¿Invertir en Chile o afuera?
BONOS EN UF, ACTIVOS ALTERNATIVOS Y MÁS
El fenómeno inflacionario no sólo se produce en Chile. Para el cuarto mes del año, los datos del Departamento del Trabajo de EE.UU. revelaron que los precios al consumidor subieron un 0,3% acumulando un alza del 8,3% en doce meses.
De hecho, todos los participantes en la reunión de política monetaria de la Reserva Federal del 3 al 4 de mayo apoyaron una subida de las tasas de interés pues si bien “coincidieron en que la economía de Estados Unidos era muy fuerte”, también apuntaron a que “el mercado laboral estaba extremadamente ajustado y la inflación era muy alta”, con riesgos “al alza” de una inflación aún más rápida dados los actuales problemas de suministro global, la guerra de Ucrania y los continuos confinamientos por coronavirus en China.
El director regional de Portafolio Solutions de Credicorp Capital, Klaus Kaempfe, señala que para un inversionista local es relativamente fácil, pues existen bonos denominados en UF, pero para quien invierte en moneda extranjera es más complejo y requiere de mayor análisis, pues si bien existen bonos indexados en EE.UU., no son similares a los chilenos y no prestan una cobertura eficiente.
El subgerente de Asesoría e Inversiones de Sura Inversiones, Rodrigo Balbontín, explica que en la compañía llevan “varios meses recomendando invertir en bonos de muy buena calidad crediticia, que estén denominados en UF y que tengan vencimientos de corto plazo”, y que “para inversiones de horizonte más largo, otras alternativas interesantes son los activos alternativos fuera de Chile”, pues estos “brindan protección inflacionaria a las rentabilidades de nuestro portafolio, gracias a que los flujos que perciben este tipo de instrumentos tienden a estar indexados a los movimientos de la inflación”.
El director de Asesoría y Productos para las Américas de Julius Baer, Esteban Polidura, explica que “comúnmente escuchamos que “el efectivo es el rey”, pero “creemos que en el contexto de un portafolio de inversión no lo es”. En esa línea, detalla que son una buena opción los “bonos corporativos de corta duración denominados en dólares americanos, francos suizos o euros”, pero también los ETF. Y es que “en vista de los movimientos en rendimientos de bonos del Tesoro americano, vemos oportunidades en algunos fondos pasivos que aprovechen oportunidades específicas a lo largo de la curva”, dice Polidura.
¿Y el dólar? Según el gerente de Renta Variable de Vantrust Capital, Cristián Araya, “por ahora comprar dólares es básicamente por riesgo político interno, pero no necesariamente para protegerse de inflación. En EE.UU. la inflación también es alta”.
El gerente de inversiones de Nevasa, Jorge García, dice que “la inversión en moneda dura también es una de las opciones de libro frente a un fenómeno de este tipo, pero en particular hoy hay mucho en el precio del dólar explicado por otros factores distintos a los tradicionales, que guardan más relación con perspectivas políticas. Esto podría resultar contraproducente o desvirtuar la cobertura frente a la inflación si esas presiones se relajan”.