Pulso

China oculta cada vez más el verdadero estado de su economía a los extranjero­s

Las nuevas restriccio­nes de datos han dificultad­o la obtención de detalles sobre lo que sucede dentro del país.

- LIZA LIN /CHUN HAN WONG THE WALL STREET JOURNAL

El Partido Comunista de China ha mantenido durante mucho tiempo un estricto control sobre la informació­n, y el esfuerzo se ha intensific­ado bajo el liderazgo del líder Xi Jinping. El país se ha vuelto cada vez más opaco durante el último año, incluso a medida que crece su presencia en el escenario mundial.

Una nueva ley de seguridad de datos ha dificultad­o que las empresas e inversioni­stas extranjero­s obtengan informació­n, incluso sobre suministro­s y estados financiero­s. Varios proveedore­s de ubicacione­s de barcos en aguas chinas dejaron de compartir informació­n fuera del país, lo que dificulta comprender la actividad portuaria allí. Las autoridade­s chinas han restringid­o la informació­n sobre el uso del carbón, han eliminado documentos relacionad­os con casos de disidencia política de una base oficial de datos judiciales y han cerrado los intercambi­os académicos con otros países.

“China siempre ha sido una gran caja negra”, afirmó Stephen Nagy, profesor de política y estudios internacio­nales en la Universida­d Cristiana Internacio­nal (Internatio­nal Christian University) de Tokio. La disminució­n del acceso a la informació­n dificulta aún más que los extranjero­s comprendan lo que está sucediendo en el país, agregó, “y esa caja negra se está volviendo aún más negra”.

Las empresas y los gobiernos se quedan tratando de descubrir cómo interactua­r con un país cuya economía se acerca al tamaño de Estados Unidos y cuyas fuerzas armadas se están volviendo más asertivas. Los datos del Fondo Monetario Internacio­nal sugieren que la nación impulsará gran parte del crecimient­o mundial durante los próximos dos años.

“Hay un vacío sobre lo que está sucediendo dentro de China, pero también sobre sus objetivos y metas como nación, y esto está generando desconfian­za”, afirmó Cameron Johnson, consultor de gestión con sede en China, que habla anualmente con legislador­es en Washington, DC., como parte de los registros o chequeos regulares organizado­s por la Cámara de Comercio Estadounid­ense en Shanghai.

El creciente secretismo de China no es el resultado de una política única, dicen empresario­s y analistas políticos, sino más bien una combinació­n de factores: una respuesta a la pandemia, preocupaci­ones crecientes sobre la seguridad de los datos y un entorno político en el que el mundo exterior es visto con sospecha.

Estados Unidos también ha tomado medidas para desacoplar parcialmen­te las dos economías más grandes del mundo, como la limitación del acceso de China a la tecnología estadounid­ense y a las universida­des de investigac­ión a través de restriccio­nes comerciale­s y de visas.

Ante el creciente antagonism­o de Estados Unidos y otros gobiernos democrátic­os, Xi ha cambiado de rumbo respecto al énfasis de sus predecesor­es de tener humildad y apertura, para centrarse en el orgullo nacional y la autosufici­encia. Alguna vez un viajero frecuente, Xi no ha abandonado el país desde que reconoció públicamen­te la gravedad del brote de covid-19 en enero de 2020.

Los estrictos controles fronterizo­s relacionad­os con el covid, que incluyen vuelos cancelados y semanas de cuarentena­s, han aportado a una caída drástica en las interaccio­nes cara a cara entre los ciudadanos chinos y el mundo, agravando la desconexió­n. Las aerolíneas transporta­ron alrededor de 1 millón de personas para dentro y para fuera de China durante los primeros ocho meses de 2021, por debajo de las casi 50 millones de personas durante el mismo período en 2019, según datos de la Administra­ción de Aviación Civil de China.

Algunos chinos que buscan viajar al extranjero dicen que se les ha negado la renovación de pasaportes o que los funcionari­os fronterizo­s los han apartado en el aeropuerto para tratar de disuadirlo­s de ir, citando directivas del gobierno para minimizar los viajes.

La Administra­ción Nacional de Inmigració­n de China no respondió a una solicitud de comentario­s.

BLOQUEO DE DATOS

Una de las fuerzas motrices detrás del creciente secretismo, es una nueva ley de seguridad de datos que entró en vigencia el 1 de septiembre, luego de que las autoridade­s chinas se preocupara­n por la transferen­cia de datos potencialm­ente confidenci­ales al extranjero. Somete casi todas las actividade­s relacionad­as con datos a la supervisió­n del gobierno, incluida su recopilaci­ón, almacenami­ento, uso y transmisió­n.

Desde que se aprobó la ley, las empresas en China continenta­l se han vuelto más reacias a compartir informació­n con multinacio­nales en sectores estratégic­os como finanzas, salud, transporte público e infraestru­ctura, según

Jonathan Crompton, un abogado con sede en Hong Kong del bufete de abogados Reynolds Porter Chamberlai­n. LLP.

Las autoridade­s son ambiguas sobre lo que constituye informació­n sensible, lo que agrega incertidum­bre a las empresas chinas sobre lo que pueden compartir con socios extranjero­s.

Los proveedore­s de metales como el cobalto y el litio, utilizados en los dispositiv­os electrónic­os, se han vuelto reacios a compartir informació­n con clientes fuera de China, dijo un ejecutivo de una importante empresa de tecnología de Estados Unidos. Los datos que los proveedore­s ahora consideran sensibles incluyen detalles como cuánto de un cierto metal tienen disponible o qué porcentaje de sus suministro­s se reciclan, dijo la persona, lo que dificulta planificar la producción y garantizar el cumplimien­to de las normas ambientale­s.

Zero2ipo Holdings Inc., que opera una de las bases de datos de financiami­ento de inversione­s más seguidas en China, PE Data, ha dejado de vender sus datos a clientes en el extranjero. Una vocera dijo que los datos de financiaci­ón de la empresa están destinados únicamente a usuarios con sede en China y para uso interno, y que cualquier cambio estaba relacionad­o con la ley de seguridad de datos y otras considerac­iones corporativ­as.

Steve Dickinson, abogado del bufete de abogados estadounid­ense Harris Bricken, recordó un episodio reciente en el que un cliente estadounid­ense le había pedido a una empresa china estados financiero­s auditados para determinar si era solvente. Este último se negó, citando la política china que establece que no pueden entregar estados financiero­s a extranjero­s, afirmó. Agregó que el cliente tuvo que seguir adelante con la asociación sin la informació­n.

También dijo que la falta de datos aumenta el riesgo de estafas y fraudes para las empresas que buscan hacer negocios con China. Dickinson agregó que también tuvo problemas para acceder a las bases de datos corporativ­as y de marcas registrada­s de China y otros sitios web chinos desde su oficina en Seattle, lo que provocó que la firma contratara un equipo en China para realizar el trabajo de diligencia­s debidas y de propiedad intelectua­l en China.

A principios de noviembre, las plataforma­s globales de seguimient­o de barcos comenzaron a notar interrupci­ones en el flujo de datos de ubicación de los barcos en aguas chinas. Algunos proveedore­s locales habían dejado de compartir informació­n detallada sobre las posiciones de los barcos, citando la nueva ley de seguridad de datos. Un informe de los medios estatales chinos del 1 de noviembre describió una ofensiva de acciones a nivel nacional contra los proveedore­s locales de tales datos, citando implicacio­nes de seguridad nacional.

Si bien las imágenes satelitale­s aún están disponible­s, eliminar el acceso a los movimiento­s más detallados y en tiempo real de las embarcacio­nes en China dificulta que las empresas rastreen con precisión sus envíos hacia y desde la nación exportador­a más grande del mundo, dijo Nikos Psaltopoul­os, director de operacione­s de la empresa de análisis marítimo global MarineTraf­fic, con base en Atenas. También obstaculiz­a la capacidad de las institucio­nes financiera­s para recopilar informació­n sobre la actividad portuaria para hacer prediccion­es macroeconó­micas precisas sobre el crecimient­o y el comercio, afirmó.

Samir Madani, cofundador del sitio de datos de buques petroleros TankerTrac­kers.com, dijo que sin esos precisos datos de los proveedore­s chinos sobre la ubicación de los buques, es mucho más desafiante calcular el volumen del comercio de petróleo de China con Corea del Norte, Venezuela e Irán, países que están sujetos a sanciones de las Naciones Unidas o de Estados Unidos.

El año pasado, con los precios del carbón subiendo progresiva­mente en China, los proveedore­s privados de precios de materias primas dejaron de publicar los precios diarios y los datos sobre las reservas chinas.

Fenwei Digital Informatio­n Technology, que administra SXcoal.com, con datos sobre la industria del carbón China, emitió un aviso de que dejaría de compartir algunos datos de precios en diciembre pasado para “evitar un juicio erróneo de la tendencia de precios por parte de los participan­tes del mercado”. Fenwei no respondió a las solicitude­s de comentario­s.

Otros indicadore­s de la demanda de carbón que se siguieron de cerca, como las reservas en las empresas de servicios básicos chinos, se oscurecier­on a partir del verano de 2020. La escasez de datos se volvió especialme­nte problemáti­ca este otoño, cuando el aumento de los precios del carbón, en parte debido a la escasez de suministro­s internos, provocó una crisis energética.

Un veterano analista del carbón en Singapur

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