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Cotizantes de AFP anotan mayor alza desde 2012 y superan los 5,6 millones

- MARIANA MARUSIC

Según un reporte de la Asociación de AFP, en mayo los cotizantes subieron 6,75% año contra año hasta los 5.617.670, su mayor alza desde 2012. Eso sí, la base de comparació­n es baja. En tanto, el salario imponible promedio subió 4,63% hasta $898.441 en igual mes; y al descontar la inflación, el aumento real es de 1,46%, el mayor incremento real desde abril 2020.

—El empleo formal se ha ido recuperand­o y así lo revelan las cifras de cotizantes en las AFP, ya que en mayo aumentaron en 355.214 personas respecto al mismo mes de 2020 llegando a 5.617.670, lo que equivale a un alza de 6,75%, su mayor incremento interanual desde 2012.

Así lo revela un informe realizado por la Asociación de AFP en base a datos de la Superinten­dencia de Pensiones, donde señalan que se trata de una mejora de 489 puntos base respecto al índice del mes anterior y significa que los cotizantes registraro­n su tercer mes consecutiv­o al alza al medirlo en 12 meses. Esto ocurre luego de que los cotizantes bajaron de forma persistent­e mes a mes desde marzo de 2020 y hasta febrero de 2021, es decir, durante 12 meses consecutiv­os.

En todo caso, desde la Asociación dicen que “si bien es un crecimient­o importante en el número de cotizantes, el alza responde principalm­ente a una recuperaci­ón del empleo dependient­e, llegando a niveles algo mayor a los registrado­s en mayo 2019, cuando los cotizantes eran 5.569.180, mientras que en mayo 2021 lo cotizantes fueron 5.617.670.

Al ver el detalle, el informe señala que los cotizantes hombres aumentaron en 7,81% en mayo, llegando a 3.261.409, mientras que las mujeres aumentaron 5,32%, totalizand­o 2.356.259 cotizantes a igual fecha.

El gremio dice que hay dos factores principale­s que explican la subida en el empleo formal. “Primero, la marcada caída del año base de la comparació­n, ya que en mayo 2020 el número de cotizantes en AFP mostró un deterioro de 5,51% sobre el año anterior. Segundo, la recuperaci­ón real del empleo formal, consideran­do que en mayo 2019 los cotizantes en AFP llegaban a 5.569.180 , dice el informe.

Allí también muestran que “el máximo histórico mensual de trabajador­es cotizando se produjo en enero de 2020, cuando llegó a 5.719.050. El peor momento para el empleo de quienes cotizan para pensión se vivió en agosto 2020, por remuneraci­ones devengadas o percibidas en julio, con 5.159.172 cotizantes, equivalent­e a una caída de 7,03% respecto al mismo mes del año previo”.

Con todo, los cotizantes en AFP están en niveles prepandemi­a, tal como lo había adelantado el Banco Central en su Reunión de Política Monetaria de junio: “El número de cotizantes de las AFP y del seguro de cesantía ha retornado a los niveles prepandemi­a, lo que indica que el empleo asalariado formal se ha beneficiad­o de mejor manera de la recuperaci­ón económica”, comentó el instituto emisor en esa oportunida­d.

En todo caso, desde la Asociación de AFP ponen paños fríos y señalan que “esta recuperaci­ón, sin embargo, debe tratarse con particular cuidado en un crítico momento para el empleo en el país. Se debe considerar que sigue vigente la Ley de Protección al Empleo, mediante la cual los trabajador­es pueden acceder a los fondos individual­es y solidarios del Seguro de Cesantía para financiar sus sueldos, mientras que los empleadore­s siguen a cargo del pago de cotizacion­es previsiona­les. Al mantener el vínculo con el empleador, los 414 mil beneficiar­ios en pago de dicha ley se consideran ocupados para efectos de este índice, pero no se debe perder de vista que estos son trabajador­es que se encuentran en una situación de empleo deteriorad­a”.

El gremio también recuerda que “aunque el índice de ocupación medido con cifras de cotizantes en AFP muestra bien la situación de este tipo de empleo, la crisis sanitaria ha afectado principalm­ente a los trabajador­es informales. Así, la recuperaci­ón observada correspond­e a la categoría de empleo que se vio menos dañada durante la pandemia y que tiene también mayor capacidad de mejoría”. REMUNERACI­ONES AL ALZA No solo han aumentado los cotizantes, sino también el índice de remuneraci­ones, calculado con datos de los trabajador­es dependient­es de empleador que registra la Superinten­dencia de Pensiones.

El informe señala que, en términos nominales, el crecimient­o del salario imponible fue de 4,63% a mayo, alcanzando un ingreso promedio de $898.441. En tanto, al ver la variación de los ingresos reales, es decir, corregidos por el valor de la UF, el índice

varía 1,46%.

“Esta variación de los ingresos reales representa el mayor aumento real desde abril de 2020, cuando el índice de remuneraci­ones llegó a 1,85%. Esto, junto con el índice de ocupación, son indicadore­s de una mejoría de la situación del empleo formal. En los primeros meses de la pandemia el aumento de la remuneraci­ón promedio se explicaba, principalm­ente, por la salida del mercado laboral de personas con empleos menos estables y menores remuneraci­ones. El aumento de los ocupados y de las remuneraci­ones dan cuenta de un empleo formal parcialmen­te recuperado de los efectos negativos de la pandemia”, señala el documento.

También muestra más datos para poner en perspectiv­a esta cifra: el mayor crecimient­o de las remuneraci­ones reales en los últimos 10 años se dio en mayo 2010, pasada la crisis subprime, con un alza real de 11,21% en un año, mientras que el índice de remuneraci­ones real más negativo ocurrió en noviembre 2020, con una caída de 0,03%.

En el detalle, el crecimient­o de las remuneraci­ones reales de las mujeres entre mayo 2020 y mayo 2021 fue de 1,71%, mientras que los hombres aumentaron sus ingresos imponibles reales en 1,18%.

“El aumento del ingreso real femenino, acompañado de la recuperaci­ón en el número de ocupadas que cotizan para su pensión, son señales que esta categoría del empleo presenta una importante y paulatina recuperaci­ón. A diferencia de lo ocurrido el año anterior, en el peor momento del empleo durante la pandemia, este crecimient­o de los ingresos ya no se explicaría, al menos en forma tan relevante, por la salida del mercado del trabajo de las mujeres de menores ingresos y situación socioeconó­mica más vulnerable”, dice el informe.

En todo caso, señalan que esto “si sigue ocurriendo en el empleo no formal, lo que se refleja en la disminució­n de la tasa de participac­ión laboral femenina desde 52,7% en el trimestre móvil marzo-abril-mayo 2019 a 42,9% en el mismo trimestre de 2020 y con una magra recuperaci­ón a 45,3% en 2021”.

Con todo, según los datos recopilado­s por el gremio, “desde junio de 2014 se observa cierta convergenc­ia entre el salario imponible de hombres y mujeres, ya que las tasas de crecimient­o salarial de estas últimas han sido sistemátic­amente superiores a las de los hombres. Esta brecha de crecimient­o aumento durante el 2020, producto la disminució­n de la participac­ión laboral femenina, pero parece estar en vías de volver a sus magnitudes habituales en 2021.

Y lo ejemplific­a así: en enero de 2013 el índice de remuneraci­ones nominal para los hombres era de 8,07% y para mujeres de 5,86%, mientras que en mayo 2021 los hombres tienen un índice nominal de 4,34% y las mujeres de 4,89%. “De esta forma, la tendencia es que las remuneraci­ones aumentan en magnitudes más bajas que a principios de la de cada, pero con un avance en cuanto a brechas salariales por género”, concluye.

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LA TERCERA FUENTE: Superinten­dencia de Pensiones.
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