Destino del 6% genera los primeros desencuentros políticos y las AFP califican reforma de “un retroceso”
Desde la industria, Alejandra Cox, presidenta de la Asociación de AFP, afirmó que “la reforma previsional propuesta por el gobierno es un retroceso respecto a lo que espera la ciudadanía”. Entre los expertos, tampoco hay una sola mirada al respecto.
y que no se condicione el apoyo de antemano en base a prejuicios ideológicos defendiendo el actual modelo”.
Desde la industria, Alejandra Cox, presidenta de la Asociación de AFP, afirmó que “la reforma previsional propuesta por el gobierno es un retroceso respecto a lo que espera la ciudadanía. Las personas han sido claras en señalar que desean mantener la libertad de elección y la capitalización individual para la nueva cotización, porque entienden que ese 6% les pertenece, que es producto de su trabajo y que, como tal, les permitirá aumentar su ahorro futuro”.
LA VISIÓN DE LOS EXPERTOS
Entre los técnicos tampoco hay una sola mirada. Algunos afirman que faltaron medidas como el aumento de la edad de jubilar y contra la informalidad laboral, mientras que otros apoyaron los ejes centrales de la propuesta, como el hecho de que el 6% se vaya a un fondo común y que se eliminen las AFP, pero no las gestoras de fondos.
Para la experta en pensiones, Paula Benavides, “los anuncios, en líneas generales, me parecen una base positiva para iniciar esa discusión con apertura al diálogo y flexibilidad. En este tema, el país requiere un diálogo colaborativo de parte todos los sectores, de forma de mejorar aquellos temas donde exista espacio para hacerlo y de dar cabida a la construcción de amplios acuerdos. Falta también conocer los detalles de la reforma que, en un tema complejo como las pensiones, son esenciales”.
En cambio, el economista y asesor de empresas, Bernardo Fontaine, entregó una mirada crítica: “Dando la espalda a la ciudadanía, el gobierno anuncia una reforma de pensiones que no respeta la propiedad de las cotizaciones y obliga a los trabajadores a atenderse con el mal servicio de un monopolio estatal. ¿Y todo para mejorar las pensiones? No, para decir fin a las AFP”.
Cecilia Cifuentes, académica de la U. de Los Andes, señaló que “las dos causas más importantes que explican las bajas pensiones no han sido consideradas en esta propuesta: la informalidad laboral y la edad de jubilación, que tampoco se cambia”.
En la otra vereda, Guillermo Larraín, académico de la U. de Chile, indicó que “la reforma va en la dirección correcta”. El economista resaltó lo hecho en la administración de fondos, ya que “lo que se acaban son las AFP, no la gestión privada de fondos, que eso es lo realmente relevante, que esté diversificada a través del sistema financiero con muchos actores de distinto tipo”.
MIentras que Salvador Valdés, senior fellow de la Escuela de Negocios UAI, argumentó que “con el empleo de calidad en disminución, es prioritario postergar el aumento de 6 puntos porcentuales en el tributo sobre los empleos con seguridad social”.
Finalmente para Bettina Horst, directora ejecutiva de LyD, “el gobierno ha propuesto una reforma de pensiones que busca la redistribución de los recursos entre los propios trabajadores, sin hacerse cargo de los problemas más estructurales del sistema de pensiones, como la edad de jubilación que ha permanecido constante desde 1980, a pesar de haber aumentado la expectativa de vida de hombres y mujeres, y sin medidas que fomenten la formalidad laboral y un mayor ahorro para la pensión”.P