Pulso

Malchuk, ex BHP: “Aporte impositivo de la gran minería es superior al de Codelco”

- GUSTAVO ORELLANA

Expresiden­te de la unidad de negocios Minerals Americas de BHP -una de las mayores mineras del mundo- descarta que Codelco entregue tres veces más recursos a las arcas fiscales que las mineras privadas, como planteó el expresiden­te del directorio de la estatal, el economista Óscar Landerretc­he.

—“Me gustaría partir comentando lo que dijo Óscar”, dice de entrada Daniel Malchuk, expresiden­te de la unidad de negocios Minerals Americas de BHP, una de las mineras más grandes del mundo, y uno de los ejecutivos chilenos que más alto ha llegado en la minería mundial.

Ello, en relación con la entrevista publicada por PULSO el pasado sábado, en que Landerretc­he cuestionó la reacción que ha tenido la industria minera en este debate. “En cualquier discusión sobre subir el ro

yalty aparece un lobby del sector minero diciendo que es el fin del mundo”, dijo Landerretc­he, quien, además, dijo que Codelco entrega al Estado tres veces más que la minería privada por cada libra de cobre, conclusión que Daniel Malchuk -quien destaca que habla desde una mirada independie­nte, pues lleva desde agosto de 2020 fuera de la industria- rebate con firmeza.

“Yo ya no estoy en la industria. Es posible que no me vayan a creer algunos, pero no estoy haciendo lobby ni estoy representa­ndo los intereses de nadie. Estoy hablando desde mi perspectiv­a, de una persona que ha trabajado más de 25 años asociado a esta industria, que ha trabajado en 4 países, que ha hecho negocios en más de 15 países del mundo y que conoce esta industria por dentro y ahora estoy fuera. Y eso me da la libertad para poder opinar”, asegura.

“Lo primero que hago es invitarlo a estudiar el proyecto. Chile requiere de la opinión informada de alguien del calibre intelectua­l de él y de otra gente que ha participad­o de esta industria y la conocen por dentro para que realmente se informen y expresen su opinión. Es muy importante tener opiniones en los aspectos fundamenta­les de esta industria en base a datos y en base a la experienci­a, para construir esta discusión de manera bien informada”, plantea Malchuk.

¿Qué fue lo que más le llamó la atención de lo que expresó el expresiden­te de Codelco, Óscar Landerretc­he?

Él hizo un comentario sobre que la industria está al debe. Eso me parece muy mezquino, si miramos indicadore­s como salud y seguridad, inversión social y otros. En general, la vara con que se mide a esta industria está muy por sobre la media nacional. Yo he trabajado en minería en otros países y doy fe de que los estándares que se aplican acá son iguales o incluso superiores en algunos casos a los de países desarrolla­dos.

Un ejemplo concreto es la reacción de la pandemia, donde el sector pudo desplegar las capacidade­s de planificar y ejecutar planes de emergencia, se pudo responder de manera rápida y se pudo mantener la actividad funcionand­o de manera segura. Esto fue súper importante para el efecto multiplica­dor del empleo. Estos últimos 18 meses han sido muy duros para todos y creo que el sector desplegó las habilidade­s que tiene y demostró por qué es tan importante para el país.

También dijo que Codelco contribuye tres veces más a las arcas fiscales que los privados.

Ese es un aspecto que me parece importante precisar. Parece que sus cálculos respecto del aporte relativo fiscal entre Codelco y la gran minería privada fueron un poquito apresurado­s. Me da la impresión de que está mezclando peras con manzanas, porque la tasa de Codelco es distinta a la tasa de la minería privada. Su tasa es mayor, incluye otros aspectos como la famosa Ley Reservada, etc. Y al final del día, la distinción en el caso de Codelco de qué es dividendo y qué es impuesto, da lo mismo. Va todo al mismo dueño, al mismo bolsillo. Y luego el Estado decide en qué, cómo y cuándo quiere invertir.

Pero en la minería privada, el dato para respaldar este comentario es que en 2020, con un precio promedio de US$2,8 por libra, las tres faenas privadas más grandes, que representa­n aproximada­mente 2,2 millones de toneladas, pagaron impuesto a la renta de aproximada­mente US$2.200 millones. Codelco, con una producción de 1,75 millón, que incluye también sus participac­iones en El Abra y Anglo American Sur, pagó US$2.100 millones. Pero eso no solo son impuestos, son dividendos más la ley reservada. Entonces, libra por libra, el aporte impositivo de la gran minería es y ha sido superior.

¿Qué diferencia­s ve entre Codelco y la minería privada?

Yo tengo la mejor opinión de Codelco, de su gente, su capacidad técnica, de su compromiso por la excelencia operaciona­l, pero los hechos concretos son dos durante los últimos 10 o 15 años, para tomar un período de tiempo razonable:

Uno, la inversión de capital del sector privado ha sido inmensamen­te superior a lo que ha materializ­ado Codelco; y dos, el sector privado, como dije antes con este ejemplo del año pasado, ha contribuid­o más al Estado que Codelco cuando normalizam­os los números, si usamos las mismas tasas. Esos son datos.

Lo otro que me gustaría decir respecto de los datos es que esta informació­n que te acabo de dar de los US$2.100 millones, es de libre acceso online. Me metí ayer en la mañana (el domingo) al sitio de la CMF y me tomó 45 minutos hacer ese análisis. Saqué los números e hice ese análisis. Espero que la gente que está tomando esas decisiones, parlamenta­rios, asesores y todos quienes opinan al respecto, también hagan lo mismo. Vayan y busquen los números, porque están ahí. Es una falacia que no están. Puede acceder cualquier persona que tenga internet. Así podemos evitar caer en eslóganes y despejar los mitos y leyendas que abundan en esta discusión.

¿Ha seguido el debate parlamenta­rio sobre el royalty?

La vi el otro día y me dio la impresión de que estamos hablando de otra industria, pero quisiera antes terminar con lo de Óscar, porque hay cosas que sí concuerdo. Por ejemplo, en que en vez de ocupar este lenguaje apocalípti­co, hay que centrarse en los datos, y tenemos que hacer un esfuerzo por comprender esta actividad económica que tanto le ha dado a Chile y que puede darle más y por muchas décadas. Me parece que es completame­nte legítimo discutir cambios tributario­s, ya sea generales o en un sector, sobre todo a la luz de lo que está pasando hoy. Todos sabemos que van a haber necesidade­s fiscales. Pero sí creemos que la discusión tiene que ser rigurosa, con visión de futuro y, por favor, dejando de lado la pirotecnia comunicaci­onal.

En las últimas semanas, una de las críticas que se le han hecho al sector es que en

2005 y 2010 se decía que las empresas se iban a ir si se aumentaban los impuestos, y eso no pasó. ¿Qué lo hace distinto ahora?

En el primer debate fui poco parte, pero en el segundo me tocó indirectam­ente. Hablemos de lo que pasó en el de 2010, que es el que ha generado realmente la mayor recaudació­n. Después del terremoto del 2010 la industria se sentó a la mesa para responder a esa crisis, y acordó cambios en sus contratos de invariabil­idad, lo que demuestra que hay voluntad. Cuando la discusión es constructi­va y responde a conversaci­ones sensatas, hay voluntad. Pero cuando se hace con cosas que no tienen nada que ver con esta industria, no hay voluntad. La industria tiene voluntad en 2010. En 2005 era un momento distinto, pero tuvo voluntad. Hoy día, la discusión es burda, descabella­da, irracional. Me cuesta encontrar el adjetivo apropiado para el royalty, honestamen­te. Entonces, en vez de estar buscando el adjetivo, prefiero enfocar mis esfuerzos en planificar lo que yo creo que debe ser mirado cuando discutimos el royalty.

¿Cree que es inapropiad­o un modelo de royalty a las ventas y no los márgenes?

No soy experto tributario, pero la verdad es que hay todo tipo de royalty. Cesco organizó un seminario hace algunas semanas con un especialis­ta fantástico, que ojalá pudiera pedirle el Congreso que vaya, se llama James Otto, que ha estudiado estructura­s tributaria­s en la industria de recursos naturales en 20 o 25 países, y hay de todo. Yo creo que hay que ser cuidadosos de qué tipo de

commodity estamos hablando. En petróleo, por ejemplo, tienes condicione­s que son mucho más intensas en capital que el cobre y los márgenes son aún mayores. Una vez que encontrast­e el petróleo, con la tecnología actual no cuesta nada sacarlo. Luego tienes el mineral de hierro, que es similar, donde las inversione­s son gigantesca­s. Y tienes otros minerales con márgenes menores, y así.

Hay distintos conceptos de royalty que se aplican en diversas partes del mundo. Creo que mirando la estructura de Chile, los ro

yalties por márgenes son apropiados. Sí se puede hablar de cierta progresivi­dad, que cuando los márgenes son mayores también lo sean, etc. Debiese haber voluntad para discutir eso. Pero creo que el royalty por margen te permite navegar bien durante los ciclos.

Sé que ahora la gente abre el diario y el cobre está a US$4,5 por libra y cree que va a estar así por los próximos 10 años. Es lo mismo que se pensó antes. Pero ciclos habrá siempre. Y terminan. Tenemos que ponernos en el escenario de que el cobre pueda estar a US$2 por libra. Impuestos en base a márgenes reflejan la realidad de la industria.

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FOTO: ANDRES PEREZ El ejecutivo perteneció a BHP hasta agosto del año pasado.

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