A preservar el liderazgo de Hacienda en la acción climática
El 19 de enero de 2021, Chile volvió a salir a los mercados de deuda soberana rompiendo récords con tasas de interés históricamente bajas en euros y dólares, afianzando su política verde y social comprendida en el marco de las inversiones Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG en inglés). A la fecha se acumulan US$ 12.600 millones, en torno al 4% del PIB y 12% del total de deuda, entre las cuatro emisiones soberanas realizadas en junio 2019, enero y noviembre de 2020, y enero 2021.
Este hecho, más allá de su propia relevancia, marca el liderazgo que el Ministerio de Hacienda ha decidido tomar internacionalmente y nacionalmente en la acción climática. Sin embargo, en la discusión de otro hito importante, como es la Ley de Cambio Climático en Chile, existe una tendencia marcada, entre las 847 indicaciones, de reducir la participación de Hacienda en la toma de decisión en estos temas, desconociendo el gran aporte que realiza y que puede realizar el ministerio a la acción climática.
La visión macro que tiene Hacienda y la Dipres en la gestión de políticas económicas y presupuestarias, buscando una disciplina fiscal saludable para todos los temas en general, nos ha permitido como país ser reconocidos como una economía emergente que llegó con fundamentos económicos sólidos a la peor pandemia en 100 años, con recursos fiscales para mitigar los embates de la crisis y además seguir con la agenda sostenible logrando tasas de interés de 0,399% y 1,962% para proyectos verdes, mientras que 1,298% y 3,116% en proyectos sociales, tasas históricamente bajas ya sea en euros o dólares respectivamente.
El acompañamiento de Hacienda en las políticas públicas encaradas por Energía y Medio Ambiente ha logrado: i) el mejoramiento de instrumentos económicos impositivos, ii) respaldar la estrategia de carbono neutralidad a 2050 plasmada en la NDC -referente a nivel internacional- con el cálculo de las potenciales ganancias en el PIB del paquete de medidas, y iii) elaborar una estrategia de recuperación económica post COVID19 que, pese a todas las restricciones, busca incorporar criterios de sustentabilidad tanto en impactos locales como globales. Este plan tiene medidas de mitigación y adaptación al cambio climático con efectos directos en más 160 mil hectáreas y a más 32 mil familias, junto a los co-beneficios esperados del resto de medidas en diversos sectores.
Ciertamente la lista de mejoras pendientes en regulación y generación de incentivos para el sector público y privado para alcanzar el desarrollo sostenible es larga y por eso, más que nunca, se debe preservar el liderazgo del Ministerio de Hacienda. Hechos como el liderar la coalición de ministros de Hacienda en cambio climático, la elaboración de la estrategia financiera para el cambio climático o el acuerdo verde para el mercado financiero, temas que además son parte importante de la ley de cambio climático, muestran la necesidad de preservar el rol que ya asumió la entidad.