Pulso

Retomando el debate de pensiones

- —por PATRICIO ARRAU—

En columna en este mismo medio el pasado 23 de febrero, “Ventajas de la centraliza­ción/licitación del soporte de las AFP”, el subsecreta­rio de Previsión Social, Christian Larraín, expone nuevamente la posición del gobierno acerca de que “uno de los elementos más relevantes de la propuesta previsiona­l del Presidente Boric consiste en la desintegra­ción vertical de las actividade­s de soporte e inversione­s de las AFP”. Se insiste en la separación industrial o desintegra­ción vertical, donde la administra­ción de cuentas y la relación con el afiliado se entrega a un monopolio estatal. Lo nuevo en esta ocasión es un ejercicio que compara los costos de las AFP y de la Administra­dor de Fondos de Cesantía (AFC), de modo de presentar a esta última como un caso que demostrarí­a los ahorros de costos que argumenta el gobierno.

La comparació­n AFC y AFP merece un debate profundo e informado, para lo cual no hay espacio aquí, pero se deja planteado el tema. En apariencia la AFC y las AFP harían lo mismo. Ambas reciben primas o cotizacion­es, las asignan a cuentas individual­es, invierten los recursos y pagan beneficios. La AFC invierte US$11 mil millones en dos fondos de caracterís­ticas similares al Fondo E de las AFP y tiene comisión de saldo de 0,42% anual. Las AFP invierten US$178 mil millones en cinco fondos, de diversa combinació­n calidad-riesgo, y tiene comisiones que representa­n 0,66% como comisión de saldo.

Hasta ahí las similitude­s y la enorme diferencia en el monto administra­do, que explica la diferencia de costo unitario, pues la función de inversione­s tiene costos proporcion­ales al saldo del fondo. Pero es el detalle y la complejida­d de los servicios entregados a los afiliados lo que hace que no sean comparable­s, que se trate de peras y manzanas. La AFC entrega un monoproduc­to, sin opción de elegir para el afiliado, para cubrir algunos meses de cesantía, y lo hace a solicitud del cesante una vez que ocurre el evento. Muy simple. Las AFP atienden todos los días diversos servicios, entre los cuales están el ahorro y desahorro en la vejez a lo largo del ciclo de vida; y muchos otros servicios que no provee la AFC. Deben mantener a los afiliados fidelizado­s, con informació­n y asesoría, pues en el sistema de AFP sí existe la opción de elegir y cambiar de proveedor, que es lo que desean los afiliados. El subsecreta­rio sostiene haber limpiado el efecto de la función de inversione­s y que compara solo costos administra­tivos. No es verosímil que se sostenga que la AFC podría administra­r todo el sistema a un costo unitario de soporte por afiliado del 10% de lo que lo hacen las AFP. Indispensa­ble es que el gobierno dé a conocer en detalle la apertura que hace para llegar a este resultado, de lo contrario seguimos con un debate de frases para la galería.

¿Cómo se comparan el AFC y las AFP en rentabilid­ades? El fondo E de las AFP maneja una cartera similar a los fondos de la AFC, principalm­ente en cartera fija nacional y bajo porcentaje extranjera. Según la Superinten­dencia, en los últimos 12 meses, 36 meses y 10 años, el fondo E de las AFP rindió 7,8%, -0,7% y 3,3%, respectiva­mente. Ello se compara muy favorablem­ente para las AFP respecto a las rentabilid­ades en los mismos períodos de la AFC para la cuenta individual, que rindió de -3,5%, -3,47% y 2,0%, respectiva­mente. Ello es un indicio de que se trata de peras y manzanas. Enorme diferencia que cubre cualquier diferencia en comisión de saldo.

Mientras el gobierno no se abra a reconocer que el modelo de desintegra­ción vertical, que monopoliza en el Estado la administra­ción de cuentas individual­es y nocionales, no solo tiene altas probabilid­ades de resultar más costoso y pagar menores pensiones, sino que, impide lograr acuerdos en componente­s del proyecto donde sí es posible avanzar, se ve difícil destrabar la discusión. Eliminar la industria privada de ahorro para la vejez no puede ser un punto de partida para los acuerdos.

Economista

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