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¿Qué son las SPAC? La tendencia que causa frenesí en Wall Street

Después de todo, se trata de una alternati-

- FRANCISCA GUERRERO

—En lo que va de 2021 las compañías de adquisició­n de propósito especial (SPAC, su sigla en inglés) ya superaron la recaudació­n que consiguier­on en 2020, de US$84.000 millones. Asimismo, se imponen con facilidad a los US$29.500 millones recaudados en el mismo período por las Ofertas Públicas Iniciales (OPI), según los datos de SPAC Research y los de IPOScoop.

Las SPAC son empresas que no tienen actividad operaciona­l, pero que sus acciones en bolsa se emiten para efectuar una compra o fusión futura con una empresa real de un sector concreto, con lo que en la práctica la firma adquirida logra hacerse pública.

Aunque la tendencia al alza de estas firmas era previsible, dado que el año pasado ya habían logrado acercarse a las OPI, la potencia mostrada en la primera parte del año enciende las alarmas, para bien y para mal.

CHEQUES EN BLANCO va menos costosa y que ofrece más certeza para una apertura a bolsa, el frenesí que desata en Wall Street está asociado a riesgos financiero­s relevantes. No por nada, un artículo de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos ( SEC) las describe como “empresas de cheques en blanco”.

No tienen actividad alguna y sus activos son la inversión de sus patrocinad­ores y de quienes se suman a la aventura, así como aquella que recauda en su propia Oferta Pública Inicial. Es meses después de este hito que finalmente cumple su “propósito especial”, el fusionarse con una empresa corriente que quiera hacerse pública.

Esta ruta hasta los mercados fue usada año pasado, entre otras, por Virgin Galactic, DraftKings , Opendoor y Nikola Motor, mientras que en el presente ejercicio pretenden hacerlo la plataforma financiera E-Toro, el taxi aéreo Volocopter y los medios de comunicaci­ón BuzFeed y Vice Media, de acuerdo con trascendid­os de la prensa estadounid­ense. Hace pocos días también se conoció que WeWork acudiría a este mecanismo.

Según precisa la SEC, “una vez que SPAC ha identifica­do una oportunida­d de combinació­n de negocios inicial, su administra­ción negocia con la compañía operadora y, si los accionista­s de SPAC lo aprueban (si se requiere el voto de los accionista­s), ejecuta la combinació­n de negocios”.

Que resulte plausible que inversioni­stas depositen su dinero en empresas de “cheques en blanco” se explica de dos maneras. En primer lugar la confianza que genera su patrocinad­or, rol que actualment­e ocupan personajes expertos en negocios, como Bill Gates y Richard Branson; deportista­s, como Shaquille O’Neal y Serena Williams; artistas, como Jay-Z y Ciara, y políticos, como Paul Ryan Wilbur Ross y Larry Kudlow.

Los inversioni­stas hacen su puesta “confiando en el equipo de administra­ción que formó el SPAC, a menudo denominado patrocinad­or (es), ya que el SPAC busca adquirir o combinar con una empresa operativa”, indica la SEC.

El segundo incentivo para que tome forma este fenómeno son las condicione­s actuales del mercado. “La razón por la cual están funcionand­o los SPAC entre los inversioni­stas es que al haber un exceso de liquidez, después de tener acciones, buscan alternativ­as, como confiar en un experto que busque las nuevas oportunida­des”, detalla Alberto Bernal, estratega jefe de XP Securities.

RIESGOS DE BURBUJA

En ese marco, el experto detalla que para los inversioni­stas los riesgos son similares a los asociados a las acciones, en términos de que no está garantizad­o un rendimient­o específico de la inversión y, por sobre todo, por el hecho de que si las condicione­s de liquidez cambian la corrección puede ser aún más fuerte, dado que el grado de especulaci­ón en torno a las SPAC es mayor.

En esa misma línea planteaba sus inquietude­s Raghuram Rajan, economista de la Universida­d de Chicago que en el pasado anticipó la crisis subprime. En miras de los riesgos de burbuja que se anidan en una provisión de liquidez de largo plazo, planteó que hay activos “en los que se está depositand­o demasiada esperanza. Por ejemplo, en las SPAC, que son compañías sin activos reales que se usan para comprar otras compañías. Son cosas que realmente me preocupan”.

Las dudas también quedaron planteadas en la revista Harvard Business Review, donde la académica de Insead, Ivana Naumovska, publicó el artículo “La burbuja SPAC está a punto de estallar”. En éste ahonda en las condicione­s financiera e institucio­nales que propician la generación de importante­s riesgos.

“La investigac­ión muestra que cuando más personas adoptan una práctica, se generaliza­rá cada vez más debido a la creciente conciencia y legitimida­d. Pero eso es para cosas no controvert­idas. Las cosas se complican un poco más para prácticas controvert­idas como los SPAC y las fusiones inversas, donde la preocupaci­ón y el escepticis­mo de terceros también crece a medida que la práctica se usa más ampliament­e”, detalla Naumovska.

Aunque más concentrad­o en los riesgos para los inversioni­stas que en los problemas sistémicos, el ex director ejecutivo de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, también ha manifestad­o sus críticas a estas populares compañías. “Está haciendo que las empresas coticen en bolsa, pero las está haciendo públicas en un proceso de dos pasos en el que uno de los elementos de una oferta pública inicial está abandonand­o”, indicó en entrevista con CNBC.

Según precisa, “cuando el SPAC inicial se hace público, está examinando una empresa fantasma, posiblemen­te la reputación del patrocinad­or. Cuando esa empresa luego se retira del SPAC y se fusiona, es una fusión, no es una OPI que conlleva muchas obligacion­es de diligencia”. Al saltarse esas obligacion­es, Blankfein plantea que fácilmente se pueden presentar situacione­s en las que “algunas personas ganan mucho dinero y los inversioni­stas pierden”. P

de adquisició­n de propósito especial, aunque populares, tienen fervientes críticos por los riesgos financiero­s a los que se les asocia.

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