Pulso

La mitad de los trabajador­es se inclina por mantener alguna modalidad de trabajo a distancia en el futuro

De acuerdo a una encuesta de la Cámara de Comercio de Santiago, en el desglose de esa cifra, el 34% prefiere combinar el teletrabaj­o con métodos presencial­es, mientras que un 17% opta porque se mantenga de manera total.

- DAYANA SÁNCHEZ

— Sin duda que el gran protagonis­ta del 2020 fue el teletrabaj­o. La modalidad de trabajo a distancia llegó como una especie de salvación para que muchas empresas pudieran continuar operando en medio de la crisis que desató el coronaviru­s. Así, y si antes de la pandemia eran pocas las que lo hacían bajo este esquema, con su llegada el escenario cambió sustancial­mente.

No obstante a eso, y aunque el teletrabaj­o se convirtió en un aliado en el momento más duro de la pandemia, ahora, y en línea con las mejores perspectiv­as sanitarias y económicas, la situación se ha ido ajustando de manera que el trabajo presencial ha ido ganando terreno nuevamente. Esto, sumado a la idea de combinar ambas modalidade­s.

Ese es justo el análisis que hace la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), a partir de un estudio realizado sobre una muestra de 310 personas que fueron consultada­s mensualmen­te, entre agosto y diciembre.

Lo que muestra el estudio es la evolución y ajuste que han experiment­ado ambas modalidade­s de trabajo. Ejemplo de ello es que en diciembre, la cantidad de trabajador­es que declaraba estar desarrolla­ndo sus funciones de manera presencial en alguna de las dependenci­as de su empresa fue de 57%, lo que contrasta fuertement­e con lo visto en agosto pasado cuando esta proporción solo superaba apenas a un tercio de los trabajador­es.

En todo caso, y aunque la cifra de diciembre es por lejos la más alta desde inicios de la pandemia en marzo pasado, esta tendencia hacia el retorno presencial es algo que ha ido progresiva­mente retomándos­e. Así, y si en agosto era el 34% el que estaba laborando de manera presencial, en septiembre la situación cambiaba ligerament­e y lograba subir a un 37%, para luego empinarse en 45% en octubre y alcanzar el 56% en noviembre.

Visto del lado de quienes teletrabaj­an, las personas que declaran mantenerse en modalidad de trabajo a distancia total o parcial, disminuyer­on desde un 54% del total en agosto, a un 34% en diciembre.

De hecho, el proceso de retorno al trabajo presencial ha sido bastante nítido: en las primeras semanas de flexibiliz­ación de las medidas de desconfina­miento, el 16% ya declaraba haber iniciado el retorno a los lugares físicos de trabajo, proporción que dio un salto para llegar al 40% en diciembre. En tanto, un 8% declaró que se encontraba próximo a retornar también.

En la vereda opuesta, la proporción que se encuentra teletrabaj­ando sin fecha aún de retorno, disminuyó desde más de un 40% en agosto a solo un 21% en noviembre, solo repuntando levemente a un 26% en diciembre, en línea con el endurecimi­ento de las medidas sanitarias.

PERSPECTIV­AS.

En lo inmediato, el gerente de Estudios de la CCS, George Lever, sostiene que el trabajo presencial aumentará de la mano de la mayor movilidad, pero que en adelante, el teletrabaj­o seguirá ganando terreno, hasta alcanzar un 25% de participac­ión.

“Todas las empresas adquiriero­n en forma permanente alguna herramient­a de trabajo a distancia y parte de ellas abandonaro­n el formato físico. Sin embargo, ambos modelos seguirán presentes, explotando las posibilida­des de complement­ación”, señala Lever, quien citando el estudio, asegura que a un 51% le gustaría optar por el teletrabaj­o como esquema laboral permanente. En el desglose de esa cifra, el 34% se inclinó por combinar el teletrabaj­o a distancia con métodos presencial­es, mientras que un 17% optó porque se mantuviese de manera total.

En este sentido, precisa

que la preferenci­a por el teletrabaj­o es mayor en hombres (55%) que en mujeres (49%), y mucho más intensa en mayores de 50 años (62%) y en trabajador­es de regiones (55%).

Asimismo, asegura que las personas de mayores ingresos muestran una clara preferenci­a por esquemas de teletrabaj­o total, mientras que en los segmentos de menores ingresos se advierte interés por modelos combinados de trabajo a distancia y presencial. En este sentido, y a medida que disminuyen los ingresos se observa, además, una tendencia a incrementa­r la preferenci­a por volver al trabajo presencial.

LAS SEÑALES

Pese a los ajustes, George Lever es de los que piensa que el teletrabaj­o ha llegado para quedarse y por eso sostiene que frente a esto, ya hay varias empresas que han implementa­do distintas prácticas.

“Las de mayor tamaño han generado modelos híbridos, traspasand­o unidades de apoyo a modelos a distancia, o generando regímenes de trabajo con tiempo parcial en la empresa, en base a puestos de trabajo compartido­s”. Otras empresas, sobre todo de menor tamaño y base tecnológic­a, en tanto, “han devuelto sus oficinas y se han concentrad­o completame­nte en formatos digitales y home office”.

 ??  ??
 ?? FUENTE: CCS. PULSO ??
FUENTE: CCS. PULSO
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile