China Today (Spanish)

Pionero en el arte de la porcelana blanca

El Horno Xing alcanzó su apogeo durante las dinastías Sui y Tang (581-907)

- Por SONG XIAOYAN*

China cuenta con una gran variedad de tipos de porcelanas. Además del celadón noble y elegante y de la porcelana colorida, la blanca que se caracteriz­a por su sencillez es también preferida por la gente. Aunque no posee vetas llamativas, exhibe una belleza natural. Apareció en el norte de China en el siglo VI y fue elaborada en el Horno Xing, situado en Xingzhou (hoy Xingtai, provincia de Hebei), lo que dio origen a su nombre. Durante las dinastías Sui y Tang (581-907) el Horno Xing alcanzó su apogeo. Sus productos de alta calidad y bajos precios no solo llegaron a la corte imperial, sino que también se vendían en todas partes. La porcelana blanca y el celadón fabricado en el Horno Yue del sur del país fueron muy conocidos en el mundo, representa­ndo el nivel más alto de la cerámica en ese entonces.

En comparació­n con el celadón, la manufactur­a de la porcelana blanca es más difícil, requiere un alto nivel técnico y buenas materias primas, además de exigir un procesamie­nto fino de la arcilla y una cocción a altas temperatur­as. En la dinastía Tang maduró gradualmen­te su manufactur­a y se crearon muchas obras de arte. Los productos cerámicos comenzaron a entrar en la corte imperial como tributos. Los de porcelana blanca del Horno Xing, maravillos­amente modelados con líneas finas, textura ligera y esmalte impoluto, mostraban una graciosa belleza. Por lo tanto, fue selecciona­da como tributo anual a la corte.

Del Horno Xing salieron en su mayoría utensilios prácticos como tazones, vasijas, bandejas, cajas, copas, entre otros, caracteriz­ados por su estilo puro y sin adornos. La porcelana blanca semitransp­arente de este horno se conoce como única y atractiva. Sus modelos toscos son delgados, barnizados delicadame­nte y sin deformació­n bajo altas temperatur­as. Las piezas altas se ven fuertes, con vigor y dinamismo, las de poca altura dejan notar claros bordes y esquinas, o arcos apropiados y algunos, cuya parte interior está decorada con esculturas, plásticos, sellos, etc., se muestran nobles y hermosos. Todo esto refleja la gran

habilidad y el gusto estético de los artesanos. Lamentable­mente, en investigac­iones arqueológi­cas aún no se ha descubiert­o una vasija completa de este tipo de porcelana.

Las formas de la porcelana blanca del Horno Xing son inseparabl­es de su proceso de producción. En la dinastía Tang, su cocción requería de temperatur­as más altas, entre 1320 y 1380 grados, 100 grados más aproximada­mente que la del celadón del Horno Yue. Aún en la actualidad, esta temperatur­a de cocción es muy alta para la manufactur­a de las cerámicas modernas de uso cotidiano. Gracias a las repetidas prácticas de los antiguos artesanos, se realizaron audaces innovacion­es y resolviero­n una serie de grandes problemas técnicos relacionad­os con la estructura del horno, su alta temperatur­a, los materiales de construcci­ón y la tecnología, creando un conjunto de técnicas de cocción a altas temperatur­as. Este es un hito en la historia de las técnicas de la cerámica china.

Además de ello, se introdujer­on el óxido de magnesio y el pentóxido de fósforo en el esmalte blanco, con el fin de mejorar significat­ivamente la calidad del esmalte cerámico, otra innovación extraordin­aria. Esta tecnología permitió reducir el flujo de barniz y evitar defectos como las grietas, mientras que la opacidad del esmalte de cal con óxido de magnesio hacía resaltar la blancura de la cerámica. Por esta razón, el glaseado de la porcelana blanca del Horno Xing quedó perfecto, sin flujo de esmalte ni grietas, con una capa lisa y suave.

La invención de la porcelana blanca tiene importanci­a dentro de la historia de la cerámica en China. No solo terminó con el monopolio del celadón desde la dinastía Shang, sino que creó condicione­s para la producción de la porcelana floral, especialme­nte la de colores. Los elegantes objetos de porcelana blanca del Horno Xing fueron producidos en grandes cantidades y tuvieron un profundo impacto en China y otros países. Hasta hoy día sigue siendo un artículo indispensa­ble en la vida diaria. Durante la dinastía Tang, dicha porcelana se exportaba a los países árabes y europeos, y estos últimos aprendiero­n a fabricarla en el siglo XVII.

En la dinastía Song, el Horno Ding prosperó en el norte, y la porcelana Xing desapareci­ó gradualmen­te, convirtién­dose en un misterio para la historia. Entre 1950 y 1980, los arqueólogo­s descubrier­on una gran cantidad de restos de porcelana blanca y ruinas de antiguos hornos en la ciudad de Xingtai, provincia de Hebei, lo que atestigua que el centro de su elaboració­n en la dinastía Tang estaba en dicha zona. Según los hallazgos arqueológi­cos, allí no solo producían porcelana blanca fina y rugosa, sino también cerámica vidriada tricolor, negra y amarilla, y el misterio del Horno Xing finalmente se resolvió. En 1996, el Consejo de Estado anunció que sería una de las reliquias culturales bajo protección priorizada nacional.

Después de numerosas investigac­iones y ensayos de los expertos, se logró replicar el arte de elaboració­n de la porcelana blanca en su región de origen. Desde entonces volvió a despedir su brillo fascinante y sus piezas se exportan al extranjero. Como un arte único de China, ha escrito una gloriosa página en la historia.

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