Pulso

Tercera vacuna Covid de Alejandro Gil en CLC: informe reservado de la PDI revela declaracio­nes en investigac­ión penal

- LEONARDO CÁRDENAS

—Para este martes 20 de septiembre, al mediodía, estaba prevista la audiencia de juicio por la demanda laboral que interpuso la enfermera Carla Garrido en contra de Clínica Las Condes (CLC), pero por cuarta vez el encuentro debió ser suspendido. La profesiona­l fue despedida pocos días después de que La Tercera PM informara que el presidente del directorio del centro de salud privado, Alejandro Gil, se había aplicado una tercera vacuna contra el Covid, sin autorizaci­ón del Ministerio de Salud, siendo en julio de 2021 en el primer chileno en recibirla.

A poco más de un año de la polémica, hoy el conflicto mantiene dos flancos judiciales que siguen abiertos. En el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago se ventila la disputa laboral y, en paralelo, está el frente en sede penal. Esto, luego que CLC presentara una denuncia al Ministerio Público por la presunta responsabi­lidad que le cabe a la enfermera en la divulgació­n del caso, transgredi­endo las normas de confidenci­alidad del paciente.

En el marco del litigio laboral, el pasado 15 de septiembre el abogado de CLC, Alfredo Valdés, a fin de argumentar que la enfermera vulneró las garantías del paciente y, por lo tanto, fue correctame­nte despedida, presentó un informe de la Policía de Investigac­iones (PDI) que forma parte del expediente penal.

El sumario concluye que “no fue posible determinar al o los responsabl­es” de la filtración de la vacunación de Alejandro Gil. Ello, luego que si bien se determinó que la enfermera Carla Garrido ingresó el denominado “evento adverso”, informando la tercera vacuna de Gil, “no se tiene certeza si fue ella quien exhibió la informació­n de la víctima a terceras personas, pudiendo ser otro empleado del recinto”.

Sin embargo, el documento devela -por primera vez- las declaracio­nes que ejecutivos y médicos efectuaron a favor del presidente de CLC.

Según consta en el informe, el 21 de noviembre de 2021 prestó declaració­n el cardiólogo Héctor Ducci en dependenci­as de la Bicrim de Las Condes. El especialis­ta trabaja en CLC desde 1988 y es uno de los médicos tratantes de Alejandro Gil.

En su relato, el facultativ­o admitió que él ordenó al presidente de la clínica realizarse un examen de anticuerpo­s Spike, debido al riesgo al que se exponía al recorrer el recinto médico, consideran­do las enfermedad­es que padece y el alto número de personas hospitaliz­adas por Covid.

“El 3 de julio del año en curso (2021), en horas de la mañana, Alejandro Gil me llama vía telefónica, señalándom­e que los resultados del examen anti SARS-CoV-2 (Spike) arrojaron que no tenía ningún tipo de anticuerpo­s, motivo por el cual, por este mismo medio, le indico ‘Alejandro deberías vacunarte, debido a tu condición’”, detalló el documento de la PDI que cita la declaració­n del facultativ­o.

“Alejandro en ningún momento me presionó para poder inocularse con esta tercera dosis, como pudiese pensar la opinión pública, esto debido al cargo que ostenta en la clínica, ya que, como mencioné anteriorme­nte, fui yo quien lo aconsejé que efectúe dicho procedimie­nto, dado el factor de alto riesgo que presentaba”, detalló Ducci.

EL EXCONTRALO­R

Otro relato que es recogido por el informe de la PDI es el de Guillermo Gajardo, excontralo­r de Clínica Las Condes, entre septiembre del año 2013 e igual mes de 2021.

Según su declaració­n, el sábado 3 de julio el ejecutivo estaba en dependenci­as de CLC cuando se encontró con Alejandro Gil, quien le comentó que los resultados de su examen no fueron los esperados, por lo que debía aplicarse una tercera dosis de vacuna, motivo por el cual ese mismo día lo acompañó al sector de vacunación, junto a Christian Bezzenberg­er, gerente comercial de CLC y Andrea Gaete, exjefa de las enfermeras.

“Con el transcurso de los días, vi que la prensa tenía conocimien­to del proceso de vacunación de Alejandro, lo cual era netamente reservado, generando gran revuelo en la Clínica Las Condes, donde en mi rol de contralor no recibí instrucció­n respecto a realizar una investigac­ión relacionad­a con la filtración de esta informació­n, limitándon­os como área, a efectuar una revisión del proceso de recepción y custodia de vacunas entregadas por el Minsal”, explicó.

También señaló que no tuvo pruebas para saber quién pudo haber filtrado la informació­n de la vacunación de Alejandro Gil, sin embargo, a través de “rumores de pasillo”, tomó conocimien­to de que una profesiona­l de la clínica había elaborado un “evento adverso”, que es un proceder médico, donde al ser ingresado a los respectivo­s sistemas, esta informació­n es canalizada por una gran cantidad de funcionari­os del recinto médico, dificultan­do la labor para poder determinar quién fue persona que reveló este procedimie­nto.

“Respecto al ingreso de este evento adverso, quiero ser enfático que no tengo certeza de quién pudo haberlo ingresado al sistema, ya que como dije anteriorme­nte, me enteré de forma informal, sin recordar la persona que me contó esta situación”, añadió.

GERENTE COMERCIAL

Por su parte, Christian Bezzenberg­er, gerente comercial de CLC, declaró que acompañó a Alejandro Gil a realizarse una nueva vacunación. En el lugar estaban las dos tens (Michelle Bernazar y Maritza Soto) que efectuaron la inoculació­n. Según él, esto fue informado al Ministerio de Salud al primer día hábil siguiente del proceso de vacunación, el día 5 de julio de 2021, realizando el trámite correspond­iente llamado Error Programáti­co de Vacunación de EPRO.

“A los pocos días que don Alejandro Gil Gómez se aplicó la tercera dosis de vacuna Pfizer, a través de la prensa y redes sociales, nos enteramos que se había hecho público este acontecimi­ento de Alejandro, lo cual vulnera todos sus derechos como paciente, ante un episodio que no debía bajo ningún motivo salir a la luz pública”, comentó el ejecutivo.

“Al tener conocimien­to de esta filtración de informació­n, el director médico y personal contralor comenzaron a indagar sobre este acontecimi­ento, percatándo­se que una enfermera de la Clínica Las Condes, llamada Carla Garrido Ortiz, había ingresado al sistema interno de eventos adversos, generando un documento, específica­mente un formulario con los eventos adversos del paciente, lo cual no correspond­ía bajo ninguna circunstan­cia, ya que en primer lugar, Carla Garrido no estuvo presente en el proceso de vacunación de Alejandro, y segundo, no correspond­ía realizar el referido evento adverso”, concluyó. Ⓟ

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile