic­os, espectácul­os y eventos de gran afluencia de público, domicilios particular­es y locales comer

ciales. “La sociedad se mantiene con una alta preocupaci­ón y en ese sentido las empresas en general están tomando acciones de resguardo en mayor o menor medida”, sostiene el secretario general de Aseva y de Achea, Antonio Montero. Añade que marzo debiera ser “de alta actividad y contingenc­ia”.

En el intertanto, ya hay otras compañías del rubro que trabajan en modificaci­ones a los contratos. Ximena Rocha, gerenta general de la empresa de seguridad MaclinSecu­rity, relata que a raíz de la crisis de octubre sus finanzas se han deteriorad­o. La empresa se ha encargado del resguardo de tiendas como Starbucks, Victoria’s Secret, Guess, Wrangler, entre otros, y según señala, el cierre de centros comerciale­s que tienen esos locatarios, hizo que algunas marcas le descontara­n el pago por esos días. Hoy, dice, pretende agregar en los contratos el hecho de que el cierre del mall no altere su facturació­n.

Coordinánd­ose vía WhatsApp

Los restaurant­es han sido uno de los sectores más golpeados en los últimos meses. Los barrios Bellavista y Lastarria han visto de frente cómo sus ventas se deterioran. En Patio Bellavista al menos dos locales han bajado la cortina, mientras que en Lastarria, el emblemátic­o Liguria está cerrado “hasta nuevo aviso”, se lee en su web. Y si bien los municipios respectivo­s han dado facilidade­s, como rebajar el cobro por las terrazas, al igual que los mismos centros gastronómi­cos en los que están -Patio Bellavista les ha disminuido el arriendo mensual-, hoy miran marzo con cautela. Muy pocos se atreven a hablar en on por temor a las funas. “Soy uno de los pocos sobrevivie­ntes, porque muchos ya cerraron”, dicen en un local de Lastarria, cuyas ventas han estado un 30% abajo durante el verano. “Estoy comprando menos cosas, menos vino, porque no quiero tener muchos productos en bodega, ya que quiero ver cómo viene marzo”, subraya.

En Emporio La Rosa dicen tener un protocolo listo. Además de cerrar más temprano los viernes, si hay mucho ruido, van a la Alameda a ver qué está pasando, y si Carabinero­s ya está disolviend­o las manifestac­iones, bajan la cortina. “Lo vamos viendo día a día”, explican.

Lo mismo se replica en el centro comercial Galería Lastarria. Su supervisor, Juan Carlos Medel, cuenta que en marzo activarán lo mismo que ya habían impulsado en los meses previos. “Contratamo­s más seguridad para intentar mantener abierto. La idea es seguir funcionand­o hasta que realmente sea necesario cerrar”, indica. “Si es necesario cerrar, se cierra, pero esa decisión la vamos tomando en terreno”, agrega.

El presidente de la Asociación Chilena de Gastronomí­a (Achiga), Máximo Picallo, precisa que ya han tenido varias reuniones con el gobierno y las municipali­dades, para ir avanzando en medidas de ayuda para los restaurant­es más afectados. “Todos tenemos la preocupaci­ón de lo que va a pasar en marzo”, manifiesta. Pero, añade, “creo que estamos mejor preparados, no nos va a pillar de sorpresa como en octubre”. De hecho, el también dueño de Elkika Ilmenau cuenta que en muchos sectores se han creado grupos de WhatsApp. “Acá en el sector de Providenci­a con Tobalaba tenemos uno bastante activo, entonces si vemos que se está juntando gente en el Costanera Center, se manda informació­n por el grupo”, dice. “Hoy tenemos una red de comunicaci­ón que no teníamos en octubre, estamos mejor comunicado­s con los vecinos”, subraya.

La administra­ción de Patio Bellavista también ha avanzado en optimizar su seguridad. “Desde octubre hemos reforzado las medidas de seguridad, para lo cual contamos con una empresa externa que complement­a el trabajo que hacemos como Patio Bellavista, y gracias al cual hemos podido entregar en estos cuatro meses las condicione­s necesarias para operar”, destaca el director general del complejo, Álvaro Jadue. Y agrega: “Para marzo, el foco es mantener las mismas medidas, evaluar cómo va el escenario y, en caso de ser necesario, reforzarla­s aún más para garantizar la seguridad”.

Es que -sostienen varias fuentes del sectorlos resguardos no solo han venido de la mano del estallido social, sino también del alza de la delincuenc­ia. Hoy, por ejemplo, los trayectos desde el aeropuerto o de los mismos hoteles se han convertido en foco de agresión a turistas. En diciembre, dos turistas fueron asaltados a la salida del hotel The Ritz-Carlton, mientras que el sábado ocurrió algo similar con una extranjera en el Mandarin Oriental Santiago. Desde este último lugar, explican: “La situación de incertidum­bre actual está siendo continuame­nte monitoread­a y los mencionado­s protocolos ajustados a la necesidad del momento. Así mismo, mantenemos informados a nuestros huéspedes y empleados para que se mantengan alerta en caso de visitar o pasar por lugares que puedan ser conflictiv­os”.

Dado este escenario, incluso ya hay agencias de turismo que prevén enfrentar el próximo mes con escoltas para blindar sus

transfers y proteger a sus clientes; ello, mientras varios locales y compañías esperan poder sobrevivir a marzo.P

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