Las economías del G7 siguen buscando acuerdos sobre el impuesto corporativo global
salud, donde el reciente cambio a registros digitales ha creado una explosión de datos y un nuevo mercado para los gigantes de la tecnología y startups. El procesamiento de datos ofrece la oportunidad de desarrollar nuevos tratamientos y mejorar la seguridad del paciente, pero los acuerdos para desarrollar algoritmos entre hospitales y compañías de tecnologías también han encendido las alarmas sobre la privacidad.
Anteriormente, Google ha llegado a acuerdos con otros importantes sistemas hospitalarios estadounidenses, como Ascension que tiene sede en Saint Louis, que le otorgó acceso a información personal de pacientes, lo que ha provocado el escrutinio público.
Google y Ascension buscaron desarrollar una herramienta de búsqueda de información de pacientes. El proyecto, apodado “Project Nightingale” y descrito en artículos del The Wall Street Journal, provocó protestas sobre la privacidad del registro de los pacientes compartido con Google, que incluía nombres, fechas de nacimiento e información sobre medicaciones. Las compañías dijeron que los esfuerzos cumplían con las reglas federales de privacidad.
Google también cerró un ambicioso acuerdo con Mayo Clinic que combina el almacenamiento voluminoso de datos médicos, genéticos y financieros con la intención de desarrollar algoritmos. El trato de Google con Mayo le permite a Google acceder a información identificativa del paciente cuando sea necesario.
Otros gigantes tecnológicos han cerrado tratos similares con hospitales que otorgan acceso a información identificadora en el desarrollo tecnológico, como el esfuerzo de Microsoft Corp. y el sistema hospitalario Providence de usar los registros de los pacientes para desarrollar algoritmos contra el cáncer.
HCA dijo que Google no tiene permitido usar información que haga identificable al paciente bajo el acuerdo. El doctor Perlin dijo que a los registros de los pacientes se les sacará la información identificadora antes de ser compartido con los científicos de datos de Google, y que el sistema hospitalario controlará el acceso a los datos. Los términos del trato no fueron publicados por las compañías.
Google accederá a los datos cuando los necesite con el consentimiento de HCA, pero el gigante tecnológico puede desarrollar herramientas analíticas sin el registro de los pacientes y permitir a HCA probar los modelos de manera independiente, afirmó Chris Sakalosky, gerente directivo de salud y ciencias de la vida de Google Cloud. “Queremos expandir los límites de lo que el médico puede hacer en tiempo real con datos”, sentenció.
La información personal de los pacientes está protegida bajo la ley federal de salud y privacidad, conocida como Ley de Responsabilidad y Portabilidad de Seguros de Salud. La ley permite a los hospitales y algunas otras compañías de salud, como las aseguradoras de salud, compartir información con contratistas, que también deben respetar la ley de protección de privacidad.
Algunos consideran que la ley federal está desactualizada y dicen que las protecciones de la ley no han seguido el ritmo de la creciente demanda del sector de la tecnología de datos de pacientes, afirmó Michelle Mello, profesora de derecho y medicina de la Universidad de Stanford, que se enfoca en la privacidad de los datos de salud.
Las empresas también pueden utilizar los datos conforme a la ley para desarrollar productos que aumenten las ganancias corporativas, sin visibilidad ni control para los pacientes sobre cómo se utilizan sus datos. “Algunas personas simplemente no quieren que sus datos sean utilizados de manera particular por terceros”, afirmó la doctora Mello, quien se ha desempeñado como asesora de Verily Life Sciences de Alphabet.
Los gigantes de la salud y la tecnología se han introducido en la agregación de datos de salud y el desarrollo de algoritmos con resultados mixtos. International Business Machines Corp. ha explorado la venta de su negocio IBM Watson Health, ya que la unidad de inteligencia artificial para el cuidado de la salud de la compañía ha tenido problemas para mantenerse, informó The Wall Street Journal en febrero.
Los hospitales se encuentran en una posición única como intermediarios para los datos creados por pacientes que buscan atención e interactúan con médicos, laboratorios, farmacias y dispositivos médicos. Cada vez más, han buscado capitalizar esos datos en acuerdos para agregar registros de pacientes o desarrollar productos con compañías farmacéuticas y de tecnología. “Tampoco están desaprovechando esta oportunidad”, afirmó Jeffrey Becker, analista principal de atención médica en CB Insights.
En febrero, 14 sistemas hospitalarios anunciaron la reciente creación de una nueva compañía, Truveta Inc., para vender el acceso a sus registros anónimos de pacientes en 40 estados. Otros hospitales han invertido en empresas analíticas de registros médicos, como Health Catalyst Inc., que se hizo pública en 2019.
El acuerdo multianual HCA-Google buscará desarrollar algoritmos utilizando datos de 32 millones de visitas anuales de pacientes que podrían ayudar a monitorear a los pacientes y guiar el tratamiento, afirmó el doctor Perlin. Durante la pandemia, HCA usó su propia tecnología para monitorear a los pacientes críticamente enfermos con Covid-19 y notificar a los médicos sobre potenciales mejores opciones de tratamiento. La compañía descubrió que las tasas de supervivencia aumentaron al comparar los resultados de los pacientes antes y después de implementar el algoritmo.
Las empresas también buscarán desarrollar algoritmos que ayuden a mejorar las operaciones, sentenció el doctor Perlin, como automatizar la forma en que las unidades hospitalarias rastrean el inventario de suministros críticos.
—Un acuerdo global que podría remodelar el panorama fiscal para las corporaciones más grandes avanza con el plan del Grupo de los Siete de adoptar una tasa mínima e incluir a gigantes digitales.
Si los ministros de Finanzas que se reunirán virtualmente este viernes y presencialmente la próxima semana logran llegar a un acuerdo, eso podría allanar el camino para que se forme un consenso más amplio dentro del Grupo de los 20, sentando las bases para el pacto mundial que está en la mira de los negociadores.
“Estamos en la fase final de lograr un acuerdo”, dijo el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, el miércoles en una rueda de prensa virtual con su homólogo francés, Bruno Le Maire.
Los gobiernos europeos confían cada vez más en un acuerdo inicial en el G7, según personas familiarizadas con el tema, mientras que Japón también anticipa avances, dijo un funcionario del Ministerio de Finanzas.
La insistencia de países como Francia sobre la necesidad de un acuerdo que permita capturar impuestos de empresas digitales como Amazon.com Inc. es quizás el tema más controvertido de las negociaciones.
Convencer a jurisdicciones de baja tributación como Irlanda de que acuerden una tasa mínima también será un desafío para un acuerdo final en las conversaciones entre 139 países en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos Ocde).
Es el área en donde más ha cambiado el panorama en los últimos días, después de que la administración del presidente Joe Biden propuso un piso tributario global de al menos 15%, menos que la tasa del 21% que ha propuesto para las ganancias en el extranjero de las empresas estadounidenses, un nivel que los países, incluido el Reino Unido, consideran demasiado alto.
Si bien países europeos recibieron bien la oferta, quieren que EE.UU. se concentre en medidas para garantizar que las grandes empresas de tecnología paguen más impuestos en los países donde operan. Autoridades estadounidenses se oponen a la idea de impuestos para industrias específicas.
Gobiernos europeos ven un acuerdo más cerca a medida que avanzan las conversaciones para satisfacer su demanda de garantizar que todas las empresas digitales estén cubiertas por nuevas reglas, según las personas, que hablaron bajo condición de anonimato.
Un acuerdo del G7 indicaría apoyo hacia un pacto más amplio en la reunión de julio del G20, que ha coordinado negociaciones sobre impuestos internacionales. Los planes aún necesitan un consenso dentro del marco de la Ocde.
Josh Frydenberg, secretario del Tesoro de Australia, dijo en un correo electrónico que su país “aprueba el compromiso de EE.UU. de continuar participando en las discusiones lideradas por la Ocde en busca de un acuerdo sobre un enfoque consistente a nivel global para los desafíos fiscales que plantea la digitalización de la economía”. P