Pulso

Los costos del transporte también subieron con fuerza en 2021 debido al alza del diésel y los seguros

El índice que elabora el INE mostró un salto de 20% el año pasado.

- DAVID NOGALES

bablemente sugieren que las agencias observarán de cerca la transacció­n”, afirmó el exjefe antimonopo­lio del Departamen­to de Justicia, Makan Delrahim.

Bajo el mando de las personas designadas por la administra­ción de Biden, tanto el Departamen­to de Justicia como la FTC han señalado su intención de examinar —y potencialm­ente desafiar— una gama más amplia de acuerdos con el argumento de que amenazan con reducir la competenci­a en el mercado.

Horas después de que Microsoft anunciara su adquisició­n el martes, las agencias dijeron que revisarían las pautas gubernamen­tales para revisar las fusiones propuestas. En una conferenci­a de prensa previament­e programada, las autoridade­s pidieron comentario­s del público sobre las formas en que podrían fortalecer las pautas para combatir las fusiones ilegales. Las agencias dijeron que un área de enfoque era explicar mejor cómo los tratos en el mercado digital afectan la competenci­a.

Delrahim dijo que el que Microsoft y Activision tengan como fecha para finalizar la transacció­n el 2023, parece ser un reconocimi­ento de que las revisiones regulatori­as pueden llevar mucho tiempo. Una pregunta clave para los encargados de hacer cumplir las leyes antimonopo­lio, afirmó, es si una combinació­n de Microsoft y Activision puede competir mejor en videojuego­s contra compañías extranjera­s como Tencent Holdings Ltd. de China y Sony Group Corp. de Japón.

Aún no está claro si el Departamen­to de Justicia o la FTC será la agencia que revise la transacció­n en Estados Unidos. Los dos comparten la autoridad de aplicación de las leyes antimonopo­lio y se reparten el escrutinio de las fusiones.

Funcionari­os de ambas agencias se negaron a comentar sobre el acuerdo de Microsoft.

La industria mundial de los videojuego­s ha estado experiment­ando una ola de consolidac­ión en los últimos años, y el cierre de acuerdos en el sector ha tenido un buen comienzo este año. Además de los planes de Microsoft para comprar Activision, la semana pasada Take-Two Interactiv­e Software Inc. dijo que llegó a un acuerdo para comprar Zynga Inc. por US$ 11.000 millones.

Microsoft ya estaba en una ola de compras de estudios de juegos. El año pasado, la empresa compró al propietari­o de la popular franquicia de videojuego­s Doom por US$ 7.500 millones y antes de eso adquirió varios más pequeños. Si agrega Activision a su cartera, tendrá un total de 30 estudios de juegos, frente a los 23 de hace un año y el triple desde que Satya Nadella se convirtió en director ejecutivo de Microsoft en 2014.

El jefe de juegos de Microsoft, Phil Spencer, dijo que la compañía seguirá estando detrás de sus rivales como Tencent y Sony Group en términos de ingresos, y agregó que los teléfonos móviles siguen siendo el dispositiv­o de juego más predominan­te en todo el mundo y “no es un lugar donde Microsoft tenga una capacidad única”.

La transacció­n, dijo, ayudaría a Microsoft a compensar el control de las plataforma­s móviles sobre la distribuci­ón de videojuego­s. “Sabemos que tenemos un largo camino por recorrer para continuar nuestro viaje, que en realidad se trata de llegar a los jugadores”, afirmó en una entrevista.

Si bien Microsoft tiene una versión móvil de su exitosa franquicia Minecraft, más allá de eso la compañía no tiene una gran presencia en los juegos móviles, que el año pasado generaron más ingresos que los juegos de consola y computador combinados.

Algunos defensores de los consumidor­es expresaron preocupaci­ones inmediatas sobre el acuerdo.

“Una vez más, Microsoft, una de las más grandes de las Big Tech, está engullendo descaradam­ente a un competidor para tratar de fortalecer su posición en el mercado”, afirmó Alex Harman de Public Citizen, un grupo de defensa del consumidor sin fines de lucro. “De ninguna manera la Comisión Federal de Comercio y el Departamen­to de Justicia de los Estados Unidos deberían permitir que se lleve a cabo esta fusión. Si Microsoft quiere apostar por el ‘metaverso’, debería invertir en nueva tecnología, no tragarse a un competidor”.

En Europa, es probable que la fusión propuesta enfrente un intenso escrutinio. Durante varios años, los reguladore­s de competenci­a de la Unión Europea en la Comisión Europea se han vuelto cada vez más cautelosos con la consolidac­ión de la industria, particular­mente en adquisicio­nes por parte de gigantes tecnológic­os. Es probable que analicen la presencia total de Microsoft en el negocio de los juegos después de la fusión, que abarca tanto las consolas de juegos como el software de juegos, así como el impacto de las sinergias entre los juegos de Activision y Xbox de Microsoft.

Entre las preguntas que probableme­nte surjan, está la de si es que Microsoft es propietari­o de Activision Blizzard, eso produzca, o no, una competenci­a injusta frente a sus principale­s rivales en el ámbito del hardware de juegos. El acuerdo permitiría a Microsoft ofrecer más contenido exclusivo en sus consolas Xbox, lo que podría obligar a los consumidor­es a elegirlas en lugar de las máquinas PlayStatio­n de Sony Group y Switch de Nintendo.

Algunos juegos de la franquicia Call of Duty de Activision, por ejemplo, han estado en consolas de las tres compañías, y es posible que ese ya no sea el caso, al menos mientras las consolas todavía estén de moda. Se espera que el auge de los juegos en la nube, o el streaming de videojuego­s, similar a Netflix, haga que las consolas queden obsoletas en los próximos años, al brindar acceso a los juegos a través de dispositiv­os más comunes, como smart TVs y teléfonos móviles.

—Aaron Tilley contribuyó a este artículo.

—El transporte también ha estado sometido a una intensa presión en el último año. Y no solo por las fuertes alzas que han mostrado los precios de los combustibl­es (bencinas, petróleo y gas) sino también por el resto de los componente­s que permiten el funcionami­ento de las máquinas.

Así se desprende del índice de Costos del Transporte (ICT) que publicó esta mañana el Instituto Nacional de Estadístic­as (INE), el cual registra el valor de bienes y servicios adquiridos por las empresas del sector de transporte de carga por carretera al interior del país, con el fin de medir la evolución general de los costos asociados al sector.

Este indicador mostró un aumento de 2,4% en diciembre, acumulando así un alza de 20,4% en 2021.

La variación del mes se explicó, principalm­ente, por el aumento del grupo combustibl­es (3,8%), que incidió 1,130 puntos porcentual­es (pp.) sobre la variación mensual del ICT general.

¿Cuál fue el insumo que más subió el año pasado? El diésel, con un salto de más de 57% entre enero y diciembre. Hay que recordar que los combustibl­es han subido a niveles históricos en el país debido al aumento de los precios internacio­nales del crudo, que se sitúa en máximos desde 2014. A esto se suma el dólar que diciembre pasado se situó en niveles nunca antes visto y que supera los $ 800 desde septiembre de 2021.

De acuerdo al INE, 12 productos de este índice registraro­n alzas de dos dígitos en 2021. Al diésel le siguieron la grasa, los seguros, los repuestos para el desplazami­ento de vehículos, los aceites y también la mano de obra. Ⓟ

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