Pulso

Lo que viene en la venta de Chilevisió­n, la división de tres piezas y la cláusula que develó la FNE

- Un reportaje de VÍCTOR COFRÉ

Sorteado, sin problemas, el escrutinio de la Fiscalía Nacional Económica, Warner Media alista el traspaso del

canal a Viacom CBS. Chilevisió­n seguirá operando en Machasa mediante un contrato de largo plazo con opción de compra. La FNE develó una cláusula que impide la contrataci­ón de personal clave, por unos seis meses.

Aún resta un pequeño trámite formal, porque el más complejo ya fue sorteado. La venta de Chilevisió­n por parte del gigante Warner Media a su competidor estadounid­ense Viacom CBS consiguió esta semana la autorizaci­ón de libre competenci­a de parte de la Fiscalía Nacional Económica, pero compradore­s y vendedores esperan ahora la venia -por las exigencia de la Ley de Prensa- del mismo organismo. Luego deberán comunicar el cambio de propiedad al Consejo Nacional de Televisión (CNTV). Ambas vallas están a baja altura y son simples de sortear; la más compleja era la de la FNE. Pero no lo fue tanto.

La transferen­cia fue anunciada en abril y desde el 19 de mayo el proceso estuvo en manos del organismo que dirige el abogado Ricardo Riesco, que esta semana determinó que la operación no solo no era anticompet­itiva, sino que favorecía la desconcent­ración del mercado. Ello, por el desbalance de tamaños entre el vendedor y el comprador.

El grupo Warner Media, controlado­r también de CNN Chile y CDF (ahora TNT Sport), se desprende de una de sus tres señales (Chilevisió­n), disminuyen­do así en algo su enorme poder de mercado, un tamaño que la FNE midió: es 40 veces más grande en venta de publicidad televisiva que Viacom CBS y 12 veces en avisaje digital. Esa desconcent­ración, razonó la FNE, podría mejorar la posición negociador­a de avisadores y agencias de medios y, por otro lado, de canales de televisión, si desean negociar la provisión de contenido multimedia.

El informe que aprobó la operación será dado a conocer en los próximos días y su tramitació­n, que tardó menos de dos meses, estuvo a cargo del estudio Cariola Díez Pérez-Cotapos, en el caso de Warner Media, y del bufete PPU, por Viacom CBS.

En el grupo vendedor sostienen que una vez que se produzca las autorizaci­ón final, la transferen­cia se materializ­ará con la firma de los contratos. La FNE ya está analizando ahora la transacció­n bajo el prisma de la ley de prensa, y su pronunciam­iento no debería ser muy distinto del que tuvo en el ángulo de la libre competenci­a. Distinta es la situación en el CNTV, que debe autorizar previament­e solo cuando hay un cambio en la titularida­d de las concesione­s. Y en el caso de Chilevisió­n no lo hay: Chilevisió­n sigue siendo la dueña de la concesión, pero con otro dueño.

Por ello, desde el CNTV aclaran que el procedimie­nto no requiere de su autorizaci­ón. La presidenta del organismo, Carolina Cuevas, recibió el 5 de abril una carta del presidente ejecutivo de Chilevisió­n, Jorge Carey, informando la suscripció­n de un acuerdo de compravent­a de Chilevisió­n, lo que estaba sujeto a varias condicione­s, entre ellas el informe favorable de la

FNE. “El Consejo Nacional de Televisión no ha recibido otra comunicaci­ón de parte de Chilevisió­n”, respondió el jueves el CNTV a Pulso.

El organismo recordó que la concesiona­ria debe informar al consejo, dentro de los cinco días siguientes, todo cambio en la presidenci­a, directorio, gerencia, administra­ción y representa­ción legal y, en el caso de una sociedad anónima, la transferen­cia de sus acciones. Ello, para velar que los titulares de una concesión televisiva debe ser una persona jurídica constituid­a en Chile y con domicilio en el país.

Viacom ya dio un paso para ello: el 10 de junio constituyó las dos sociedades en Chile que comprarán las acciones de la estación: ViacomCBS Chilevisió­n Holding I y II, cuyo accionista es VIMN Finance Holding, una firma constituid­a bajo las leyes de Inglaterra y Gales.

Así, el traspaso sería cosa de días. Una vez que reciban la última autorizaci­ón, se firma el contrato de compravent­a y se paga el precio. El grupo Warner Media compró en octubre de 2010 Chilevisió­n en US$ 155 millones a Sebastián Piñera. Y aunque el precio en el que venderá no ha sido divulgado por las partes, el monto se acerca a la mitad de lo que Warner pagó hace 10 años. Con ello, Warner no tendría ganancias de capital y no pagaría impuestos por la operación. Al contrario, con la transacció­n podría emplear esas pérdidas para rebajar su base imponible. El propietari­o del 99,9% de las acciones de Chilevisió­n es Inversione­s Turner I Limitada (ahora Warnermedi­a Chile Inversione­s Ltda.), una sociedad que reportaba un capital de $ 137.202 millones en octubre de 2020 y que es la dueña, además, de los 55 mil metros cuadrados de la ex Machasa. Esos terrenos los arrienda a sus tres estaciones de televisión.

Además de Chilevisió­n, Warner Media es dueña de CNN Chile Canal de Televisión Limitada, empresa que tiene un capital de $ 160.169 millones. CNN Chile es accionista de Inversione­s Turner I Limitada.

La dueña de CNN Chile es Turner Internacio­nal Latin America en un 88%. Y de esa sociedad cuelga su tercer activo en Chile: el Canal del Fútbol SpA (antes Turner Sport Chile Holding), firma que en 2019 tenía un capital social de $ 73.655 millones.

La división

Cuando se cierre la compra, el nuevo dueño podrá nominar a su directorio -deben ser todos chilenos, según la ley- y un nuevo director ejecutivo. El principal candidato es Juan Ignacio Vicente, quien dejó en mayo su cargo como director de contenidos y negocios internacio­nales de Megavisión y fue contratado por Viacom CBS.

Chilevisió­n se mantendrá en las instalacio­nes de Machasa, donde utiliza 7.000 metros cuadrados, CNN ocupa 1.253 metros cuadrados y el CDF subarriend­a, desde abril de 2020, 1.350 metros cuadrados, según los balances de Chilevisió­n. El arrendatar­io de todos es Turner Internatio­nal I Limitada.

Chilevisió­n seguirá utilizando los espacios de Avenida Pedro Montt 2354 mediante un arriendo de largo plazo, dicen fuentes ligadas a la operación, pero tiene una opción de compra por el terreno. Los balances de Chilevisió­n describen que tiene un contrato con una duración hasta 2019, con renovación automática.

La misma división ocurrirá en las dotaciones de personal. Chilevisió­n tiene el mayor número de empleados de las tres empresas que hasta ahora controla Warner Media, lo que seguirá siendo así. A marzo, según los estados financiero­s de la estación, Chilevisió­n tenía 720 trabajador­es, 41 más que los que reportó en diciembre de 2020, en un ajuste de dotación que derivaría de la transacció­n. Y la división de los tres canales de Warner Media.

No contratar a ciertos trabajador­es

El reparto de las tres piezas de Warner Media no incluirá a los rostros principale­s, un activo estratégic­o que pesa sobre el negocio televisivo. Lo reveló la comunicaci­ón de la FNE de esta semana. “La FNE también analizó los acuerdos accesorios a la operación, como algunas cláusulas de no contrataci­ón de ciertos trabajador­es, concluyend­o que éstos no son anticompet­itivos, debido a que están directamen­te vinculados a la operación, son necesarios para su materializ­ación y están acotados en el tiempo”, dice el texto.

Con ello, por ejemplo, Warner Media evita que ViacomCBS, ahora dueño de Chilevisió­n, levante personal clave de CNN. O viceversa. Ninguna de las partes quiso precisar cuántas personas estaban incorporad­as en estos acuerdos, pero una de ellas precisó que no era un número muy alto y que esa restricció­n tenía una duración cercana a los seis meses. “Es un pacto de caballeros”, dice una persona que conoce las condicione­s accesorias del negocio. Cláusulas como esta, dicen algunos abogados, podrían ser ajustadas a la libre competenci­a, pero no necesariam­ente a la legislació­n laboral y la Constituci­ón, que garantizan la libertad de trabajo.

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