Directorios: estrategia, ética y construcción de futuro
Estamos viviendo una crisis sin precedentes, la cual ha afectado prácticamente a todas las compañías. Si bien algunas se han beneficiado, como las del rubro de alimentos o telecomunicaciones, la mayoría se han visto muy afectadas, incluyendo a muchas bien gestionadas que, previo al Covid-19, jamás imaginaron que podrían llegar al borde de la quiebra.
Numerosos dueños y sus equipos, muchas veces reducidos, están sobreexigidos y enfocados diariamente en apagar incendios para mantener la liquidez y continuidad operacional. Frente a esto, el rol del directorio de controlar la caja, gestionar riesgos y mantener alguna mirada de mediano plazo es difícil, pero cobra más relevancia que nunca. La
PUNTO DE VISTA
contingencia ha implicado un mayor involucramiento en la gestión diaria, no solo para ayudar a solucionar la coyuntura, sino también para levantar la mirada de manera realista y decidir si y cómo el negocio flota a futuro.
Es clave que los directores estén actualizados respecto a todo lo que pueda afectar al negocio, aportando experiencia, contactos y perspectivas prácticas para la toma de decisiones y el establecimiento de prioridades. Este “asesoramiento” debe estar siempre disponible, tanto en reuniones ordinarias como extraordinarias o, incluso de manera virtual. Al mismo tiempo, los directores deben estar abiertos a asumir nuevas responsabilidades, involucrándose, por ejemplo, en la comunicación o negociación con distintos stakeholders, o supervisando actividades del día a día. En esto es clave que exista confianza con el CEO, permitiéndole recurrir a la junta cuando lo necesite y, a su vez, a esta cuestionarlo con preguntas difíciles, y entregar feedback sin desmotivarlo y angustiarlo más en un escenario que ya genera bastante presión.
Cualquier acción debe llevarse a cabo bajo la máxima de proteger la seguridad de las personas y en línea con el propósito de la compañía, comprendiendo que las decisiones de hoy marcarán la reputación y credibilidad a futuro. Aquí el directorio tiene una especial responsabilidad en cuidar el actuar ético, considerando que ante dificultades puede aumentar la tentación de proceder de manera incorrecta o límite, arriesgando dañar el futuro del negocio.
El mundo está cambiando velozmente y no volverá a ser el mismo. La incertidumbre y adopción digital ha aumentado considerablemente, mientras que empresas y clientes experimentan cambios radicales en su realidad y mentalidad. Por eso, es indispensable que las compañías, impulsadas por el directorio, se adapten y aprovechen esta crisis para reimaginar el futuro y preguntarse, entre otras cosas, cómo serán sus nuevas formas de trabajo, cómo se relacionarán con el entorno y, sobre todo, cómo liderarán la ruta de transformación para fortalecerse y contribuir a la construcción de una nueva y mejor sociedad.
Socio de Virtus Partners