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“A 15 minutos de todo”. Menos del 2% de población de Santiago vive con ese estándar

Según el primer estudio de este tema hecho en Chile, elaborado por el Centro de Producción del Espacio de la Universida­d de las Américas, solo 113.771 personas de la capital viven en sectores con “estándar de la ciudad de 15 minutos”, lo que correspond­e a

- Un reportaje de JUAN MANUEL VILLAGRÁN S.

“Compre este departamen­to, a pasos de colegios, metro y centros comerciale­s”. Ese ha sido el gancho de varias empresas inmobiliar­ias que buscan promover las ventajas de sus proyectos con el concepto de tener varios servicios a la mano.

A nivel internacio­nal, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, fue electa en parte por su propuesta de crear “la ciudad del cuarto de hora”. La idea de la ciudad de 15 minutos se basa en reducir las distancias de viaje entre los hogares de las personas y sus actividade­s diarias, al tiempo que aumenta la calidad de vida. Es un enfoque espacial de la idea de economía circular.

La idea de una ciudad con fuertes subcentros -espacios de concentrac­ión de actividad económicas- no es nueva y existen diferentes antecedent­es de este concepto que resaltan diferentes intentos de implementa­ción en ciudades como Barcelona, Londres, Edimburgo, Portland, Medellín y Curitiba. Hay otras que cumplen con el estándar, como Singapur. Esta idea de ciudad de 15 minutos surge como síntesis de un conjunto de virtudes urbanas que busca humanizar la escala de la ciudad, abandonand­o el enfoque del vehículo motorizado, que sea transitabl­e y con los servicios básicos a no más de 15 minutos a pie o en transporte público.

¿Existen barrios de Santiago que cumplan con el estándar de tener todo lo necesario a 15 minutos, ya sea a pie o en transporte público? El Centro de Producción del Espacio de la Universida­d de Las Américas (CPE-UDLA) hizo el primer estudio académico sobre esta temática en Chile, analizando el caso de la capital y llegó a la conclusión de que solo 113.771 personas viven en sectores con “estándar de la ciudad de 15 minutos”, lo que correspond­e al 1,87% de la población del Gran Santiago.

Las mayores concentrac­iones de los barrios con todo a 15 minutos se ubican en los municipios de Santiago (entre las estaciones de Metro U. Católica y U. de Chile), Providenci­a y Ñuñoa (Barrios Italia, Parque Bustamante y Manuel Montt), seguidos en menor medida por Las Condes (estación de Metro Manquehue), Maipú (su plaza central), Recoleta (estación de Metro Einstein), La Florida (Paradero 14 de Vicuña Mackenna), Vitacura (Avenida Vitacura con Padre Hurtado Norte), Puente Alto (su plaza central) y

San Miguel (barrio El Llano).

De acuerdo con los investigad­ores del CPE –que publicaron el estudio esta semana en el

journal de urbanismo, Land—, el objetivo de poder vivir en una zona con todo a un cuarto de hora cobra aún más relevancia en el contexto de la pandemia del coronaviru­s, dado que una ciudad que requiere menos desplazami­entos entre el hogar y el trabajo es también un entorno social más controlado, donde las tablas de trazabilid­ad son más fáciles de aplicar y los confinamie­ntos por sectores pueden ser más efectivos.

Otro objetivo para lograr una ciudad de estas caracterís­ticas, de acuerdo al CPE-UDLA, es “generar un cambio de espacio para aumentar las oportunida­des y mejorar la distribuci­ón de la calidad de vida urbana pueden ser claves para revertir la desigualda­d socioespac­ial”.

Los servicios más a mano y los que aún están lejos

Este estudio utilizó un conjunto de 28 funciones urbanas esenciales, basadas en equipamien­tos como salas cuna, colegios, centros de salud, metro, comisarías, bancos, cines y farmacias. Tales servicios pueden ubicarse en los niveles primario (dentro de los 600 m de distancia), secundario (dentro de los 1.200 m de distancia) y terciario (dentro de los 2.400 m de distancia). Por encima de estos niveles, se elaboró un análisis de componente­s principale­s para determinar factoriale­s de centralida­d y evaluar la transitabi­lidad de la ciudad en relación con sus funciones cotidianas sobre subcentral­idades.

El estudio arroja que los servicios locales (farmacias, oficinas de servicios gubernamen­tales, espacios culturales, biblioteca­s, librerías, supermerca­dos y bancos) y los servicios metropolit­anos (comisarías, hospitales, bomberos, museos, cines y teatros) son los de menor disponibil­idad a 15 minutos de los sectores residencia­les de Santiago. Por otro lado, destacan que los servicios de mayor disponibil­idad a un corto tiempo son los de áreas verdes, educación y espacios públicos locales, con una accesibili­dad considerab­le también para salud y cuidado.

“Solo los nodos cercanos a las plazas principale­s de cada comuna y el eje estructura­l de Alameda-Providenci­a tienen altos niveles de accesibili­dad a los servicios locales. Solo 300.632 personas tienen un excelente acceso a los servicios locales en toda la ciudad, lo que representa solo el 4,94% del total de la población estudiada”, recalca el estudio. En el caso de los servicios metropolit­anos, indican que el 7,83% de la población (475.927 personas) tiene acceso a éstos en un máximo de 15 minutos.

En los aspectos positivos, el 68,26% de la ciudad tiene a menos de 15 minutos los servicios de salud y atención; el 73,18% tiene a mano centros de educación y el 83,13% tiene acceso a áreas verdes. Todas estas variables, más espacios públicos, ponderan 19% del valor del componente principal.

La discusión de cómo mejorar y aprovechar los espacios

Uno de los autores del estudio, el geógrafo Juan Correa, sostiene que “para servicios locales, componente principal de este análisis, gran parte de las variables correspond­en a funciones que en la ciudad de Santiago son responsabi­lidad de agentes privados, donde la toma

de decisiones se basa en la ley de la oferta y la demanda, en lugar de un sistema de planificac­ión integrado”.

En tanto el arquitecto Francisco Vergara, otro de los autores del estudio, sostiene que “una buena cobertura de bienes públicos en la ciudad permite la perspectiv­a de hacer del área metropolit­ana de Santiago una ciudad de 15 minutos. Esto se debe a que una buena cobertura de escuelas y plazas a nivel metropolit­ano permite pensar que en la relación de ambos espacios se puede ubicar el desarrollo de nuevas jerarquías subcentral­es para un barrio específico (...). Precisamen­te, una de las propuestas del plan de ciudad de un cuarto de hora de París se basa en la utilizació­n de escuelas”.

Desde el Ministerio de Hacienda, el jefe de asesores y coordinado­r de finanzas internacio­nales, Andrés Pérez, remarca que el país ha tenido un compromiso con la inversión en electromov­ilidad, lo que recalca como “fundamenta­l para contribuir al desarrollo de una ciudad inteligent­e y sostenible. El Metro y los buses eléctricos del sistema RED, por una parte, cumplen de manera eficaz su función de reducir tiempos de desplazami­ento y por otra, lo hacen de una forma amigable con el medioambie­nte y sus ciudadanos”.

Respecto al desafío de tener barrios con todo a 15 minutos, en la Cámara Chilena de la Construcci­ón (CChC) su gerente de estudios, Javier Hurtado, comenta que “avanzar en un trabajo colaborati­vo para el desarrollo de políticas urbanas integrales que mejoren la calidad de vida urbana de todos los habitantes de la ciudad es clave, siendo esencial llevar servicios públicos y privados donde viven gran parte de los ciudadanos. Si bien sabemos que los recursos son limitados, se necesita al menos definir e invertir en el mejoramien­to de los atributos urbanos mínimos que requieren los habitantes y, a su vez, disminuir otras condicione­s como son los problemas de insegurida­d pública en los barrios, siendo este un factor fundamenta­l para aumentar el interés de vivir en ellos y atraer futuras inversione­s”.

El constructo­r civil Carlos Aguirre e investigad­or del CPE-UDLA, pone en el tapete una discusión urbana y constituci­onal a partir de los resultados de este estudio. “Para mejorar la planificac­ión del uso de la tierra, es necesario que los derechos de propiedad sean retributiv­os a un rol social. En Chile, esto fue posible gracias a una ley aprobada en 1967, que estableció constituci­onalmente que la tierra tenía un rol social y que la propiedad estaba, por tanto, subordinad­a al bien común. Sin embargo, la Constituci­ón de 1980 subyugó la jerarquía legislativ­a de este rol a la propiedad privada”, ilustra.P

Ciudades como Barcelona, Londres, Edimburgo, Portland, Medellín y Curitiba, pretenden tener todos los servicios para sus habitantes a 15 minutos. Las mayores concentrac­iones de los barrios con todo a 15 minutos se ubican en Santiago, Providenci­a y Ñuñoa, seguidos en menor medida por Las Condes, Maipú, Recoleta, La Florida, Vitacura, Puente Alto y San Miguel .

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PULSO FUENTE: Centro de Producción del Espacio de la Universida­d de las Américas

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