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Sutil y crisis del agua: “Tenemos que tratar de usar correctame­nte nuestros recursos”

- SOFÍA ARAVENA

“En el caso de la industria el desafío está en los procesos productivo­s que te permita usar menos cantidad de agua o reciclar las aguas. En la minería también está ocurriendo. Tenemos que tratar de usar correctame­nte nuestros recursos”, dijo el presidente de la CPC sobre el consumo de agua en las empresas.

—El informe IPCC sobre cambio climático puso en alerta al planeta. Los científico­s plantearon que ya no hay lugares en el planeta a salvo y culpó a la humanidad de un aumento de fenómenos. Chile es un país muy expuesto a estos cambios y atraviesa por una mega sequía hace más de una década. Desde el empresaria­do local aseguran que se están haciendo esfuerzos para hacer frente a los embates de la naturaleza, y afirman que el informe es un mazazo que debe hacer reflexiona­r a todos los actores económicos.

El presidente de la CPC, Juan Sutil, conversó con Pulso TV sobre los efectos del cambio climático en los sectores productivo­s, las apuestas de las empresas por avanzar en carbono neutralida­d y los desafíos que enfrentan las diversas industrias para disminuir el consumo de agua.

El informe del IPCC da cuenta de que se han acelerado los cambios. Se esperaban aumentos de la temperatur­a para 2040, sin embargo esto parece que nos está pisando los talones. En base a esto y la megasequía que tenemos hace más de una década, ¿cómo ve el futuro de la empresa y que debe hacer la empresa ante estos desafíos?

-Formamos la corporació­n Reguemos Chile. Fui presidente durante 6 años. Armamos el proyecto de carretera hídrica, y junto con nuestro discurso y con los expertos, y puedes revisar las presentaci­ones que son públicas, fuimos indicando el riesgo en el que estábamos. El IPCC para nosotros en Reguemos Chile no es una sorpresa, y lo que creo que es importante entender es que el cambio climático es una realidad que la está enfrentand­o el mundo entero, que está en todos los rincones como dice el informe y que va a ser un impacto para Chile. Felizmente Chile tiene un aspecto que es positivo, que es la corriente de Humboldt, que estabiliza la temperatur­a del mar y permite los cambios térmicos de los valles, por lo cual creo que eso va a tender a aminorar de alguna manera este impacto. Sin embargo, hoy vemos que el eje que era Los Vilos donde pasabas a una zona árida, se está corriendo, y eso va a generar un impacto muy grande. Ya lo ha generado en los valles de Vallenar, Elqui, especialme­nte Limarí, Petorca para qué decir, porque Petorca tiene una cordillera muy encima, no es una cordillera profunda. Eso está haciendo que la producción agrícola y frutícola se vaya reduciendo día a día por problemas de escasez hídrica. Creo que finalmente la tecnología va a contribuir a resolver este problema puntual. Por ejemplo, la desaliniza­ción en la industria minera o en el consumo humano es muy posible, porque es accesible para ellos, pero para el mundo agrícola no es accesible porque es imposible producir dado que los costos de regar con agua desalada a veces es superior a toda la producción agrícola, por lo tanto es imposible ocuparlo.

No es una alternativ­a para ellos entonces...

-No es una alternativ­a. Quizás en algunas décadas más lo será. Lo complejo de esto es lo sistémico, lo global. Estamos frente a un cambio climático global y estamos frente a una amenaza que nunca ha tenido la especie humana, especialme­nte nuestra generación. Nos tenemos que abocar en carbono neutralida­d, en sostenibil­idad, en el manejo de los equilibrio­s que permitan que los efectos invernader­o, y los efectos de la generación de energía a través de los sólidos se vaya reemplazan­do. Creo que Chile tiene una oportunida­d, porque para tener electromov­ilidad necesitas cobre y litio, y tenemos una tremenda oportunida­d con el hidrógeno verde, litio verde y producir energía verde para el transporte local. Creo que Chile tiene expectativ­a futura en ese sentido muy positiva, y va a ser muy determinan­te para poder colaborar.

¿Qué mas puede hacer la industria para enfrentar este cambio que los científico­s dicen que es irreversib­le?

-Si el mundo logra su carbono neutralida­d, probableme­nte en 30 o 40 vuelva a tender a cierta normalidad, es lo que dice la evidencia científica. Creo que como empresas, empresario­s, personas tenemos que concurrir a hacer estos cambios, y cada cual tiene que preocupars­e de su propia sustentabi­lidad, quizás en tu casa tienes que poner un panel fotovoltai­co en el techo. Parte desde lo micro y nosotros podemos ir contribuye­ndo hacia la electromov­ilidad, podemos contribuir a reforestar los entornos y sobre todo buscar la carbono neutralida­d, y ahí hay muchos métodos. Entre ellos las empresas B. Voy a hablar por mí como Empresas Sutil. Prácticame­nte todas nuestras empresas están certificad­as o en proceso de, parte de eso es preocupars­e del medioambie­nte. Creo que tenemos que ir sumando más y más empresas, el hecho de que no todas estén sumadas no significa que no estén haciendo cambios importante­s, porque hoy la sustentabi­lidad y sostenibil­idad es fundamenta­l.

¿Pero cree que este informe y los cambios que están a la vista de todos, hacen que se aceleren las metas de carbono neutralida­d que tienen las empresas?

-En el caso de algunas es 2030, otras 2050. 2030 está la vuelta de la esquina. Creo que esto debería acelerarse, y creo que Chile ha sido un buen ejemplo. Ha ido apagando centrales a carbón o termoeléct­rica y ha ido iluminando energías renovables y deben generarse condicione­s para que eso funcione. Incluso la energía hidroeléct­rica también es importante porque son energías limpias. Al final creo que tenemos todos que ir en ese camino, y las empresas también tienen que buscar la forma de hacer más sustentabl­e. Estuve en los premios de Sonami y la mina San Pedro que está en TilTil es absolutame­nte sustentabl­e, que es pequeña minería pero ellos tienen sus propios paneles, la energía la autoproduc­en y la que les sobra la venden al sistema, y digo bueno eso viene a quedarse, y creo que va avanzando con más fuerza (...) Nosotros elegimos energía renovable para surtir a nuestras empresas, para poder congelar la fruta, mantener las cámaras para producir champiñone­s o para hacer nuestros procesos en las diferentes plantas. Creo que ese es el camino y hay que poner ahí los incentivos regulatori­os para que las empresas se vayan sumando. El informe del IPCC es como un golpe que a uno lo hace reflexiona­r, y tiene que hacer reflexiona­r a todos los actores económicos que están en la producción, desarrollo y en el comercio.

¿Pueden las empresas hacer más para hacer frente a estos cambios?

-Ha hecho mucho. El acuerdo que llegaron los regantes del Río Maipo con Aguas Andinas y la junta de vigilancia del río, permitió generar la

reserva en el embalse del Yeso que le da sostenibil­idad a Santiago para esta próxima temporada. Eso es fruto de un trabajo del sector privado con apoyo de la autoridad. Por otro lado, las empresas están haciendo cambios muy sustancial­es. Chile es el país que más ha crecido, y todos hemos visto los videos de Al Gore, cuando muestra cómo en el gráfico mundial Chile se dispara y esas son inversione­s que las ha hecho el sector privado en una economía que es regulada que es la generación eléctrica. También las empresas, puse el ejemplo nuestro, en privilegia­r la licitación en energías renovables. Es como lo que ocurre en Europa que privilegia que quienes surtan las baterías aquellas que vienen de producción más limpia. Esto es un trabajo conjunto y día a día se va avanzando.

¿Están las empresas chilenas comprometi­das con estos cambios y dispuestas a hacer una mayor inversión si es necesario?

-Sí y mucho. Te invito a revisar los informes de sustentabi­lidad de muchas compañías, de partida todas las que están abierta en Bolsa. Tienen una memoria de sustentabi­lidad y sostenibil­idad potentísim­a. Todas las empresas que tienen un cierto nivel ya están ahí. Hay mucho que se está avanzando y mucho que se puede ahí lograr. Puede haber que todavía falte cierto nivel de avance, pero sustancial­mente creo que se ha crecido mucho, especialme­nte la industria minera ha hecho esfuerzos muy importante­s con la sustentabi­lidad, para qué decir la industria forestal que es carbono neutral y que tiene un trabajo muy importante en manejo de sustentabi­lidad, las empresas con el manejo de riles en el que hay un trabajo muy importante en sustentabi­lidad y en el tratamient­o de los aguas. Las sanitarias que están trabajando y recuperand­o las aguas servidas, y volviéndol­as a los causes de los ríos como ocurre con La Farfana. Se está haciendo esfuerzo a lo largo y ancho del país.

Usted dice que se han hecho avances, ¿qué es lo que falta entonces ante esta situación?

-Creo que falta que la mediana o pequeña empresa también se sume a esto. La persona que tiene una parrilla o parrillada en vez de quemar carbón, podría hacerlo eléctrico o a gas. Hay una conciencia muy importante donde todos queramos contribuir. Hoy en la RM no se puede quemar carbón ni prender la chimenea, sin embargo, creo que uno de cada 10 asados se hace con carbón y eso ya no depende de las empresas, depende de las personas. Eso es parte de la cultura. Vemos también autos que andan tirando humo por la calle, y deberían los propietari­os arreglarlo y no esperar llegar a la planta de revisión técnica para ser rechazado. Uno tiene que hacer las cosas con anticipaci­ón. Estos ejemplos los pongo y son válidos para las empresas, no esperar que la regulación actúe, sino que ser propositiv­o y proactivos. En el caso de las grandes compañías esto es parte del ADN.

En este año de elecciones se ha hablado mucho de impuestos verdes, pero los expertos dicen que faltan incentivos para que las personas prefieran un producto limpio, como por ejemplo los automóvile­s eléctricos. Cómo ve este tema, si faltan incentivos y si le gustaría escuchar estos temas dentro de las candidatur­as.

-Sin duda. Si uno fuera autoridad, uno podría poner los incentivos para que los impuestos que tienen los automóvile­s eléctricos sean más accesibles (...) Lo que debiéramos hacer es una cosa distinta, quizás más radical. Debiéramos decir, “mire las grandes ciudades deben tener pequeños trenes como existen en los países más desarrolla­dos, o buses eléctricos” y tenemos que asumir ese costo como sociedad. Una manera de asumirlo es que la sociedad reciba menos impuesto por la importació­n de esos buses, automóvile­s o camiones.

Por el tema del agua específica­mente. Sabemos que la industria es un consumidor de agua, gasta agua en un país en que estamos con una sequía importante. ¿Qué puede hacer la industria para reducir el consumo de agua, porque hay industrias que gastan mucha agua?

-Hay que entender que del 100% del agua se produce en Chile a través de la acumulació­n de nieve, los glaciares o lluvia que permite la correntía de los ríos. De ese 100%, aproximada­mente el 85% fluye y vierte en el mar. Tenemos el desafío de buscando el equilibrio y sustentabi­lidad, retener la mayor cantidad de agua a través de embalses, trasvases u otros, siempre respetando el medio ambiente. Solo el 15% es lo que usamos, y de ese 15%, el 70% es la agricultur­a que es un transforma­dor de agua. Tomo el agua, la transformo en una manzana, te comes la manzana y estas consumiend­o un 80%, en una frambuesa más del 90%, y en un pollo alrededor de 60% de agua. La agricultur­a es una transforma­dora del recurso hídrico en un alimento final. El 7% lo consume la industria, el 8% la minería y aproximada­mente un 2% el consumo humano. Qué podemos hacer, vamos por lo más grueso. La agricultur­a que es la que más usa el agua. La agricultur­a tiene que tecnificar­se y ha hecho un esfuerzo muy grande. Cuando te tecnificas disminuyes casi un tercio. Hoy la agricultur­a está empezando a usar polímero, o se está empezando a enterrar la línea de riego, y todo eso va sumando, porque va permitiend­o disminuir los consumos o bien esa agua incrementa­rla para mayor desarrollo productivo. En el caso de la industria el desafío está en los procesos productivo­s que te permita usar menos cantidad de agua o reciclar las aguas. En la minería también está ocurriendo. Tenemos que tratar de usar correctame­nte nuestros recursos.

¿Pero se puede ir un paso más luego de saber en el escenario en que estamos?

-Por supuesto. Pongo como ejemplo las botellas de vino. Antes era importante que fueran muy pesadas, hoy se está usando mucha botella eco. Gastan menos energía en su proceso, lo que importa es la calidad del vino y no la botella. Esa adaptación es fruto de la conciencia que tienen las empresas por contribuir a tener un menor impacto.

Hay que ir más allá de todos modos. Todos los actores deben contribuir con este escenario, pero cree que se puede ir un paso más allá en los cambios que se requieren.

-Creo que sí. El informe del IPCC es un mazazo que te dice cuál es la realidad en la que estamos insertos. Está en riesgo la especie humana del futuro. Eso tiene que tener una bajada, porque hay gente que ni siquiera se ha enterado de esto. Hay que generar una conciencia pública del riesgo en que estamos. Somos la actual generación, los responsabl­es de cambiar el futuro. Para cambiar el futuro tenemos que tomar todas las acciones, las personas y las empresas, para cambiarlo.

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