Pulso

La industria de la moda se ve afectada por el aumento de la factura energética en Europa

- Stacy Meichtry / Jenny Starsburg THE WALL STREET JOURNAL

La crisis energética que ha cerrado acerías y fundicione­s de aluminio en toda Europa se extiende ahora a la industria de la moda del continente. Miles de pequeñas fábricas y talleres que abastecen a marcas como Gucci y H&M han visto cómo sus modelos de negocios se desmoronan en medio de la subida de los precios del gas natural y la electricid­ad tras la invasión rusa a Ucrania y su decisión de reducir el flujo de gas al continente. Los costos energético­s de muchos fabricante­s de textiles han pasado de representa­r el 5% de producción a cerca del 25%, lo que ha reducido sus márgenes de beneficio, según datos del grupo comercial europeo del sector textil y de la confección Euratex.

Los precios de la energía han subido tanto, según el sector textil, que las empresas de servicios públicos y otros proveedore­s de energía, preocupado­s por no cobrar, exigen a las compañías textiles garantías bancarias o anticipos en efectivo para cubrir meses de facturas de energía previstas. En Italia, el mayor productor textil de Europa, muchos fabricante­s afirman que ya no pueden suscribir los acuerdos de compra de energía que antes les protegían de las fluctuacio­nes de precios a corto plazo.

Italia y otras naciones del sur de Europa han pedido a la Unión Europea (UE) que adopte un tope para los precios del gas al por mayor en todos los países miembros, medida a la que se oponen Alemania y los Países Bajos. La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, publicó el martes una serie de propuestas para imponer un tope de emergencia al precio del gas natural en la principal bolsa de comercio del bloque.

En la actualidad, el dolor está afectando a toda la cadena de suministro, desde los hilanderos y tejedores que consumen mucha electricid­ad para transforma­r los fardos de lana en hilo, hasta los tintoreros que utilizan tanques de agua con gas y secadoras de tamaño industrial.

A los fabricante­s de tejidos les resulta difícil traspasar esos costos más elevados a los compradore­s. Muchos están obligados a entregar los productos a los precios acordados meses antes. Además, el aumento de los precios probableme­nte inducirá a muchas empresas de moda y minoristas a trasladar su negocio fuera de Europa, donde los precios de la energía pueden ser más bajos. En la balanza están los 1,3 millones de puestos de trabajo de la industria textil en toda la UE.

Alberto Paccanelli, que dirige una empresa textil en el norte de Italia, se quedó atónito cuando su factura de gas de julio se disparó a 660.000 euros, el equivalent­e a unos US$650.000, frente a los 90.000 euros de un año antes.

“Lo que está pasando ahora es que toda la industria europea corre el riesgo de desaparece­r”, advirtió Paccanelli.

Algunas marcas ya están trasladand­o la producción a otros países, como Turquía, donde los costos de producción son más bajos, en lugar de absorber el costo adicional en países como Italia, según los proveedore­s. Rusia ha seguido suministra­ndo gas y petróleo a Turquía. Enrico Gatti, un fabricante de lana que suministra a Zara, H&M y otras marcas, dijo que los pedidos se han reducido en 50% este año para él y otros fabricante­s textiles de la ciudad toscana de Prato, un importante centro textil.

Una representa­nte de H&M Hennes & Mauritz afirmó que la empresa está “desarrolla­ndo continuame­nte su abastecimi­ento para mitigar el aumento de los costos de energía, materias primas y fletes, así como de la moneda”.

Inditex SA, propietari­a de Zara, señala por su parte que sus relaciones de fabricació­n flexibles le permiten cambiar la producción según sea necesario.

Los problemas del sector están poniendo de manifiesto una nueva brecha entre los países europeos que se esfuerzan por aislar a las industrias nacionales de la subida de los precios del gas y los que no pueden permitírse­lo. Alemania ha anunciado medidas de alivio energético por valor de casi 300.000 millones de euros, entre ellas la limitación de los precios de la electricid­ad y el gas. Francia tiene previsto gastar 100.000 millones de euros en sus propias medidas de lucha contra la crisis.

Por su lado, Italia no tiene la capacidad financiera necesaria para adoptar medidas similares. El país carga con una deuda nacional equi

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile