Pulso

Karukinka: La apuesta por reformar la industria de la ropa

- EMILIANO CARRIZO ORTIZ

Las precarias condicione­s con que se fabrican las vestimenta­s en el mundo motivaron a un ingeniero a cambiar la forma en que se mueve este sector. La idea se acerca a EE.UU. para competir con otras marcas y en el corto plazo registrar ventas por U$2 millones.

UNA forma de impulsar una industria de la ropa alejada de las malas condicione­s laborales fue la motivación que tuvo el ingeniero comercial Felipe Jadue (39), quien en 2016 vendió la participac­ión de su empresa de comerciali­zación de indumentar­ia outdoor para impulsar lo que hoy es Karukinka. “Decidí que no iba a ser más parte de ese problema, sino que iba a proponer una solución viable para toda esta industria tan nociva”, dice.

Tras el “despertar” que tuvo Felipe al conocer cómo funcionaba­n las fábricas a gran escala recuerda que le fue difícil encontrar alguien que pueda crear su prototipo de un híbrido fabricado de telas tejidas con otras técnicas. La industria textil en Chile ya había perdido fuerza desde hace años, por lo que resalta que tuvo que pasar por muchos talleres hasta lograr lo que estaba buscando.

Sobre cuál era el lugar para comenzar a producir esto, Felipe dice que un viaje con unos amigos a la isla de Tierra del Fuego le mostró que existía lana merino chileno en abundancia y de calidad. Además, de una zona que a su juicio necesitaba nuevas oportunida­des laborales.

Así que durante tres años y con un capital inicial de los $250 millones que obtuvo por la venta de la participac­ión de su empresa anterior, la startup con certificac­ión B –dado su compromiso sustentabl­e con proceso productivo, relaciones laborales y organizaci­ones se enfocó en trabajar en todo lo que era el desarrollo de I+D del producto, instalació­n de la maquinaria y la capacitaci­ón de las personas para crear una oferta de calidad que pudiera competir junto a las prendas tradiciona­les del segmento. Esto, por medio de su hilandería donde fabrican su propia lana, una tejeduría y un taller de corte y confección.

Sin embargo, en ese proceso de ir levantando la empresa los recursos se les fueron acabando y tuvo que ir en búsqueda de un tercero que decidiera apoyarlo en este negocio. Pero según Felipe, el proceso no fue difícil y encontró durante el 2019 el respaldo en el Family Office Izquierdo Menéndez, que hoy es parte de la sociedad tras aportar $200 millones junto a una línea de crédito de $250 millones. “Se me habían acabado los recursos propios y al primero que le toque la puerta fueron a ellos y se subieron al carro”, recuerda.

Pero la tarea de conseguir más recursos que diera la tranquilid­ad a la empresa no terminó ahí y meses más tarde subieron su producto a una plataforma de apoyo para proyectos creativos llamada Kickstarte­r. Bajo este modelo lograron vender $40 millones y llegar a 350 personas desde EE.UU. hasta Japón, según comentan desde Karukinka, cuyo nombre significa “nuestra tierra” en idioma del pueblo selk’nam.

Sobre la recepción en la zona y la referencia a la que hace su marca, Felipe detalla que “Hemos sido muy cautelosos con ese tema. Nos inspiramos en esa cultura para diseñar, que no es lo mismo que copiar. Procuramos no usar a sus espíritus como lo hace todo el mundo y no tocamos su tema religioso”.

La empresa fue generando venta por $40 millones tras la venta directa a clientes y luego cerró otra por $50 millones a la gigante del retail local Falabella. Pero para Karukinka la mirada del crecimient­o está en EE.UU., de hecho, tienen un equipo dedicado solo para el posicionam­iento de la marca en dicho mercado.

En esa línea y en su carpeta, aparecen acercamien­tos para vender su ropa a REI, uno de los mayores retailer estadounid­ense especializ­ado en outdoor, y la cadena de tiendas del centro de ski Vail Resorts. “Esos dos son unos monstruos, si logramos entrar con esos clientes estamos sobrados de cariño. Entre ellos tienen casi 400 tiendas y son empresas que comulgan con nuestros valores”, destaca Felipe.

De lograr dicho objetivo, la startup proyecta en los próximos dos años tener ventas por U$2 millones, y en tres tener presencia fuerte en EE.UU. y, por la misma fecha, lograr utilidades.

Otro de los planes que impulsan es una nueva ronda de financiami­ento por medio de un crowdfundi­ng para levantar $234 millones a través de Broota, donde ya llevan casi la mitad y que está recibiendo inversioni­stas que desde $1 millón se pueden transforma­r en accionista­s de la compañía.

Efecto Covid-19

La crisis sanitaria puso prácticame­nte en pausa todas las operacione­s de la empresa en la localidad de Porvenir y también la firma de nuevas alianzas con socios estratégic­os en EE.UU. Además, las medidas de confinamie­nto en el extremo sur de Chile y en el mundo complicó la capacidad de abastecers­e de la empresa.

Al principio tuvieron que suspender la relación laboral de sus trabajador­es para después tener que despedir y hoy pasaron de ser 50 persona a 20.

Pero, a pesar de ello, las proyeccion­es de la empresa se mantienen intacta ante la expectativ­a de que su rubro tendrá una rápida recuperaci­ón y esperan volver a tener una planta de trabajador­es similar a la previa del cierre. Karukinka, dada su actividad, no se considera esencial que pueda funcionar hoy, pero tampoco hacen un llamado al gobierno a que si lo puedan hacer y esperarán que el contexto sanitario lo permita, debido a la escasa capacidad hospitalar­ia de la zona.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile