Presidentes de la CPC y de sus ramas apuntan a ir retomando la actividad y hacia modelo más social
Desde la Confederación de la Producción y del Comercio, su presidente Juan Sutil advierte que la situación económica del país podría tornarse delicada si no se retoma la actividad. Las ramas de la CPC también ven la oportunida para hacer cambios.
“Se debe ir retomando cierto grado de actividad (...). El chanchito de las empresas y de las familias también se agota”
JUAN SUTIL
Presidente de la CPC
Urge retomar progresivamente la actividad económica. Sobre esto no hay dos miradas dentro del empresariado. Y es que, aunque el tema se ha vuelto una verdadera encrucijada, porque varios han sido los intentos fallidos por retomar la actividad, desde la gran empresa no solo hay una preocupación, sino que también existen esfuerzos por avanzar en esta dirección.
De eso al menos dieron cuenta el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil, y los presidentes de las seis ramas que integran la mutigremial, en el marco del conversatorio “Encuentro empresarial: Impacto sectorial del Covid-19 en Chile”, desarrollado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo en alianza con La Tercera.
En conversación con la periodista y columnista de La Tercera, Paula Escobar, el máximo líder del empresariado se mostró preocupado por el escenario adverso que enfrenta el país y advirtió que, si no se toman cartas en el asunto respecto a retomar de a poco la actividad, la situación podría pintarse “tremendamente delicada”, dado que “el chanchito de las empresas y las familias se agota”.
Esto, pensando en que el Estado tampoco se puede endeudar más allá de lo prudente, dijo Sutil, porque de lo contrario Chile podría caer en una situación similar a la de Argentina, “donde el deterioro es a tal nivel, que no es posible producir y menos crear empresas”.
Es eso lo que a juicio de Sutil se debe evitar a toda costa, y es por eso su llamado a retomar la actividad y a poner foco en la reactivación económica con políticas públicas robustas y de largo aliento.
Toda vez que, para Sutil, esto no solo daría el puntapié inicial para el proceso de recuperación, sino que a la par generaría las condiciones necesarias para apuntalar la inversión, crear empleos y transitar de mejor manera hacia un modelo económico sustentable y equitativo.
En este último punto, Sutil reflexionó sobre el actual modelo chileno y las discusiones políticas que se van a tener que retomar una vez pase el mayor impacto de la crisis. “Tenemos el desafío como país de construir una Constitución que nos interprete a todos y nos permita construir un desarrollo, y repensar ese país del futuro”, dijo.
Así, se mostró a favor más bien de aspirar a una sociedad como la del norte o sur de Europa, “donde se transita de la social democracia o de centroizquierda a una economía liberal o de centroderecha, pero con una concepción social muy importante. Esa es la sociedad del bienestar”, sostuvo.
De cara a esta sociedad que aspira Sutil, durante el segundo bloque, por su parte, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín, argumentó que primero es necesario iniciar un proceso de recomprensión de la realidad del país y en función de eso trazar una hoja de ruta con objetivos claros enfocados en atender a estas cuatro variables: economía, desempleo, pobreza y segregación.
Sobre este punto, y aunque Larraín Matte reconoció que ese proceso de reconstrucción va a tener un punto de partida considerablemente más bajo de lo que se pensaba, cree que los nuevos instrumentos marcados en esta hoja de ruta deben conectar de manera innovadora con los desafíos de largo plazo. En lo concreto, explicó que “se trata de crear planes que atiendan lo contingente, pero con miras a lo que se va a requerir en el futuro”.
Complementando lo dicho por su antecesor, pero en un tono más reflexivo, el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), José Manuel Mena, apuntó más bien a que la clave es generar un acuerdo social implícito donde si bien hay diferencias “la violencia no tiene cabida y nos aceptamos por igual”.
Así, respecto de lo sucedido en octubre pasado, Mena dijo “que la abundancia nos empezó a disminuir nuestra forma de buena convivencia”.P