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Las aerolíneas están volviendo a ganar dinero, pero no pueden seguir el ritmo de la creciente demanda de viajes

- Alison Sider / THE WALL STREET JOURNAL

El aumento de los costos y los tropiezos operativos de las compañías aéreas le están quitando brillo a un verano marcado por unas insaciable­s ganas de viajar. Las aerolíneas vuelven a ganar dinero, ya que la demanda de viajes se ha recuperado en gran medida de las profundida­des de la pandemia del Covid-19. Sin embargo, el aumento de los precios del combustibl­e y los crecientes costos de la mano de obra y otros elementos están reduciendo sus márgenes.

Las empresas aéreas se han dado cuenta de que no pueden mantener los niveles de vuelo más altos que esperaban ofrecer para capitaliza­r la creciente demanda. La escasez de personal, los estancamie­ntos en la formación y las limitacion­es en los abrumados aeropuerto­s europeos, en particular, están boicoteand­o su resurgimie­nto y obligándol­as a una mayor contención.

American Airlines Group Inc., United Airlines Holdings Inc. y Alaska Air Group Inc. dijeron esta semana que sus ingresos durante el segundo trimestre fueron los más altos de la historia para esta época del año, ya que el resurgimie­nto de la demanda les permitió cobrar tarifas lo suficiente­mente altas para cubrir los mayores costos. Según los ejecutivos de las aerolíneas, los temores de una recesión pueden estar aumentando, pero los consumidor­es siguen queriendo viajar.

“Hay dos macrotende­ncias de la demanda -la recesión y la continua recuperaci­ón del Covid- que se contrapone­n”, dijo el jueves el director ejecutivo de United, Scott Kirby. “Al menos por ahora, la tendencia de recuperaci­ón de la pandemia está anulando y posiblemen­te superando los vientos en contra de la economía”.

Aun así, las aerolíneas están conteniend­o sus horarios como mínimo durante el resto de este año, no porque no puedan llenar sus aviones, sino para evitar costosos tropiezos operativos.

Robert Isom, director general de American, declaró: “Hemos retirado algunos vuelos adicionale­s, y son vuelos que preferimos hacer”.

American dijo que los viajes de ocio han superado los niveles de 2019 y siguen siendo fuertes. Pero la aerolínea también comentó que su capacidad de vuelo en el tercer trimestre será entre un 8% y un 10% menor que en el mismo período de 2019, ya que esta disminució­n servirá para construir un amortiguad­or adicional en su calendario durante el resto del año.

El clima en junio fue desafiante, con problemas significat­ivos en 27 de los 30 días que abrumaron los esfuerzos de la aerolínea para asegurar que sería lo suficiente­mente resistente para manejar los problemas, explicó Isom. American canceló más del 5% de los vuelos principale­s ese mes, según FlightAwar­e.

“El mes de junio fue realmente duro para la aerolínea”, dijo Isom. “No puedo -ni nadie puede- hacer nada contra 27 de los 30 días de clima realmente severo en varios de nuestros centros de operacione­s”, agregó.

American obtuvo una ganancia de US$ 476 millones en el segundo trimestre. United informó el miércoles de un beneficio de US$ 329 millones, y Delta Air Lines Inc. informó la semana pasada de una ganancia de US$ 735 millones.

Las acciones de las aerolíneas cayeron el jueves incluso cuando el mercado en general subió. United cayó un 10,2%, hasta los US$ 37,44, mientras que American bajó un 7,4%, hasta los US$ 14,08. Alaska, que también presentó sus resultados el jueves, bajó un 0,5%.

United y Delta también han dicho que limitarán el crecimient­o en los próximos meses para funcionar con más seguridad después de un período difícil en mayo y junio.

Estos retrocesos y los esfuerzos por evitar retrasos y cancelacio­nes se suman a las presiones de costos a las que se enfrentan las aerolíneas. Delta, por su parte, comentó la semana pasada que espera pagar US$ 700 millones en horas extras y cuotas para ayudar a evitar las interrupci­ones, y los ejecutivos de United dijeron el jueves que la aerolínea tendrá un exceso de personal mientras da prioridad a la fiabilidad sobre el crecimient­o.

“Hay desgaste, y la gente llama para decir

que está enferma, y a veces se rompe el puente del avión y se va la luz durante 20 minutos y pasan cosas. Y el sistema no tiene ningún margen de maniobra para hacer frente a eso”, aseguró Kirby.

Esto podría llegar a un punto crítico después del Día del Trabajo. Normalment­e, es cuando los viajeros de negocios vuelven a la carretera, después de que los niños regresan a los colegios y las vacaciones familiares disminuyen. Pero los viajes corporativ­os, aunque han aumentado, no han vuelto a los niveles prepandémi­cos. Andrew Nocella, director comercial de United, señaló el jueves que el ritmo de mejora ha disminuido en las últimas semanas.

A su vez, las aerolíneas podrían tener más problemas para trasladar sus mayores costos a los consumidor­es si la demanda se ralentiza, dijo Eric Bernardini, líder de la práctica aeroespaci­al, de defensa y de aviación en AlixPartne­rs, una empresa de consultorí­a. “Es otro juego cuando se está en recesión y la gente va a mirar lo que le queda en la billetera”, explicó.

Este es el segundo verano consecutiv­o en el que las aerolíneas han tenido problemas para volver a operar de acuerdo con la demanda. En 2021, los viajeros volvieron antes de que las aerolíneas pudieran reconstrui­r sus filas. Sin la suficiente flexibilid­ad en el sistema, las tormentas de verano y otros problemas rutinarios se volvieron en inconvenie­ntes de varios días con miles de vuelos cancelados.

Las aerolíneas tenían la esperanza de haber resuelto esos problemas y estar preparadas para un verano aún más ajetreado este año. Sin embargo, esta primavera empezaron a surgir señales de que volverían a haber preocupaci­ones. Como consecuenc­ia, compañías como JetBlue Airways Corp., Spirit Airlines Inc. y Southwest Airlines Co. redujeron sus vuelos de forma preventiva.

Las aerolíneas necesitaba­n incorporar a miles de trabajador­es para reponer sus filas después de ofrecer paquetes de compra y jubilación anticipada para reducir los costos en 2020.

Aunque sus niveles de personal se acercan de nuevo a la altura de los prepandémi­cos tras una oleada de contrataci­ones de meses, algunas aerolíneas han dicho que se están dando cuenta de que eso ya no es suficiente mientras trabajan con grandes retrasos en los requisitos de formación y se ajustan a una fuerza de trabajo compuesta por empleados menos experiment­ados para volver a estar a pleno rendimient­o.

Las aerolíneas han dicho también que el control del tráfico aéreo tiene poco personal, lo que provoca problemas en corredores muy transitado­s como Florida y el área de Nueva York. La Administra­ción Federal de Aviación aseguró que está trabajando con las empresas para aliviar algunas interrupci­ones, incluyendo el aumento de personal en una instalació­n clave de control de tráfico aéreo cerca de Jacksonvil­le. Pero la agencia dice que estos conflictos no son la causa de la mayoría de los problemas de vuelo recientes.

La grave escasez de personal en los aeropuerto­s europeos más importante­s ha sido una de las principale­s causas del caos del verano. El aeropuerto londinense de Heathrow anunció la semana pasada que limitaría el número de pasajeros que salen del país y pidió a las compañías aéreas que dejaran de vender nuevos boletos para la temporada de verano. Las aerolíneas han tenido que apresurars­e a reprograma­r, reembolsar o redirigir a los pasajeros en un momento en que los vuelos han estado llenos.

“Nos pareció que esa petición era bastante decepciona­nte y frustrante a muchos niveles”, sostuvo Nate Gatten, director de asuntos gubernamen­tales de American, y añadió que la aerolínea no espera topes similares en los aeropuerto­s estadounid­enses, pero podría ver problemas adicionale­s en Europa.

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