Adidas vende Reebok a Authentic Brands en acuerdo de US$2.500 millones
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de 2008, informó el miércoles el Departamento del Trabajo. Los precios de la energía subieron 1,6% en julio con respecto a junio, tras un aumento del 1,5% en junio con respecto a mayo. Los precios de la gasolina subieron 2,4% el mes pasado, después de subir 2,5% el mes anterior. Ambas categorías cayeron abruptamente el año pasado durante la pandemia y se han disparado este año.
Los republicanos han criticado las políticas energéticas del presidente Biden y el aumento de los precios del combustible, señalando decisiones como la cancelación del oleoducto Keystone XL como indicaciones de que la administración de Biden se ha alineado con los intereses ambientales por sobre los de las compañías de petróleo y gas.
El senador John Cornyn (Republicano, Texas) afirmó después de la declaración de Sullivan que “rogar a los saudíes que aumenten la producción mientras la Casa Blanca, por detrás, le ata una mano a las empresas energéticas estadounidenses es patético y vergonzoso”.
Biden afirmó en declaraciones en la Casa Blanca el miércoles que los precios promedio de la gasolina son más bajos que en períodos anteriores, pero “todavía son lo suficientemente altos como para crear una presión sobre las familias trabajadoras”.
Las administraciones estadounidenses anteriores han pedido a miembros clave de la Opep que eleven la producción en momentos de altos precios del petróleo, a veces con éxito.
Los delegados de la Opep afirmaron el miércoles que no veían la necesidad de recuperar la producción de petróleo más rápido. Los funcionarios saudíes dijeron que estaban confundidos por la postura de la administración de Biden, que busca reducir el consumo de petróleo, mientras le pide a la Opep que bombee más.
“¿No que aboga (Biden) sobre el cambio climático y el impacto del petróleo en el medioambiente?” preguntó un funcionario petrolero saudita. “¿Cómo es que ahora están pidiendo más?”.
Otros delegados también dijeron que al mundo aún le falta para pasar la página de la pandemia.
“La variante Delta todavía está ahí”, afirmó un representante de un país africano de la Opep, refiriéndose a una cepa del virus Covid-19 que ha devastado a India y China, los consumidores de petróleo de más rápido crecimiento en el mundo. “Todavía no estamos fuera de peligro en lo que respecta a la pandemia”.
Los delegados de la Opep también advirtieron que los precios más bajos del petróleo podrían obstaculizar el gasto en proyectos de petróleo y gas, lo que a su vez podría provocar un aumento mayor de precios en el futuro, particularmente en un momento en que las grandes compañías petroleras ya están bajo presión para recortar las inversiones en combustibles fósiles en respuesta al cambio climático.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen
Psaki, afirmó que el impulso público para que la Opep aumente la producción “debe ser una conversación continua y permanente y debemos plantear este tema en público y, ciertamente, en la comunidad global”.
Las compañías petroleras estadounidenses han hecho recientemente un cambio estratégico, pasando de centrarse en bombear cantidades cada vez mayores de petróleo a gastar el dinero suficiente para mantener plana su producción.
El cambio comenzó antes de la pandemia, ya que los inversionistas privaron de capital a la industria tras años de escasos rendimientos. Habían presionado a las empresas para que usaran efectivo para saldar deudas y devolver más dinero a los accionistas. Luego, la pandemia dejó a los productores de esquisto (una roca de la que se extrae material para la fabricación del petróleo) luchando por ahorrar dinero.
Cuando los precios del petróleo se volvieron negativos durante lo peor de la recesión económica inducida por el virus en la primavera (boreal) de 2020, las empresas de esquisto cerraron miles de pozos, reduciendo la producción del país a su nivel más bajo desde finales de 2017. Si bien se ha recuperado en forma irregular llegando a 11,2 millones de barriles por día a mayo del 2021, todavía está 13% por debajo de los niveles previos a la pandemia, según la Administración de Información de Energía.
Los ejecutivos de las compañías de esquisto han dicho que no esperan que la producción de Estados Unidos alcance niveles prepandémicos durante varios años, si es que lo llega a hacer alguna vez.
La Casa Blanca también le pidió a la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés) en una carta, que usara “todas sus herramientas disponibles” para monitorear el mercado de gasolina de Estados Unidos y así tomara medidas contra “cualquier conducta ilegal que pueda estar contribuyendo a aumentos de precios para los consumidores en las bombas de bencina”.
“Con su conjunto de herramientas para monitorear los precios de la industria, revisar la actividad de fusiones y adquisiciones, realizar estudios de mercado e investigar la manipulación del mercado y las prácticas anticompetitivas, la FTC está bien posicionada para liderar el esfuerzo de evaluar lo que está sucediendo en el mercado de la gasolina de Estados Unidos y así tomar las medidas necesarias para abordar la conducta ilegal “, escribió el director del Consejo Económico Nacional, Brian Deese, en la carta a la presidenta de la FTC, Lina Khan.
La carta instaba a la FTC a unirse al Departamento de Justicia, la Comisión Reguladora de Energía Federal, la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos y los fiscales generales estatales en el esfuerzo.
Collin Eaton contribuyó a este artículo.
—Adidas AG acordó vender su negocio Reebok a Authentic Brands Group Inc. por hasta 2.100 millones de euros (US$2.500 millones), lo que agrega otro nombre conocido a la creciente lista de compras de empresas de consumo.
La mayor parte del precio se pagará en efectivo al cierre del acuerdo, y el resto como contraprestación diferida y contingente, dijeron las empresas este jueves en un comunicado. Se espera que el acuerdo se cierre en el primer trimestre de 2022.
El director ejecutivo de Authentic Brands, Jamie Salter, dijo en el comunicado que el acuerdo es “un hito importante” en el crecimiento de la empresa. “Estamos comprometidos a preservar la integridad, la innovación y los valores de Reebok, incluida su presencia en las tiendas tradicionales”, afirmó.
Authentic Brands, que presentó recientemente una oferta pública inicial en Estados Unidos ya ha adquirido más de 30 marcas, incluidos activos en quiebra como Barneys New York y Brooks Brothers. Reebok se había sumado formalmente al bloque desde principios de este año después de que Adidas intentara revivir el desempeño de la marca durante más de una década.
Este año, Authentic Brands ha comprado Eddie Bauer con Sparc Group, su empresa conjunta con Simon Property Group.
Authentic Brands, cuya cartera de empresas también incluye Forever 21 y Sports Illustrated, adquirió una serie de marcas de PVH Corp. que incluyen a Izod y Van Heusen.
El acuerdo no cambiará la perspectiva financiera de Adidas para este año o sus objetivos a largo plazo previamente anunciados, dijo la compañía. La mayor parte de las ganancias en efectivo se distribuirá a los accionistas.
HISTORIA DE LA COMPRA
Adidas adquirió Reebok por US$3.800 millones en 2006. Cuando llegó a Adidas en 2016, el director ejecutivo Kasper Rorsted dio prioridad a mejorar el bajo desempeño de Reebok. Cerró tiendas de baja rentabilidad y permitió que expiraran algunos acuerdos de licencia, lo que redujo las ventas de la marca deportiva, y aún más los gastos.
Después de que Reebok recuperó la rentabilidad a principios de 2019, Rorsted dijo que quería generar un crecimiento en las ventas con nuevas líneas de calzado como CrossFit Nano y FloatRide Run.
La oportunidad de capitalizar el amplio archivo de calzado y estilos de ropa clásicos de Reebok, desde las zapatillas blancas con la Union Jack hasta las zapatillas de baloncesto en blanco y negro que usa Shaquille O’Neal, podría ser un factor motivador para los compradores. P