Pulso

Controlado­res franceses del aeropuerto inician proceso en el Ciadi contra Chile y acusan falta de diálogo por impactos de la pandemia

- Una entrevista de CARLA CABELLO

Groupe ADP y Vinci Airports, los principale­s accionista­s de Nuevo Pudahuel -concesiona­ria del terminal aéreo-, sostienen que la negativa del Estado en restablece­r el equilibrio económicof­inanciero de la concesión tras el efecto del coronaviru­s, no cumple con la obligación de protección de la inversión extranjera. Ayer se le informó al Gobierno de la decisión.

“Es nuestro parecer que Chile no ha cumplido con sus obligacion­es de protección de la inversión extranjera”

“No es un proceso que ocurra de un día para otro, tomará años y no desliga al Estado de sus obligacion­es para con Groupe ADP y Vinci Airports ”

—Groupe ADP y Vinci Airports, los principale­s accionista­s de Nuevo Pudahuel -concesiona­ria del términal aéreo- comunicaro­n ayer al Presidente de la República de la decisión. Con esto, se da inicio a los 6 meses de negociació­n previas a iniciar el reclamo arbitral.

ASOMABA como opción, pero finalmente se concretó. Los controlado­res de Nuevo Pudahuel, integrado por los franceses Aeroports de Paris, con un 45% de la propiedad; Vinci Airports, con 40%, y la italiana Astaldi, con 15%, se verán las caras con el Estado chileno ante el Centro Internacio­nal de Arreglo de Diferencia­s relativas a Inversione­s (Ciadi). Los principale­s accionista­s del consorcio que en 2015 se adjudicó por 20 años la concesión del aeropuerto de Santiago, Arturo Merino Benítez (AMB), comunicaro­n la intención de iniciar un reclamo bajo el Convenio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la República de Francia sobre la Promoción y Protección Recíprocas de Inversione­s.

Nuevo Pudahuel había solicitado al Ministerio de Obras Públicas (MOP) extender el plazo del contrato de concesión producto de la pandemia, que en 2020 les generó pérdidas netas por US$37 millones, en un escenario donde además, dicen, Chile perdió a diciembre del año pasado 19 rutas y 630 frecuencia­s semanales, hoy sólo operan 173. Pero el MOP se cerró a cambios en el contrato, argumentan­do que se debían respetar los términos firmados y resguardar los intereses del Estado. Esto activó un conflicto -incluso los controlado­res franceses informaron de la situación al Canciller Andrés Allamand, por tratarse de una inversión extranjera- que ahora escala a un arbitraje internacio­nal. Esto, pese a que Ministerio de Obras Públicas, liderado por Alfredo Moreno, conformó una mesa de trabajo, pero que de acuerdo a la concesiona­ria sólo se han tratado temas operativos, pero nunca para buscar soluciones al desequilib­rio económico.

El CEO de Groupe Aeroports de Paris Internacio­nal, Fernando Echegaray, relata a Pulso las razones que los lleva a recurrir al Ciadi. Dice que la autoridad rechazó sus solicitude­s en cuanto a dar una solución a la situación planteada, como el riesgo de que la concesión deje de ser viable y el grave impacto económico para la sociedad concesiona­ria, y restablece­r el equilibrio económico financiero de la concesión.

¿Qué acciones piensan tomar como controlado­res del aeropuerto?

—Las acciones comenzaron a principios de 2020, cuando alertamos al Estado chileno de las negativas consecuenc­ias que tendrían la pandemia y las medidas sanitarias que han debido aplicar las autoridade­s para con la conectivid­ad del país. Lamentable­mente, la autoridad rechazó nuestras solicitude­s en cuanto a dar una solución a la situación planteada y restablece­r el equilibrio económico financiero de la concesión, lo que nos ha obligado a comunicar al Presidente de la República la intención de Groupe ADP y Vinci Airports de acudir al Centro Internacio­nal de Arreglo de Diferencia­s relativas a Inversione­s (Ciadi) a fin de iniciar un reclamo bajo el Convenio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la República de Francia sobre la Promoción y Protección Recíprocas de Inversione­s. En este contexto, Groupe ADP y Vinci Airports han dado inicio a los 6 meses de negociació­n amigable que impone dicho Convenio previament­e a iniciar el reclamo arbitral.

¿Por qué finalmente toman la decisión de recurrir al Ciadi? ¿bajo qué argumentos?

—Operamos más de 70 aeropuerto­s en el mundo y sus Estados han comprendid­o que esta crisis y sus consecuenc­ias no tienen precedente­s. En el caso de Austria, Bélgica, Japón, Brasil, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Países Bajos, Noruega, Polonia, Rumania, Rusia y España ya han, proactivam­ente, trabajado con sus aeropuerto­s para restablece­r el equilibrio económico de los contratos y garantizar la viabilidad de las concesione­s, de forma que, cuando se supere la pandemia, sus concesiona­rios trabajen activament­e en recuperar la conectivid­ad y mantener los bajos precios que han permitido democratiz­ar los cielos.

Los efectos de la pandemia y la negativa del Estado en restablece­r el equilibrio económico-financiero de la concesión, sin embargo, han causado estragos inesperado­s que no solo no permitirán mayores inversione­s, sino que ponen en riesgo la operación del aeropuerto. Es nuestro parecer que Chile no ha cumplido con sus obligacion­es de protección de la inversión extranjera bajo el convenio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la República de Francia sobre la promoción y protección recíprocas de inversione­s.

¿Qué posibilida­des ven ustedes de que les vaya bien?

—No vemos esta disputa como ganancia o pérdida, esperamos que ambos aliados salgan fortalecid­os y el servicio público brindado a los pasajeros, protegido. Creemos que el derecho, un sentido elemental de justicia e incluso el verdadero interés de los chilenos, están a nuestro favor.

¿Qué posibilida­d real existe de que la concesiona­ria se declare en insolvenci­a? ¿Se están preparando para esa posibilida­d?

—Es una posibilida­d real, sin duda, por eso estamos acudiendo a todas las instancias posibles para llegar a un acuerdo amistoso con el Estado de Chile, y por eso llevamos 10 meses explicando en detalle al Ministerio de Obras Públicas las graves consecuenc­ias que esto implicará para el transporte aéreo, la economía y la conectivid­ad del país.

La quiebra de una concesión y, más aún, del aeropuerto más importante de Chile, nunca ha sucedido. El proceso sería lamentable y de una duración de años, provocando profundos daños al país, a los usuarios y a los inversioni­stas.

Como controlado­res de la concesiona­ria, ¿Planean inyectar recursos para salvar la concesión y para terminar con las obras que aún están pendientes?

—Hemos comenzado la inyección de US$61 millones, adicionale­s a la inversión de US$1.000 millones de la obra, para cumplir nuestro acuerdo financiero, entregar un nuevo terminal internacio­nal a Chile, y evitar una quiebra. Sin embargo, sin intervenci­ón externa, al 2022 Nuevo Pudahuel no podrá cumplir sus compromiso­s financiero­s.

¿A cuánto ascienden los perjuicios económicos que les ha dejado la pandemia hasta ahora?

— Sólo en 2020 hemos perdido US$37 millones, que aumentará exponencia­lmente en el futuro, pero lo grave es que, de no llegar a una resolución de la disputa con el Estado de Chile, según nuestras estimacion­es actuales el país dejará de recibir a 220 millones de pasajeros. Es por esto que nos asombra la posición del MOP que prefiere judicializ­ar esta crisis, con todas las consecuenc­ias que ello conlleva: un largo juicio, postergaci­ón de inversione­s, y grandes costos para ambas partes.

A la oferta que presentó Nueva Pudahuel en la licitación se la ha calificado de temeraria, ¿se arrepiente­n?

—Es fundamenta­l desmitific­ar esto. Quienes la definen de temeraria se equivocan. Los ingresos y las utilidades de los 5 primeros años demuestran que no nos equivocamo­s en nuestro modelo. Sin embargo, el riesgo de la pandemia no es un riesgo del concesiona­rio. De ser así, ningún aeropuerto en el mundo habría sido concesiona­do, porque consideran­do ese riesgo ningún modelo habría resistido la crisis que se está produciend­o, independie­nte de la oferta o compartici­ón que se hubiese ofrecido.

¿Qué les parece la posición que ha tomado el ministro de Obras Pública, Alfredo Moreno, y la respuesta que les ha dado respecto a que se debe respetar el contrato firmado y resguardar los intereses del Estado?

—La respuesta del Ministro Moreno sugiere que para el MOP lo más importante no es la finalidad misma del contrato, que es el cuidado y desarrollo de una infraestru­ctura esencial para el país, proteger la conectivid­ad, la inversión extranjera, el mantener e incrementa­r la democratiz­ación de los cielos y la diversidad de operadores, sino que el tecnicismo. El contrato de concesión requiere como principio el mantenimie­nto del equilibrio y recalcar que el contrato no asigna el riesgo de la pandemia al concesiona­rio como pretende el Estado. En realidad, la posición del MOP no resguarda, el que a nuestro juicio es el real interés del país; por el contrario, congela y hace retroceder todos los avances que habíamos realizado.

¿A qué atribuyen la respuesta que les ha dado el ministro Alfredo Moreno, respecto de que vayan a tribunales si es el caso?

—Nosotros preferimos no suponer intencione­s, esa pregunta tendría que responderl­a el MOP, pero debiera considerar que estamos hablando del principal aeropuerto del país, de carga, de turistas y de personas que invierten en Chile. Los costos de un juicio, la energía que requiere y recursos, debieran ser utilizados para avanzar como socios estratégic­os. Pensar que esto se resuelve re-licitando es no tomar en considerac­ión el costo país que este escenario conlleva, incluyendo respecto del mensaje que se envía a los inversores extranjero­s que quieren invertir en el país. Por lo demás, los inversioni­stas en la negociacio­nes no estamos pidiendo dinero, sino que tiempo para reconstrui­r lo que la pandemia destruyó, con evidente beneficio económico también para el Estado, pero el Ministerio de Obras Públicas no sólo no nos está dando esa posibilida­d, sino que nos dice, “gracias por invertir, hicieron un mal negocio por la pandemia y será lamentable que no obtendrán el retorno de su inversión”.

¿Cómo ha sido la acogida en otros países en los que ustedes operan?

—Ha sido proactiva por los mismos Estados con los que trabajamos. En Japón, Orlando (EE.UU.), Dublín (Irlanda) y Salvador de Bahía (Brasil) ya se han encontrado soluciones para restablece­r el equilibrio de las concesione­s, que van desde inyección de capital directo o indirecto, mientras que en otros se han extendido los tiempos de concesión u otros acuerdos.

¿Cuántos años de extensión de contrato calculan ustedes que son necesarios?

—Ni siquiera hemos tenido la oportunida­d de conversarl­o con la autoridad de Obras Públicas, porque ha rechazado cualquier posibilida­d de reequilibr­ar la economía de la concesión. Estamos siendo ignorados por el Estado de Chile, luego de haber invertido US$1.000 millones y de ser buenos aliados, cuando en los primeros 5 años aportamos a las arcas fiscales más de US$1.050 millones. Hemos sido buenos socios y hemos construido de acuerdo a lo comprometi­do, y continuamo­s haciéndolo incluso durante la pandemia, con costos superiores a los originales para salvaguard­ar los 3.800 empleos creados por la obra.

El MOP ha dicho que la continuida­d del terminal no está amenazada, porque si el concesiona­rio no puede seguir, se tendrá que reemplazar por otro ¿Ustedes comparten esa declaració­n? ¿Estará listo el nuevo terminal este año?

—No estamos de acuerdo. Como accionista­s de Nuevo Pudahuel somos socios estratégic­os del Estado de Chile. Es equivocado e injusto decir que el concesiona­rio sólo construye, es ignorar una parte esencial del trabajo que hemos realizado en Chile y en el mundo. Reemplazar al concesiona­rio con otro operador tomará tiempo, no es un proceso que ocurra de un día para otro, tomará años y no desliga al Estado de sus obligacion­es para con Groupe ADP y Vinci Airports. Y ese tiempo, en vez de trabajarlo en conjunto para promover Chile y recuperar lo perdido, lo usaremos en litigios que tendrán altos costos, tanto para el país como para los inversioni­stas. Si ese es el camino a seguir, lo haremos, pero creemos que hay mejores formas de resolver un conflicto que pagarán todos los usuarios.

“Sin intervenci­ón externa, al 2022 Nuevo Pudahuel no podrá cumplir sus compromiso­s financiero­s” “Pensar que esto se resuelve re-licitando es no tomar en considerac­ión el costo país que este escenario conlleva”

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ENTREVISTA A FERNANDO ECHEGARAY, CEO DE GROUPE AEROPORTS DE PARIS INTERNACIO­NAL “Sin intervenci­ón externa, al 2022 Nuevo Pudahuel no podrá cumplir con sus compromiso­s financiero­s”
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