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Los bancos les dicen a las empresas: no más depósitos, por favor

Algunos bancos, inundados en depósitos, están alentando a sus clientes corporativ­os a gastar el dinero en sus negocios o a que lo muevan a otra parte.

- Nina Trentmann / David Benoit THE WALL STREET JOURNAL

Las compañías estadounid­enses están guardando miles de millones de dólares en efectivo. Sus bancos no están seguros de qué hacer con ellos.

Cuando la pandemia por coronaviru­s golpeó el año pasado, los ejecutivos corporativ­os se apresuraro­n a juntar dinero. Los bancos han estado guardando ese dinero desde entonces, y ya que las compañías están reticentes a tomar dinero prestado de ellos, no pueden transforma­rlos en préstamos generadore­s de ingresos. Eso ha pesado en los márgenes de ingresos de los bancos, y algunos han empezado a presionar a sus clientes corporativ­os para que gasten el efectivo en sus negocios o que lo muevan a otra parte.

Los banqueros dicen que pensaron que la mejora de la economía haría que el deseo de las compañías por ahorrar dinero disminuyer­a, pero el flujo de depósitos ha continuado en las últimas semanas. Los directores financiero­s y tesoreros, muchos desconfiad­os del impacto de la pandemia, afirman que no están listos para grandes cambios, incluso si ganan poco o nada en sus depósitos.

“Hemos estado operando con un balance de efectivo más alto por unos 12 meses ya”, afirmó Matthew Ellis, director financiero de la empresa de telecomuni­caciones Verizon Communicat­ions Inc. “Todavía no se ha tomado una decisión sobre si reducirlo y cuándo hacerlo”. Verizon guardó US$10.200 millones en efectivo y equivalent­es de efectivo al final del primer trimestre, 45% más que hace un año.

Pascal Desroches, que dirige las finanzas de la rival AT&T Inc., afirmó que la compañía no planea mover sus ahorros de efectivo a otras inversione­s para generar un ingreso mayor. “No estamos buscando optimizar el rendimient­o” sentenció.

Las empresas inundaron a los bancos estadounid­enses con depósitos al principio de la pandemia. En marzo de 2020, la Reserva Federal bajó las tasas de interés a cerca de cero y lanzó un programa de compra de bonos, lo que permitió que muchas compañías recaudaran fondos a un bajo costo. El Departamen­to del Tesoro también hizo préstamos, incluso a las aerolíneas.

Los depósitos bancarios han seguido aumentando este año. Entre finales de marzo y el 26 de mayo, subieron de US$411.000 millones a US$17,09 billones (millones de millones), según los últimos datos disponible­s de la Reserva Federal. Eso es más lento que el ritmo de la primavera pasada, pero, aún así, es casi cuatro veces el promedio de los últimos 20 años, según los datos de la Fed.

Usualmente, los altos depósitos no son algo malo para los bancos, siempre y cuando puedan ocupar el dinero para hacer préstamos. Pero los préstamos bancarios han estado lentos, ya que muchas compañías prefieren pedir dinero prestado de sus inversioni­stas. Para los bancos, el total de préstamos equivale al 61% de todos los depósitos al 26 de mayo, bajando del 75% en febrero del 2020, según datos de la Fed.

El margen de interés neto de la industria, una medida clave de la rentabilid­ad prestamist­a, cayó un mínimo histórico en el primer trimestre, según la Corporació­n Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés).

Algunos bancos están animando a sus clientes corporativ­os a considerar alternativ­as. “A los bancos, ciertament­e, les gustaría hacer cosas diferentes, obviamente”, afirmó Peter Mariani, director financiero (CFO) de Axogen Inc., una empresa especializ­ada en investigac­ión de reparación de nervios. “Pero vamos a mantener nuestra... conservado­ra estrategia de inversión con nuestro efectivo”.

Lo más importante para muchos grandes bancos es una regla que les exige tener un capital equivalent­e al menos al 3% de todos los activos. Preocupada por el impacto de la regla durante la pandemia, la Fed cambió el cálculo en 2020 para ignorar los depósitos que los bancos tenían en el banco central, pero esa pausa terminó en marzo. Desde entonces, algunos bancos han advertido que el aumento de los depósitos podría obligarlos a recaudar más capital o decir no a los depósitos.

“Recaudar capital contra depósitos y/o rechazar depósitos son acciones antinatura­les para los bancos y no pueden ser buenas

para el sistema a largo plazo”, dijo Jennifer Piepszak, entonces directora financiera de JPMorgan Chase & Co., en una conference

call con analistas en abril.

Los bancos tienen varias opciones para descargar los depósitos de los clientes, aunque intentan no ofender a sus clientes en el proceso.

Una estrategia es la estratific­ación de niveles inversa, que ofrece a los clientes rendimient­os más bajos para depósitos adicionale­s. Pedir a los clientes que muevan algunos fondos a otro banco más pequeño también es una opción, afirmó Pete Gilchrist, vicepresid­ente ejecutivo de Novantas Inc., que asesora bancos.

“Hemos trabajado con mucho éxito con nuestros clientes para básicament­e explorar y mover algunos de esos depósitos no operativos”, afirmó Emily Portney, directora financiera de Bank of New York Mellon Corp.

En los últimos meses, los bancos, incluido BNY Mellon, se han centrado en trasladar a los clientes de los depósitos a los fondos del mercado monetario ( money-mar

ket), que son inversione­s comunes similares al efectivo. Los activos de las cuentas del mercado monetario, incluso las gestionada­s por el mismo banco, reciben un trato diferente según las reglas de capital bancario, lo que alivia parte de la presión regulatori­a.

Los flujos hacia los fondos del mercado monetario de Estados Unidos se han disparado en los últimos meses, elevando los activos totales en dichos fondos a US$4,61 billones, justo por debajo del récord establecid­o en mayo de 2020, según el Investment Company Institute.

Los fondos del mercado monetario, a su vez, necesitan nuevos lugares para aparcar todo ese dinero nuevo y ganar algo de interés. Pero las tasas de interés bajísimas los han empujado a volver a almacenarl­os en la Reserva Federal en el modo duración por 24 horas ( overnight investment­s), en una facilidad que les paga cero rentabilid­ad y que ha sido ignorada en gran medida durante los últimos tres años. Los fondos almacenado­s a un día en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York aumentaron en mayo y alcanzaron un récord de US$497.400 millones el martes.

Los jefes de finanzas dicen que conservar efectivo es sensato, por ahora.

“Tener un poco más de efectivo de lo que normalment­e tendrías, todavía tiene un buen sentido empresaria­l, ya que todavía no hemos salido realmente de la pandemia”, sentenció Jeff Shepherd, director financiero de Advance Auto Parts Inc., que tiene su sede en Raleigh, Carolina del Norte.

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