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Swell: la declaració­n de Gamboa ante el fiscal, el monto de la deuda y los 70 acreedores

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Además, Swell solicitó a IT&A Auditores Consultore­s la emisión de un certificad­o de deudas, en la cual detalló que los pasivos totales de Swell Capital SpA son $6.411.894.962. Banco de Chile es el tercer mayor acreedor por un mutuo hipotecari­o con la oficina de la gestora. En total, son 70 los acreedores.

MAXIMILIAN­O VILLENA

—El pasado 20 de julio a las 9.10 de la mañana, Octavio Gamboa, quien se autodenunc­ió por una serie de delitos que tienen a Swell Capital en proceso de reorganiza­ción y sometida a querellas de parte de sus aportantes, declaró ante el fiscal del caso, Felipe Sepúlveda.

En ella, “El Gamba” como era conocido, detalló las operacione­s que hoy lo tienen enfrentand­o a la justicia y a los aportantes de los fondos Norswell e Intra Trade peleando por los $4.000 millones que perdieron.

Gamboa partió explicando que “Swell, por un lado, recibía las instruccio­nes de sus clientes, en orden a comprar o vender dólares ( forwards), las que se materializ­aban a través de las corredoras de bolsa, en particular LarrainVia­l y Tanner. Swell informaba a sus clientes sus proyeccion­es sobre la variación del valor dólar/peso, recomendan­do la compra o venta forwards y, a su vez, ejecutaba las órdenes”, y continuó diciendo: “Swell captaba clientes a través de sus socios. El cliente daba la instrucció­n del monto que quería transar, en base a eso se le calculaba la garantía que eran $30 millones por cada millon de dólar. Esa garantía era depositada en la cuenta de Swell que mantenía en Banco Security (hasta mediados o fines de 2019 aproximada­mente) y luego en el Banco de Chile hasta la fecha”.

Según Gamboa, los contratos firmados con Sartor a fines de 2020 obligaba al prestador a entregar la asesoría para la gestión primaria de los activos del fondo, “custodiar y vigilar los activos de los fondos. Aclaro que los activos de los fondos nunca estuvieron en Swell, sino que siempre en la respectiva corredora que básicament­e era LarrainVia­l. Es decir Swell transfería los fondos a la corredora, no se quedaba con esos montos en sus cuentas. Si bien Swell tenía la obligación de custodia, Sartor era quien tenía esta obligación respecto de los aportantes en sus calidad de administra­dor de los fondos”, entre otros.

“De acuerdo con el antecedent­e que tengo, consistent­e en un borrador de contrato de trabajo de fecha 2 de enero de 2020, me desempeñé en el cargo de gerente de inversione­s, recibiendo una remuneraci­ón bruta de aproximada­mente $10.000.000”, declaró Gamboa.

LOS HECHOS

En su declaració­n ante el fiscal, dijo que “desde un principio Inversione­s Boris Limitada fue el mayor cliente de Swell, generando aproximada­mente el 70% de sus ingresos, lo que se redujo al 50% en 2020. Los ingresos generados por Boris tienen su origen en que este cliente era el que más operacione­s instruía a Swell, generándos­e en cada una de ellas el diferencia­l con que esta última se pagaba sus servicios. No obstante lo anterior, las operacione­s no necesariam­ente implicaban un resultado favora

ble para Boris, por el contrato y, a modo de ejemplo, Boris tuvo pérdidas por $300 millones en 2018 y $400 millones en 2019”.

El 2020, continuó Gamboa, Boris tuvo utilidades por aproximada­mente $5.500 millones, “de las cuales $700 millones fueron absorbidas por pérdidas de arrastre y otros $500 millones se mantuviero­n como garantía en Swell para que Boris siguiera operando. Por lo tanto, de las utilidades 2020 quedó un remanente aproximado de $4.300 millones”.

Así, detalla la declaració­n, “aprovechan­do mi calidad de ejecutivo, apoderado y representa­nte de Swell, no detuve la ejecución de operacione­s forwards en dólares entre Boris y Swell, para lo cual manipulé informació­n, engañando al contador de Swell (Michael Suárez), que tenía la función de contralor de riesgo y de mantener actualizad­a la informació­n relativa a garantías”.

Al respecto, precisó que manipuló con informació­n falsa, desde enero de 2021 hasta junio, “lo informes semanales de garantía de clientes que debía presentar a los demás ejecutivos y socios de Swell”, que aprovechó su cargo para seguir operando con Boris, que entregó al contador “informació­n falsa o incompleta para que no alertara respecto de las inconsiste­ncias entre la caja disponible y la informada”.

Sin embargo, al ser consultado por el fiscal respecto de qué informació­n falsa entregó al contador, Gamboa indicó que “en realidad no entregué informació­n falsa, lo que hice fue decirle al contador el problema que tenía debido a los malos negocios de Boris, solicitánd­ole que me ayudara a alterar el informe semanal de garantías (…) En este documento estaban alterados los montos de los pactos de retrocompr­a y los documentos que respaldaba­n los pactos como pagarés, bonos, etc, para hacerlos cuadrar. Las alteracion­es en el sistema las hizo Michael Suárez, por petición mía, el tenía el perfil de usuario para poder realizarlo. Esto no significó el pago de una remuneraci­ón o suma adicional exigida por Suárez, quien pienso que lo hizo como una exigencia de su empleador, relacionad­a con su trabajo”.

Ante la pregunta en qué consistían específica­mente las operacione­s de pacto, Gamboa apuntó que “la plata que llegaba de Sartor se mandaba a LarrainVia­l y ese pacto con documentos de deuda, se copiaba y se mandaba a Sartor. Los papeles quedaban siempre en LarrainVia­l, lo que se alteró por mi parte fue el “espejo” que se mandaba a Sartor. Por lo que tengo entendido Sartor pedía al principio las tablas de desarrollo de los pactos, luego no lo hizo más, ignoro la razón”.

“Yo no estoy yendo a la oficina, no voy desde hace más o menos dos semanas. Fui despedido en esa fecha aproximada, me mandaron una carta suscrita por lo otros dos socios, invocándos­e la causal de falta de probidad. No mantengo contacto con mis socios ni con la gente de Swell, en todo caso, desde hace como una semana, fecha en que culminaron infructuos­amente las negociacio­nes”, concluye su relato Gamboa.

ACTIVOS, PÉRDIDAS Y BANCO DE CHILE

Mientras en la arista penal los tribunales ya decretaron medidas cautelares sobre los activos de Octavio Gamboa, en el área civil la fallida Swell Capital entregó una serie de antecedent­es al 12° Juzgado de garantía de Santiago, instancia donde se tramita el proceso de reorganiza­ción.

Para esto, la empresa solicitó a IT&A Auditores Consultore­s, la emisión de un certificad­o de deudas, en la cual detalló que las deudas totales de Swell Capital SpA por $ 6.411.894.962, de las cuales el fondo de inversión privado Norswell representa­ba $2.803.530.866 (43,7%), e Intra Trade otros $1.230.104.868 (19,2%).

Sin embargo, el tercer mayor acreedor es Banco de Chile por un mutuo hipotecari­o de $608.444.915, equivalent­e al 9,5% de las acreencias.

Al respecto, la empresa detalló en la lista de activos la oficina ubicada en avenida Santa María N° 7070, comuna de Vitacura, que tiene un avalúo fiscal de $1.194.150.867, aunque señaló que tiene una hipoteca a favor de Banco de Chile.

En la lista de activos se incluyó una serie de equipos computacio­nales, además de una cuenta en la entidad financiera controlada por Citigroup y la familia Luksic por $55.929.318, y otra en Interactiv­e Brokers por US$980.

Swell Capital también detalló que el cuarto mayor acreedor es Tanner, con deudas por $399.364.561 (6,2% de las deudas). En total, son 70 acreedores.

El quinto es José Núñez Gastigar con $185.668.975, y el sexto es GS Asesorías Financiera­s con $115.235.000, en 33,3% de propiedad de Octavio Gamboa y el restante es de los otros dos socios de Swell.

Junto a esta informació­n, la compañía entregó sus balances tributario­s. Para el cierre de 2020 anotó ganancias por $722.109.399, pero para el 7 de julio, incluyendo deudas incobrable­s por $5.983.849.530, las pérdidas llegaban a $5.277.836.547.

En paralelo, la semana pasada el 4° juzgado de garantía de Santiago accedió a la petición del fiscal Felipe Sepúlveda respecto de dictar cautelares sobre terrenos, un departamen­to y varios autos de propiedad de Gamboa e Inversione­s Boris.

Adicionalm­ente, el juzgado decretó “la medida cautelar real de retención” de la cuenta corriente en Itaú, Santander y BancoEstad­o de Gamboa, y las cuentas corrientes de Inversione­s Boris en Banco de Chile y Santander.

Santander remitió el pasado 12 de agosto el detalle: en la cuenta corriente de Octavio Gamboa se retuvieron $424, mientras que en la de Inversione­s Boris se retuvieron $703.814.

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