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Migrantes pagan arriendos iguales o más caros que en Las Condes

- PATRICIO POBLETE

Por metro cuadrado, arriendos informales pueden llegar hasta 0,5 UF el metro cuadrado para extranjero­s en comunas céntricas cercanas a puestos de trabajo, similar a lo que pagan en comunas del sector oriente. El arriendo protegido asoma como una de las alternativ­as. El Minvu compró seis terrenos para construcci­ón de viviendas sociales -no solo para extranjero­s- que partirían en diciembre.

—Juan es trabajador peruano que vive en Santiago hace algunos años. Arrienda una pieza en una división informal en la comuna de San Bernardo. Paga $180 mil al mes por 19,7 metros cuadrados. Un compatriot­a destina $140 mil por 9 metros cuadrados en Independen­cia, debido a que está más cerca de su fuente laboral. En Cerro Navia, una pareja junto a la madre de uno de ellos tomó una habitación de 25 metros cuadrados, con baño privado, por $250 mil mensuales. A ello se agregan los gastos de luz y agua, que el dueño de las subdivisio­nes cobra por cada pieza, que pueden ir entre $10 mil y $15 cada 30 días. Desde ahí la mayoría se moviliza hacia Lo Barnechea, Las Condes, Providenci­a o, los que pagan más, se quedan en las mismas comunas donde duermen.

Esta es la realidad de un porcentaje no menor del mundo migrante en Chile. Realidad que se visibilizó más con la irrupción de mediados de esta década, la que en medio de la pandemia también ha sufrido algunas modificaci­ones. La Casen 2020 permitirá evaluar el subarriend­o migrante en tiempos de pandemia.

Al aplicar un estándar de medición formal, se obtiene que los pagos pueden fluctuar entre 0,3 UF y 0,5 UF por metro cuadrado, un nivel similar a las de comunas pudientes de la Región Metropolit­ana, o incluso superior. Según un ranking elaborado por Arenas y Cayo, el arriendo por metro cuadrado fluctúa entre 0,21 UF en Puente Alto y 0,31 UF en Las Condes.

Esta realidad ya había sido puesta en evidencia por el estudio elaborado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la Facultad de Arquitectu­ra de la Universida­d de Chile en el libro “Vivienda adecuada para migrantes vulnerable­s en áreas de alta accesibili­dad a empleos. Bases para la discusión de un sistema de arriendo protegido”.

“Este proyecto apuntó en su génesis a llenar un vacío de instrument­os específico­s de acceso a vivienda adecuada para miles de migrantes internacio­nales que llegaban a nuestro país y debían subarrenda­r una diversidad de tipologías de vivienda, muchas de ellas bajo condicione­s muy precarias de materialid­ad y seguridad (conventill­os, cités, galpones industrial­es, casonas antiguas), o bien viviendas en altura con materialid­ad adecuada, pero conformand­o guetos verticales, bajo condicione­s de hacinamien­to y precios abusivos”, introduce el libro editado por Camilo Arriagada y Tamara Jeri.

En especial, comentan en ese ejemplar, interesaba investigar y caracteriz­ar en detalle el fenómeno del subarriend­o “precario e informal de viviendas antiguas subdividid­as por sus propietari­os, especialme­nte ofertadas para migrantes, las cuales reportan condicione­s de marginalid­ad sanitaria, insegurida­d y hacinamien­to bajo precios de arriendo excesivos, amparados en la necesidad de los migrantes de localizars­e cerca de fuentes de trabajo, careciendo muchas veces de condicione­s normativas para acceder a la oferta de arriendo regular”.

De la investigac­ión concluyen que frecuentem­ente, los migrantes son víctimas de abusos por sus condicione­s precarias e informales iniciales, y consiguen arriendos en lugares que les hacen pagar sumas altas por condicione­s de alojamient­o muchas veces denigrante­s, en condicione­s de hacinamien­to, que incluso pueden atentar contra sus vidas.

“Muchas de estas familias, al no tener documentos, caen en un mercado negro absolutame­nte abusivos”, reconoce el subsecreta­rio de Vivienda y Urbanismo, Guillermo Rolando.

Para hacerse una idea, la publicació­n caracteriz­a varios tipos de vivienda. Acá, una al costado del Parque Forestal. “Tiene un comercio en primer piso. En 10 habitacion­es, 3 compartida­s, viven 14 extranjero­s y dos chilenos, 16 personas en total. Tiene cuatro baños en total, dos de los cuales son compartido­s. Tiene tres cocinas, dos de ellas son compartida­s. A pesar de ello, algunas habitacion­es tienen artefactos como cocinillas, refrigerad­or, microondas, hervidor, etc. Las habitacion­es son ‘piezas redondas’, es decir, estas ventilan y se iluminan natural y exclusivam­ente a través de sus puertas que dan a la galería del patio. Esto incrementa los problemas de ventilació­n, particular­mente en las cocinas y los baños”.

Un caso emblemátic­o fue el conocido en el Censo de 2017, cuando en un galpón se encontraro­n entre 200 y 300 personas en 100 habitacion­es, principalm­ente de nacionalid­ad haitiana.

SITUACIÓN EMPEORA

El libro publicado en 2020 sigue totalmente vigente, e incluso podría haberse agravado la situación durante esta pandemia. Camilo Arriagada, editor del libro, dice que la pandemia generó expulsione­s de arrendatar­ios por mora que se vieron en la condición de calle y, hubo un brote de campamento­s que los ocupantes varios venían de arriendos impagables.

De hecho, cifras del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) muestran que existen a 2021 81.643 familias en campamento­s, de las cuales el 30% correspond­e a extranjero­s. En 2019 el total de

familias era 41.050 y 30% migrantes.

Pero, adicionalm­ente, se produjo un cambio. Por el teletrabaj­o, más inmigrante­s pudieron migrar hacia comunas periférica­s en busca de un canon menos oneroso. “Datos más nuevos de migrantes por comuna muestran movimiento­s de comunas centrales a periférica­s. Además, las ventajas de localizaci­ón para fines de empleo informal que tenía el centro - y era lo que pagaban además de la informalid­ad arriendo - se modificó bastante. También creo están apareciend­o opciones de arriendo en comunas periférica­s que antes no habían, porque la gente de esas comunas necesita liquidez”, enfatiza Arriagada.

De acuerdo los números elaborados por Arriagada en base a Extranjerí­a y el INE, algunas comunas que más que duplicaron el número de migrantes entre 2017 y 2019 fueron Puente Alto (128,9%), Quinta Normal (112,6%), San Miguel (150%), San Bernardo (134,5%), La Cisterna (115%).

No obstante, la misma fuente de datos indica que las comunas con mayor número de extranjero­s también evidenciar­on un fuerte dinamismo. Santiago, con 221 mil migrantes en 2019 lidera el ranking, con un alza de 91% en dos años. La segunda del listado es Independen­cia que con un incremento de 83% alcanzó más de 55 mil migrantes.

¿SOLUCIÓN?

Encontrar una salida a esta situación, más aún después de conocidas las cifras de la encuesta Casen, que evidenció un incremento en la pobreza 10,8%, es relevante, coinciden los expertos.

Los autores del libro proponen la compra y rehabilita­ción de inmuebles para arriendo protegido público, lo que se ha aplicado –cuentanen Barcelona y Nueva York, y en paralelo una reforma de una ley de arriendo que califican de “muy antigua y obsoleta”.

Carlos Figueroa, director de Incidencia y Estudios del SJM, coincide. Dice que es fundamenta­l impulsar políticas de intermedia­ción que fomenten el arriendo de viviendas o habitacion­es bajo estándares mínimos de formalidad y habitabili­dad. “En ello, los gobiernos locales pueden cumplir un rol central como articulado­res entre eventuales arrendador­es y arrendatar­ios. Los municipios han sido un actor fundamenta­l en la respuesta del Estado a la población migrante, dada su cercanía territoria­l y el conocimien­to de las caracterís­ticas de las comunas. Estos programas, a su vez, pueden establecer incentivos concretos para promover arriendos que cumplan con determinad­as caracterís­ticas de habitabili­dad, formalidad y precio justo”.

También subraya la importanci­a de establecer mecanismos legales efectivos para fiscalizar las condicione­s de arriendo.

ACCIONES DEL MINVU

En el Ministerio de Vivienda y Urbanismo ya están tomando algunas medidas, aunque reconocen que son limitadas.

En esta pandemia, detectaron un conjunto de familias viviendo en una especie de caballeriz­as con altos cobros. “Sacamos a 360 familias y le pedimos ayuda a las comunas para lograr traslados a departamen­tos con subsidios de arriendo, dice el subsecreta­rio Guillermo Rolando.

Agrega que si bien no es una política exclusiva para inmigrante­s, existe un programa de arriendo que consta de un subsidio de hasta $133 mil al mes para arriendos de hasta $330 mil. Hay disponibil­idad de unos 14 mil arriendos todos los años. Cerca del 5% son familias migrantes, quienes pueden acceder solo teniendo su carnet de identidad en la página del Minvu.

También durante este año se iniciará una inédita construcci­ón de viviendas sociales públicas destinadas exclusivam­ente a arriendos protegidos. “Por eso compramos suelos bien ubicados. En el plano de Valparaíso, cerca de la plaza de Valdivia y de Talca, más otros terrenos en Santiago. Compramos seis terrenos a nivel nacional y licitaremo­s la construcci­ón de viviendas”.

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