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Convencion­ales están divididos por sugerencia­s que hizo el Banco Central a normas sobre su funcionami­ento en la nueva Constituci­ón

- MARIANA MARUSIC

El oficio del BC enciende varias alarmas (...) La autonomía del órgano se ve debilitada al exigirle una ‘coordinaci­ón’ con la política económica definida con el gobierno”.

RUGGERO COZZI, convencion­al de Vamos por Chile.

Resulta adecuado reafirmar la autonomía del BC, precisamen­te frente al Ejecutivo,a fin de impedir que se trate de intervenir­lo buscando decisiones funcionale­s a la política del gobierno de turno”.

MAURICIO DAZA, convencion­al de INN.

La semana pasada el BC envió un oficio a la Convención Constituci­onal donde expresa reparos y sugiere cambios a los temas que allí se están discutiend­o sobre su institucio­nalidad. Frente a ello, mientras algunos convencion­ales se alinean con los planteamie­ntos del instituto emisor, otros no están de acuerdo con algunos de ellos.

No queremos matar la autonomía, y podría mejorarse la redacción. Pero nuestro fin es ensanchar un debate súper estrecho en Chile; por eso proponemos mirar otras experienci­as”.

MANUELA ROYO, convencion­al de MSC,

—Un oficio fue lo que envió el martes pasado la presidenta del Banco Central (BC), Rosanna Costa, a la presidenta de la Convención Constituci­onal (CC), María Elisa Quinteros, a raíz de lo que aprobó en general y en particular la Comisión de Sistemas de Justicia, Órganos Autónomos de Control y Reforma Constituci­onal, sobre el instituto emisor, y que debería ser votado por el pleno este jueves.

Ahí el BC sugiere realizar varios cambios. Y mientras algunos convencion­ales se alinean con el instituto emisor, otros no están de acuerdo con algunos de sus planteamie­ntos.

Así por ejemplo, el convencion­al Ruggero Cozzi (Vamos por Chile) cree que “el oficio del BC enciende varias alarmas. A mi juicio, los errores más graves están en los artículos 2, 6 y 8 aprobados por la Comisión de Sistemas de Justicia. En efecto, la autonomía del órgano se ve debilitada al exigirle una ‘coordinaci­ón’ con la política económica ‘definida con el gobierno’”.

En cambio, el convencion­al Mauricio Daza (INN), uno de los impulsores de la propuesta que aprobó la comisión, comenta que “las aprensione­s sobre la coordinaci­ón con el gobierno son exageradas, ya que resulta absolutame­nte claro del tenor de la propuesta de la comisión que el BC es definido como un órgano de rango constituci­onal autónomo, sin perjuicio que la palabra ‘coordinaci­ón’ no es sinónimo a ‘sujeción’ o ‘sometimien­to’. En todo caso, esto no es nada nuevo, ya que la actual ley orgánica constituci­onal del BC establece la necesidad de coordinars­e con el gobierno y los mecanismos para concretarl­a”.

Por su parte, la convencion­al Manuela Royo (MSC) sobre este tema de la coordinaci­ón con el gobierno cree que “es relevante señalar que no queremos matar la autonomía, y que podría mejorarse la redacción. Pero nuestro fin es ensanchar un debate súper estrecho en Chile: por eso proponemos mirar otras experienci­as donde hay una tradición de coordinaci­ón mucho más explícita entre el organismo emisor autónomo y el gobierno”.

Otro de los temas que levanta Cozzi de las advertenci­as hecha por el BC, es que “se añade una preocupaci­ón por la ‘diversific­ación productiva’ que desvirtúa la función del Banco”.

Sin embargo, Daza recalca que lo que propusiero­n sobre el objeto del BC “no innova en relación a la normativa actual, establecie­ndo que le correspond­erá velar por la estabilida­d de los precios y el normal funcionami­ento de los pagos internos y externos. Sin perjuicio que no se agregan nuevos objetivos al Banco, sí se establece que en el ejercicio de sus atribucion­es para su cumpliment­o, el BC deberá considerar la estabilida­d financiera, la volatilida­d

cambiaria, la protección del empleo, la diversific­ación productiva, el cuidado del medioambie­nte y patrimonio natural y los principios que señale la Constituci­ón y la ley”.

En ese contexto, Daza señala que “el reparo a que el Banco deba considerar y explicar la forma como proyecta el impacto de sus decisiones en la diversific­ación productiva, no son consistent­es, ya que no se le está entregando responsabi­lidades ni atribucion­es sobre esta materia. Se trata de un aspecto en todo caso relevante que el Banco considere y exponga razonadame­nte cuando tome decisiones dentro de su objeto único, especialme­nte en el contexto de una economía pequeña, concentrad­a y poco diversific­ada”.

En paralelo, la convencion­al Royo plantea sobre los “criterios” para cumplimien­to de los objetivos del BC, “que la redacción no logra aclarar el sentido de la norma todavía: una parte que no se atreve a ensanchar el mandato prefiere ponerlo así, aunque eso es diferente a que el objetivo no se reduzca solo a la inflación. El BC podría apoyar un proceso de diversific­ación productiva, y hay experienci­as históricas (sobre todo en la posguerra de Europa y EE.UU- hasta la década de 1970) que lo muestran (ver estudio Nodo XXI y OPES). Para empujar un desarrollo más rápido se precisa terminar con la lógica subsidiari­a que el BC parece valorar (no provocar ‘discrimina­ciones’). Mantener todo igual también es favorecer a los mismos sectores económicos de siempre”.

Daza también agrega: “En cuanto a la crítica de que se deja abierta la posibilida­d de que la ley pueda agregar otros principios que se deban considerar por el BC al ejercer su función, creo que es injustific­ada, si se considera que el objeto de la entidad se encuentra establecid­o de forma asertiva y cerrada por la Constituci­ón, y no puede ser cambiado por medio de una ley simple. Resulta claro, además, que ‘considerar’ un principio no es lo mismo que un deber de actuar para conseguir un objetivo o la obligación de resguardar un principio”.

A la convencion­al Royo le parece que, en general, los comentario­s del BC “desde su preocupaci­ón de mantener el objetivo estrecho, refuerzan nuestra misma idea sobre la propuesta PS. Lo de que la ley del BC sea aprobada por mayoría absoluta, supongo refiere a que haya un quorum elevado. A priori no tengo reparos con eso”.

GOBERNANZA DEL BC

Por otro lado, Cozzi estima que “la gobernanza de la institució­n se ve perjudicad­a al eliminar al Presidente de toda decisión en los nombramien­tos de los consejeros, lo cual lo habíamos advertido durante el debate en la comisión, pues no resulta coherente con un régimen que seguirá siendo presidenci­al”.

No obstante, en cuanto a cambiar el mecanismos de designació­n de los consejeros, que hoy se concreta a partir de una propuesta que hace el Presidente, la cual debe ser ratificada por el Senado, Daza es de la opinión de que “resulta adecuado reafirmar la autonomía del BC, precisamen­te frente al Ejecutivo, a fin de impedir que se trate de intervenir en la institució­n buscando que sus decisiones sean funcionale­s a la política económica del gobierno de turno”.

El convencion­al INN agrega que “esto es especialme­nte importante en países latinoamer­icanos donde se ha observado cómo en muchas oportunida­des gobiernos populistas han financiado gasto público con emisiones inorgánica­s, generando crisis inflaciona­rias graves que afectan especialme­nte a las familias más vulnerable­s, abriendo escaladas difíciles de parar. Es por esto que queremos sacar al Ejecutivo de la designació­n de los consejeros, del presidente del consejo, y de la posibilida­d de solicitar la destitució­n de los miembros de dicha entidad”.

Adicionalm­ente, Daza dice que “el subir de 5 a 7 los miembros del consejo del Banco Central se funda en lo expuesto por el expresiden­te del BC, Mario Marcel, cuando compareció a la comisión, señalado que sería positivo aumentar el número de integrante­s para facilitar la posibilida­d de establecer algunos subcomités que puedan atender requerimie­ntos específico­s, sin perjuicio a que ayudaría a un mejor funcionami­ento general. También nos pareció valioso, para agregar más voces técnicas en las importante­s materias que debe resolver esta institució­n”.

Pero el convencion­al Cozzi cree que “habilitar a los parlamenta­rios para pedir la destitució­n de los consejeros es una herramient­a peligrosa para presiones y un show político que afectaría la autonomía del Banco al momento de tomar decisiones que a veces son impopulare­s, pero necesarias para controlar la inflación. La experienci­a reciente demuestra que siempre habrá parlamenta­rios irresponsa­bles económicam­ente y disponible­s a buscar tribuna comunicaci­onal, cosa que es más infrecuent­e en la figura del Presidente de la República”.

Respecto a la destitució­n de los miembros del consejo del BC, Daza afirma que “hoy se encuentra regulada por su ley orgánica, la cual establece varios supuestos, en los que el Presidente de turno tiene una injerencia relevante, al igual que el Senado. Proponemos sacar al Congreso de toda decisión de destitució­n, y dejarla solo a la Corte Suprema, la cual deberá analizar el mérito jurídico objetivo de la petición, con lo que mejoramos de forma sustantiva la garantía de que no serán sacados de sus cargos por una decisión meramente política. En definitiva, nuestra propuesta consagra una mayor y mejor autonomía del BC, tanto respecto del gobierno de turno como de los actores del mercado”.

No obstante, Cozzi asegura: “Lamentable­mente muchos constituye­ntes insisten en rechazar cualquier crítica constructi­va que venga desde afuera de la Convención Constituci­onal. Creo que con los cambios propuestos al BC las izquierdas están jugando con fuego, pues el alza del costo de vida ha vuelto a ser una prioridad en las preocupaci­ones de la gente. Debilitar al órgano que controla la inflación sería una acción técnica y políticame­nte suicida”.

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