Economistas entregan sus definiciones en materia de impuesto a la renta y a la riqueza
Dos seminarios para hablar de impuestos se realizaron ayer. Uno fue organizado por Clapes UC y tuvo como foco central analizar la viabilidad y efectividad de aplicar un impuesto a los súper ricos. El segundo tuvo lugar en el Centro de Estudios Públicos (C
Hoy cuando se presente el Informe de Finanzas Públicas será la oportunidad para que el secretario de Estado despeje las dudas de los parlamentarios de la Mixta.
“(Un impuesto a los súper ricos) puede provocar una fuerte salida de capitales fuera de Chile e impactar negativamente las posibilidades de inversión y el crecimiento de nuestra economía”.
“No pienso que nuestro sistema tributario sea particularmente adverso para el crecimiento. Creo que los problemas del crecimiento van por otro lado”.
“El impuesto al patrimonio ha sido una herramienta más bien descartada a nivel internacional y no recaudó lo que se prometió. Además, no se hace cargo de los problemas estructurales de la economía”.
“En el mundo lo que predomina son los impuestos al ingreso, y que este (a los súper ricos) sea a la riqueza bruta, es bien bruto. Es una mala idea y no es creíble que sea por una sola vez”.
“El impuesto a la riqueza aumenta levemente la recaudación, dependiendo de cómo se diseñe(...) la recaudación fiscal es bastante menor al promedio de la Ocde”.
“En el tema de la evasión hay muchas cosas dando vuelta, entre ellas, las diferencias que tenemos en materia de secreto bancario con muchos países de la Ocde”.
MENOR DÉFICIT. Aun así, el ministro anticipó un panorama menos negativo para los ingresos, influidos tanto por el cobre como por la recuperación. “Hemos visto una mejoría en la demanda externa de China por el metal rojo, que se ha ido traduciendo en mejoras de precios y para 2021 nuestro escenario central es una mejora relevante a 288 centavos la libra, desde los 260 centavos en el anterior informe”.
En junio se estimaba que mientras el gasto público crecería 11,4%, los ingresos caerían un 16,1% real con respecto a los ingresos efectivos del año 2019, por lo que se estimaba un déficit efectivo equivalente a 9,6% del PIB, y un estructural equivalente a 3,5% del PIB.
Mientras que en esta ocasión, Briones anticipó que este año cerraría con una caída de ingresos de sólo 10,6%, lo que deriva en un déficit fiscal estructural de 3,2 puntos porcentuales del PIB, y un déficit fiscal efectivo en 8,2 % del PIB, menor al 9,6% proyectado en junio. “La buena noticia en términos relativos viene de dos lados. Vemos una leve mejoría en los ingresos fiscales proyectados para este año y consistentemente con una recuperación de la economía para 2021 también vemos una mejoría en ingresos importante respecto de este año”, acotó el ministro, recalcando que ello se traducirá en menores déficits fiscales para este año y el próximo año.
“Para 2021 esperamos un déficit efectivo de 4,3 puntos del PIB porque, si bien mantendremos el mismo tren de gasto, conforme la actividad repunta también mejorarán los ingresos y por esa vía vamos a compensar”, subrayó la autoridad.
No obstante, el déficit estructural llegará a 4,7%, “por lejos el más alto desde que se creó la regla. Está es la métrica con la cual se evalúa el impulso fiscal de junio, el próximo año tenemos una situación fiscal delicada por lo que va requerir un compromiso de consolidación fiscal muy creíble a posterior porque no es sostenible”, remarcó el ministro.
La sesión de la Mixta ayer fue bastante accidentada ya que los diputados tenían que ir a votar a la Cámara y debió suspenderse la cita por 45 minutos, para reanudarla posteriormente, pero el ministro andaba contra el tiempo y no pudo responder las inquietudes de los parlamentarios.