Pulso

Los nuevos dueños de Azul Azul negocian compra de club brasileño

El fondo de inversión que tomará el control de Azul Azul negocia otra compra en Brasil

- Una entrevista de VÍCTOR COFRÉ Foto: AGENCIAUNO

Los dueños de la administra­dora Sartor tienen el 90% de las cuotas del fondo Tactical Sport, que esta semana lanzó su OPA por la U. Pero eso cambiará antes de un año: Sartor no podrá tener más del 20% después de marzo de 2022. Ya hay potenciale­s nuevos aportantes -personas de alto patrimonio e inversioni­stas institucio­nales- interesado­s en sumarse. Ello permitirá comprar otros clubes. Han mirado Perú y tienen avanzadas conversaci­ones para entrar a Brasil.

El lunes 26 de abril, la gestora de inversione­s Sartor develó el misterio. Ese día, casi 50 días después de anunciar un pacto con Carlos Heller para comprar el 63% de Azul Azul y tomar con ello el control de la sociedad anónima, Sartor oficializó la Oferta Pública de Adquisició­n de Acciones (OPA). Publicó un aviso, un prospecto y un comunicado. El comprador de Azul Azul será el fondo de inversión privado Tactical Sport, que gastará US$ 15,5 millones por el 63% de las acciones de la concesiona­ria.

El comunicado que anunció la operación detalló quiénes pusieron el dinero. “Los actuales y únicos aportantes del Fondo son Asesorías e Inversione­s Sartor S.A. (90%) e Inversione­s Antumalal (10%). En el caso de la primera, los principale­s beneficiar­ios son, de manera indirecta, Pedro Pablo Larraín, Óscar Ebel, Inversione­s Atlas SpA, Alfredo Harz, Carlos Larraín, Rodrigo Bustamante y Miguel León; mientras que en el de la segunda es el ingeniero Michael Clark”, describía el texto oficial. El prospecto de la OPA detalla que los mayores accionista­s de Sartor son Pedro Pablo Larraín y Óscar Ebel, cada uno con el 26,7% de la propiedad, e Inversione­s Atlas, con el 17%. Alfredo Harz y Carlos Larraín tienen 11,5% cada uno y Rodrigo Bustamante y Miguel León poco más del 3%.

El comunicado es preciso en una cosa: aquellos son los “actuales” aportantes. Pero no serán los definitivo­s. El reglamento interno del fondo Tactical Sport -constituid­o el 2 de marzo de este año- establece que Sartor deberá disminuir su presencia al cabo de un año.

Dice el artículo 7 del texto: “Después de un año contado desde la creación del fondo, y mientras se encuentre vigente, ni la administra­dora ni sus personas relacionad­as podrán poseer, en conjunto, cuotas que represente­n más del 20% del patrimonio del fondo”.

Así las cosas, Sartor y sus socios deberán bajar desde el actual 90% al 20% de las cuotas del fondo antes de marzo del próximo año. Y ya no serán los mayores aportantes. Para esa fecha, el fondo Tactical Sport deberá tener a lo menos ocho aportantes y ninguno podrá tener más del 20% de las cuotas pagadas. Esa restricció­n no aplicará si entre sus aportantes hay uno o más inversioni­stas institucio­nales que tengan, a lo menos, un 50% de las cuotas en las que se divide el fondo.

La definición, dicen abogados que conocen la estructura de los fondos de inversión privado (FIP), es habitual en estos procesos. Para poder optar a los beneficios tributario­s, la administra­dora de los FIP no puede tener más de un 20%. Si aquello no ocurre al cabo de un año y Sartor no se diluye, el fondo no desaparece, sino que se transforma en una sociedad anónima, dicen juristas consultado­s.

Pero aunque cambie la disposició­n del capital en el fondo, no cambiará la gestión: la administra­dora del fondo y, entonces, la dirección de Azul Azul, seguirá en manos de Sartor, una administra­dora constituid­a hace casi una década, en 2012.

Las reglas del fondo no solo obligan a que Sartor diluya su participac­ión y agregue a inversioni­stas. También tiene un sentido de negocios, al incorporar más recursos para sus proyectos futuros. Y Sartor ya está mirando más allá de Azul Azul. Específica­mente, a Brasil y sus equipos.

Negociacio­nes en Brasil

El fondo Tactical Sport tendrá una duración de 10 años, prorrogabl­es por períodos sucesivos de dos años. Su objetivo será invertir en entidades deportivas de Chile y el extranjero, y para ese fin deberá destinar al menos el 60% del activo total del fondo, dice el reglamento, formalizad­o en una notaría de Santiago y al que accedió Pulso.

Según personas que conocen los últimos movimiento­s de Sartor, la administra­dora está en avanzadas negociacio­nes para la adquisició­n de un club de fútbol en Brasil, conversaci­ones que se aceleraron en las últimas semanas, mientras se diseñaba la OPA que lanzaron esta semana por Azul Azul. Sartor está mirando en específico clubes de primera división o que hayan descendido recienteme­nte, haciendo con ello más atractivo su valorizaci­ón futura. En 2020, en el torneo brasileño bajaron de categoría dos gigantes: Vasco da Gama y Botafogo.

Para acometer ese enorme desafío, Sartor ya ha recogido el interés de personas de alto patrimonio e incluso de inversioni­stas institucio­nales por incorporar­se a Tactical Sport. Con ello, además, cumplirían dos de sus propósitos: diluirse como aportantes, reduciendo su propio riesgo y cumpliendo con la normativa de los fondos de inversión, y ampliar rápidament­e su cartera de inversione­s, uno de los objetivos de su diseño original.

Incluso, revelan fuentes con conocimien­to de la operación, Sartor ha mirado y explorado opciones también en Perú.

El reglamento del fondo determina que a la primera emisión de cuotas podrán agregarse nuevas emisiones que acuerde una asamblea extraordin­aria de aportantes. Con ello, el fondo podría recaudar más recursos que los US$ 15 millones que gastará en comprar Azul Azul y que ya acreditó en un banco local. Pero además los administra­dores podrán emplear otra fuente de financiami­ento: el artículo 23 establece que el fondo podrá endeudarse para elevar su liquidez o “aprovechar oportunida­des puntuales de inversión” por hasta un 60% de los activos de Tactical Sport.

El modelo de negocios que pretende implementa­r Tactical Sport, y la administra­dora Sartor, replica de alguna manera la estrategia de grupos de inversioni­stas que en el mundo poseen clubes deportivos en varios países.

El mayor ejemplo, a una escala planetaria, es City Football Group, que controla una decena de clubes, entre ellos el Manchester City, en la Premier League; el New York City, en Estados Unidos; Yokohama Marinos, en Japón, o Montevideo City Torque, en Uruguay. Fundado en 2013, CFG es controlado por Abu Dhabi United Group, el que a su vez está dirigido por el jeque Mansour bin Zayed alNahyan, miembro de la familia real gobernante del emirato de Abu Dhabi.

Azul Azul

La administra­dora Sartor será la que representa­rá al fondo en las juntas de accionista­s de Azul Azul. Pero ello ocurrirá recién cuando finalice la OPA, el 26 de mayo. Ese día termina la Oferta Pública y recién ahí los nuevos dueños podrán tomar control del directorio de 11 integrante­s.

Azul Azul es la sociedad dueña del club deportivo y tiene un contrato a 30 años con la Universida­d de Chile, desde 2007, para el uso de la marca y el nombre. En Azul Azul, los accionista­s regulares tienen las acciones serie B y eligen nueve directores. La serie A tiene una sola acción. Y la tiene la Universida­d de Chile, que nombra a dos directores: el ingeniero civil Andrés Weintraub y la abogada Carolina Coppo.

Hasta ahora, Carlos Heller nombra a siete directores: José Luis Navarrete, Gonzalo Rojas, Mario Conca, Sergio Vargas, Rodrigo Goldberg, Arturo Miranda y su presidente, Cristián Aubert. Solo este último sería mantenido por los nuevos dueños y, de hecho, su llegada, hace un año, tenía la misión, según varias fuentes, de gestionar la compravent­a hoy en desarrollo. El precio a pagar, los US$ 15,5 millones, fueron pactados como un todo por el paquete de Heller, y de ello derivó el precio final por acción de $ 387,97. Si otros accionista­s mino

ritarios deciden vender en la OPA, Tactical Sport comprará los títulos a prorrata de la participac­ión de cada socio. Y Heller podría quedarse con un puñado de acciones aún.

Quien no pretende vender sus acciones es Daniel Shapira, el que a través de Inmobiliar­ia DSE Limitada tiene el 21,44% de las acciones de Azul Azul.

Como todos los fondos de inversión, Tactical Sport tendrá un comité de vigilancia compuesto por tres personas electas por los aportantes, quienes durarán un año en sus cargos y no podrán estar relacionad­os a la administra­dora. Sin embargo, la administra­dora, que hoy es el aportante principal, nominó a un comité de vigilancia provisorio hasta que la asamblea de aportantes designe uno definitivo.

El comité de vigilancia estará formado por ahora por Pedro Pablo Larraín, el socio principal de Sartor y gestor del negocio en Azul Azul; el abogado Álvaro Rosenblut, socio del bufete Albagli Zaliasnik, quien asesoró a Sartor en sus negociacio­nes con Inversione­s Alpes Limitada, de Carlos Heller; y Martín Awad Cherit, exgerente general de TVN y exgerente general del Canal del Fútbol, lo que le permitió conocer el detalle la industria y los empresario­s del sector.

Todos los años, antes del fin de mayo, habrá una asamblea ordinaria de aportantes, y deberá distribuir a sus partícipes al menos el 30% de sus beneficios netos percibidos por el fondo durante cada ejercicio.

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 ??  ?? Azul Azul, la sociedad anónima que maneja el club de fútbol Universida­d de Chile, acumula ya siete años consecutiv­os de pérdidas.
Azul Azul, la sociedad anónima que maneja el club de fútbol Universida­d de Chile, acumula ya siete años consecutiv­os de pérdidas.

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