Pulso

La posición de Trump y Biden sobre las grandes tecnología­s

Ambos ven problemas, pero difieren en las soluciones

- John D. McKinnon y Ryan Tracy THE WALL STREET JOURNAL

Se espera que las poderosas empresas de tecnología enfrenten un mayor escrutinio, sin importar quién gane las elecciones del 3 de noviembre, pero el presidente Trump y el retador Joe Biden difieren en algunos de los problemas que plantea la gran tecnología y cómo resolverlo­s.

En un segundo mandato, Trump y sus designados probableme­nte mantendría­n, y posiblemen­te aceleraría­n, el escrutinio regulatori­o a gran escala de las empresas de tecnología que marcó su primer mandato. Ese esfuerzo ha incluido acusacione­s de parcialida­d anticonser­vadora online, las investigac­iones antimonopo­lio de los gigantes de internet, como Google de Alphabet y Facebook, y acciones contra aplicacion­es de propiedad china como TikTok y WeChat (ayer el gobierno de EE.UU. anunció que, a partir de mañana, bloqueará las descargas de la primera y bloquearía la segunda).

Biden, el candidato demócrata, también ha criticado el poder de mercado de las grandes tecnología­s. Él y su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris dicen que apoyarían una supervisió­n antimonopo­lio más estricta y reglas de privacidad online. Pero el bando de Biden ha hecho hincapié en obligar a las empresas de redes sociales a vigilar mejor sus sitios contra la informació­n falsa y en tomar medidas gubernamen­tales para ayudar a los trabajador­es amenazados por innovacion­es como los automóvile­s autónomos.

Dado que el Congreso también se centra en las grandes tecnología­s, es probable que ambos candidatos participen en los esfuerzos legislativ­os para aumentar la competenci­a en los mercados digitales, ampliar el acceso de banda ancha y proteger la privacidad de los consumidor­es.

“El enfoque de no intervenci­ón se ha ido, independie­ntemente de quién gane las elecciones”, dijo Gene Kimmelman, un ex funcionari­o antimonopo­lio de la administra­ción Obama que recienteme­nte coescribió un documento en el que pedía una nueva agencia para regular las grandes plataforma­s digitales.

Antimonopo­lista

La administra­ción Obama, en la que Biden se desempeñó como vicepresid­ente, desarrolló una reputación amigable con la tecnología, contrató a veteranos de Silicon Valley para puestos clave y se negó a presentar quejas antimonopo­lio contra Google y otros. A algunos críticos tecnológic­os, conservado­res y progresist­as por igual, les preocupa que una administra­ción de Biden vuelva a adoptar esa postura, resolviend­o cualquier caso antimonopo­lio presentado por la administra­ción Trump en términos indulgente­s.

El portavoz de la campaña de Biden, Matt Hill, se negó a comentar sobre la posibilida­d de resolver los casos antimonopo­lio, pero sugirió que Biden sería duro.

“Joe Biden ha dicho durante mucho tiempo que uno de los pecados más grandes es el abuso de poder”, dijo Hill. “Muchos gigantes de la tecnología y sus ejecutivos no solo han abusado de su poder, sino que han engañado al pueblo estadounid­ense, han dañado nuestra democracia y han evadido cualquier forma de responsabi­lidad. Eso termina con un presidente Biden”.

La campaña de Trump dice que la indulgenci­a terminó con las elecciones de 2016. El Departamen­to de Justicia de la administra­ción Trump ha estado investigan­do a Google por una posible conducta anticompet­itiva en su negocio de búsqueda y publicidad y se espera que presente un caso, antes de las elecciones, que probableme­nte se trasladarí­a a 2021 y más allá. La Comisión Federal de Comercio también está investigan­do a las empresas de tecnología por posibles infraccion­es antimonopo­lio, incluida la preparació­n de una posible demanda contra Facebook.

Durante las primarias demócratas,

Biden no se unió a los progresist­as que pedían disolver las firmas de Big Tech, diciendo que sería prematuro hacerlo antes de una investigac­ión formal. Este verano, un grupo de trabajo político que creó Biden con el senador de Vermont, Bernie Sanders, su último oponente en las primarias demócratas, recomendó dividir las empresas por comportami­ento anticompet­itivo “como último recurso”.

Sin embargo, Biden ha dicho que la aplicación de las leyes antimonopo­lio no ha sido lo suficiente­mente fuerte y que las empresas de tecnología merecen una mirada atenta por parte de las agencias federales que supervisan la competenci­a.

Trump tampoco ha pedido rupturas tecnológic­as, aunque ese es uno de los posibles resultados de las continuas investigac­iones antimonopo­lio.

Responsabi­lidad Tech

Un enfoque particular para un segundo mandato de Trump sería la legislació­n para reducir las proteccion­es de las que disfrutan las empresas de redes sociales, en virtud de la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaci­ones de 1996, que les otorga una amplia inmunidad legal para el contenido publicado y sus esfuerzos por moderarlo. Trump dice que la ley se ha utilizado para censurar puntos de vista conservado­res.

El mandatario pidió la derogación de la Sección 230 en un tweet del 8 de septiembre, haciéndose eco de una posición que Biden tomó a principios de este año con una motivación muy diferente. Aun así, la ley se considera fundamenta­l para internet y tiene apoyo bipartidis­ta.

Trump ordenó a las agencias reguladora­s este año que consideren una supervisió­n más estricta de las empresas online, bajo la Sección 230 cuando no moderen el discurso de los usuarios de manera justa o no cumplan con sus promesas relacionad­as con la libertad de expresión.

Biden sorprendió al mundo de la tecnología cuando pidió la revocación de la Sección 230. Pero a diferencia de los conservado­res, dice que algunas plataforma­s de redes sociales realizan muy poca vigilancia, no demasiada.

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