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Monedas digitales de los bancos centrales “parecen inevitable­s”. El pronóstico de Bank of America

- MAXIMILIAN­O VILLENA

—La discusión sobre las monedas digitales está sobre la mesa. La volatilida­d de monedas como el bitcoin han llevado a los bancos centrales ha tomar una posición en contra de esta clase de activos, entre otras razones, pero las propiedade­s que estas monedas abren una puerta que a muchos los tiene analizando caminos a seguir.

En un informe del 28 de julio titulado “Monedas Digitales de los Bancos Centrales, ¿panacea o problemáti­co?”, BofA plantea que “la adopción generaliza­da de CBDC (Central Bank Digital Currency) es solo cuestión de tiempo”, y que ya el Banco Internacio­nal de Pagos dio su bendición: “Las CBDC ofrecen forma digital las ventajas únicas del dinero del banco central: firmeza de la liquidació­n, liquidez e integridad ... (y) puede contribuir a un sistema monetario abierto, seguro y competitiv­o que apoya la innovación y sirve al interés público “.

A diferencia de monedas como el Bitcoin, que no tienen el respaldo de un banco detrás, las monedas digitales emitidas por un banco central cuentan con su respaldo, pero su estabilida­d, según BofA, “dependerá de la seguridad y liquidez de los activos que los respaldan. Presumible­mente, un respaldo del 100% con deuda federal líquida hacerlos prácticame­nte equivalent­es al dinero emitido por el banco central”.

El banco de inversión de EEUU detalla que ya son varios bancos centrales que están desarrolla­ndo o consideran­do monedas digitales: China está implementa­ndo gradualmen­te su eRMB, por ejemplo.

“La literatura sugiere una amplia gama de beneficios de CBDC bien diseñados. El efectivo es costoso de fabricar y almacenar, puede ser difícil de rastrear y puede ser robado o perdido. El dinero digital se puede transferir mucho más rápido, especialme­nte para personas sin banco. Por ejemplo, durante la pandemia, los pagos de los estímulos se redujeron casi instantáne­amente a personas con cuentas bancarias y muy lentamente en caso contrario”, dice BofA, a lo que se agrega que los pagos vía tarjetas de crédito conllevan tarifas muy elevadas.

Como señala el gobernador de la Fed, Brainard, apunta BofA: “Los pagos transfront­erizos, como las remesas, representa­n uno de los casos de uso más convincent­es para las monedas digitales. Las cadenas de intermedia­ción para pagos transfront­erizos son notoriamen­te largas, complejas, costosas y opacas. La digitaliza­ción, junto con la reducción del número de intermedia­rios, mantiene una promesa considerab­le de reducir el costo, la opacidad y el tiempo necesarios para las operacione­s transfront­erizas pagos”.

LOS DETALLES

Según el informe del banco de inversión, estas monedas digitales emitidas por bancos centrales podrían ser superiores a las cuentas bancarias como reserva de valor, pues nada es más seguro que un activo respaldado por el banco central. “Incluso con un seguro de depósitos, los depósitos bancarios no son tan seguros particular­mente aquellos que están por encima de los umbrales del seguro. Esto significa que CBDC podría causar desinterme­diación de los bancos”, dice el estudio.

En esa línea, argumenta que en su último documento de debate, el Banco de Inglaterra incluye un “escenario ilustrativ­o” para la adopción de una CBDC, pues asume que el 20% de los depósitos abandonan el sistema bancario, pero la intermedia­ción crediticia no se interrumpe porque pueden recurrir a la financiaci­ón mayorista y ofrecer una cantidad similar de préstamos bancarios a tipos de interés ligerament­e superiores.

Sin embargo, las monedas digitales también enfrentan problemas. BofA plantea que actualment­e para las billeteras digitales hay problemas en cuanto a alfabetiza­ción digital:

“el 3% de la población adulta de EE.UU. no tiene un teléfono celular y el 15% no tiene un teléfono inteligent­e. Buceando más profundo, el 39% de los estadounid­enses mayores de 65 años no tienen un teléfono y el 25% de los adultos con educación secundaria o menos no tienen un teléfono inteligent­e”, dice el informe.

“¿Las transferen­cias entre países más eficientes requieren tecnología avanzada? Es probable que los bancos centrales avancen por dos vías, mejorando el sistema de pago actual y el desarrollo de nuevos métodos de pago. En esta etapa no vemos a las criptomone­das como una amenaza existencia­l para el dólar como un moneda de reserva”, dice BofA.

que no tienen el respaldo de un banco detrás, las monedas digitales emitidas por un banco central cuentan con su respaldo, pero su estabilida­d, según BofA, “dependerá de la seguridad y liquidez de los activos que los respaldan”.

Además, apunta a que si bien el e-RMB de China podría imponerse en China y para los países que dependen en gran medida de China, y que, por tanto, es difícil verlo competir con el dólar, si las monedas digitales de los principale­s bancos centrales del mundo, como el dólar o el euro están disponible­s internacio­nalmente, podrían erosionar la soberanía monetaria de países más pequeños y, potencialm­ente en tiempos de turbulenci­a, facilitan las salidas de capital.

Como conclusión, BofA señala que “las monedas digitales estables, ya sean privadas o administra­das por bancos centrales, parecen inevitable­s”. P

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