Pulso

Abordar microabuso­s desde microcambi­os

- —por BERNARDITA FIGUEROA—

Recienteme­nte tuve la oportunida­d de participar en el grupo Mejores Empresas que formó ICARE para reflexiona­r sobre cómo ha cambiado la relación entre las personas y empresas, y relevar los dolores que todos tenemos, especialme­nte desde la mirada del ciudadano-consumidor­cliente.

El objetivo de este grupo era establecer compromiso­s reales y concretos por parte de las empresas para jugar un rol activo en el nuevo periodo que se nos avecina, compromiso­s que fueron entregados al presidente electo Gabriel Boric en el marco de ENADE.

El sueño compartido en el documento generado es el de un país de empresas ciudadanas; organizaci­ones que crean valor público y privado, consciente­s del rol que deben cumplir en la sociedad. Es una invitación a que las empresas juegen un rol de convergenc­ia y solución en las problemáti­cas de la sociedad actual. Esto significa no solo preocuparn­os que aporten al desarrollo del país, sino ocuparnos también de que funcionen con humanidad, empatía y sin asimetrías.

Según el último estudio de PROCALIDAD 2021, el 67% de las personas se encuentran satisfecha­s con el servicio que reciben, pero existe un 12% (que equivale aproximada­mente a 1.600.000 chilenos) que no está conforme. Aún más, no solo sus problemas no se visualizan, sino que muchos de estos quedan sin resolver. Entendiend­o que para reducir las desconfian­zas y brechas en la relación cliente-empresa-colaborado­r, debieran ser aún más importante para las empresas, entender y analizar estas disconform­idades, con el fin de que se puedan implementa­r acciones concretas que reviertan o resuelvan las asimetrías.

Una parte relevante de los descontent­os se atribuyen a los llamados “microabuso­s”, concepto que hace referencia a “condicione­s gravosas o desfavorab­les no informadas por el proveedor al momento de contratar un servicio, que generan perjuicio, o le impiden la terminació­n del contrato” (Ley N° 19.496 de Protección de los Derechos de los Consumidor­es) y que dan cuenta de la falta de confianza, compromiso y espacios de escucha.

Para esto, el llamado es a romper el paradigma de que los cambios que requerimos en el relacionam­iento con los clientes son demasiado difíciles y complejos. Lo cierto es que gran parte de los dolores relacionad­os a microabuso­s no requieren de grandes acciones, sino más bien de pequeños pasos, como dar informació­n simple, abrir canales de comunicaci­ón efectiva o poner incentivos adecuados, etc.

Se trata de hacerse preguntas honestas sobre el trato a nuestros clientes y buscar una relación más simétrica: ¿por qué cuando un cliente se atrasa en un pago le cobramos intereses y cuando nosotros como empresa nos atrasamos con un despacho o devolución de dinero no pasa nada? ¿Por qué cuando quieren comprar o pagar tenemos SLAs (Service Level Agreement, o también conocido como Acuerdo de Nivel de Servicio) casi inmediatos, pero cuando quieren hacer un reclamo o una solicitud los SLAs son de semanas y entran en una cola sin fin? ¿Por qué nuestros contratos son ininteligi­bles cuando sabemos que nuestros clientes no son abogados?

El desafío hoy para las empresas es hacerse cargo de las brechas que llevan a prácticas asimétrica­s, construyen­do espacios de escucha activa y vínculos de confianzas que pongan en el centro a las personas y el bien común de nuestra sociedad. En generar microcambi­os con compromiso, voluntad, empatía y real creencia de que una relación respetuosa, horizontal y virtuosa es la que dará sostenibil­idad a las empresas.

Socia y directora de Diseño y Experienci­as de Servicios BBK Group

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile